Todo comenzó en Estados Unidos en 1898, cuando los hermanos W.K. y John Harvey Kellogg decidieron fabricar granola.

En una de sus tantas pruebas, se olvidaron trigo cocido en el horno y, accidentalmente, lo tostaron nuevamente.

Intrigados, los hermanos probaron cómo había quedado y descubrieron que esos copos crujientes no sólo eran comibles y nutritivos, sino también sabrosos.

De esa manera, surgió la receta del Corn Flakes de Kellogg's, el primero de los tantos productos para preparar el desayuno que llevan el apellido de los hermanos olvidadizos.

Luego de este accidental descubrimiento, en 1906, W.K. Kellogg tomó la decisión de fundar Battle Creek Toasted Corn Flake Company.

Desde sus comienzos, su objetivo fue elaborar alimentos que no sólo sirvieran para preparar desayunos más ricos, sino también que fueran más saludables.

La luna, los cereales y el tigreTanto es así que la compañía que creó a personajes tan familiares como el Tigre Tony fue la primera dentro de la industria de la alimentación en contratar a una nutricionista, cuenta La Nación.

Y fue también una de las primeras en mostrar con orgullo la información nutricional y los contenidos de sus cereales en los paquetes, algo que en aquella época no se acostumbraba.

Años más tarde, la llegada del hombre a la Luna también significó un gran salto para Kellogg.

Y es que la compañía hizo su aporte: fue la encargada de darles el desayuno a los tres hombres que llegaron a ese satélite por primera vez, los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins.