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El dólar blue tuvo su "fiestita de 15" en la city, aun con Gendarmerí­a recorriendo el microcentro porteño

La divisa paralela ya aumentó su valor más del 50% en lo que transcurrió del año. En tanto, la brecha cambiaria trepó hasta alcanzar un preocupante 80%
18/09/2014 - 09:00hs
El dólar blue tuvo su "fiestita de 15" en la city, aun con Gendarmerí­a recorriendo el microcentro porteño

La suba del paralelo ya se transformó en una noticia habitual en la City porteña y ahora son los propios operadores los que se mandan mensajes irónicos de todo tipo parodeando así una cotización que no parece tener freno.

Más allá de la ironía de la "fiestita de 15" del informal, lo cierto es que el billete no para de batir récords y cerró este miércoles en $15,10 para la venta, que representa un alza de 38 centavos con respecto al cierre anterior.

Desde que arrancó el año aumentó más del 50%, y la brecha con el billete oficial trepó hasta alcanzar un preocupante actual 78 por ciento.

En tanto, la divisa fijada por el Banco Central ascendió un centavo hasta los $8,43 en la punta vendedora. Así, el "dólar tarjeta" quedó a $11,38 y el "dólar ahorro" a $10,12.

En cuanto al dólar bolsa, este miércoles cotizó a $13,68, en tanto que de el "conta con liqui" se pactó a $13,49.

Respecto al nuevo récord del blue, "el mercado está tomador y sin muchos vendedores a la vista", dijo un operador e ironizó: "Estamos festejando los 15 (en referencia a la celebración que realizan las mujeres cuando cumplen esa edad)".

En este contexto, el ex presidente del Banco Central Aldo Pignanelli señaló que el dólar paralelo ya no volverá a valer $12.

Dentro de las frases que quedaron en el anecdotario, los operadores de la city recuerdan por estos días a la de la presidenta Cristina Kirchner, cuando se refería al mal "negocio" de un conocido que había comprado a $10 (ver video):

La City porteña es un hervidero de rumores y de especulaciones, ya que cada cotización que parece "récord" sólo logra mantener esa posición por 24 horas, porque luego vuelve a ser superada.

Los arbolitos siguen haciendo sus diferencias, mientras que el Gobierno sigue tratando de darle batalla a los cueveros apelando a métodos que nunca le han dado buenos resultados, como enviar a la Gendarmería al microcentro.

Para los analistas, la suba del paralelo no es ni más ni menos que el resultado de un mercado que tiene cada vez más pesos y menos dólares.

"Dadas las expectativas inflacionarias crecientes, las autoridades económicas no deberían soslayar que el nivel de monetización alcanzado por la economía es el mayor de los últimos cuarenta años", señaló un informe de la consultora Massot Monteverde & Asociados.

En este sentido, las medidas a las que apela el Gobierno para contener su escalada resultan cada vez más cortoplacistas y dan un rendimiento decreciente.

Una de ellas es la tomada hace poco días por el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, quien obligó a los bancos a reducir del 30 al 20 por ciento las tenencias patrimoniales dolarizadas.

Esta iniciativa, por cierto, apenas pudo mantener calmo al paralelo 48 horas. Luego, continuó con su imparable escalada alcista.

"Parecería que a esta altura la suba no tiene techo producto de una demanda que supera con creces la oferta porque nadie quiere desprenderse de sus divisas", relató a iProfesional un operador de la City porteña.

El economista Tomás Bulat remarcó que, para el ciudadano "el dólar es una de las pocas alternativas a las que puede recurrir, porque se queda sin opciones de compra, está dejando de adquirir bienes en la Argentina como autos o inmuebles".

Mientras tanto, la divisa oficial, para el economista Gastón Rossi, director de LCG, desde la devaluacion de enero pasado, ya perdió el 75% de la competitividad lograda.

Pero al tomar el tipo de cambio marginal, resulta que el billete de $100, el que posee la mayor denominación en Argentina, vale nada más qiue u$s6,62 dólares.

Por lo pronto, las reservas del Banco Central cerraron el martes en u$s28.261 millones, lo que representa el mismo nivel que el 30 de abril pasado y casi u$s1.500 millones menos que lo resgistrado el último 25 de julio.

Este miércoles el BCRA vendió u$s20 millones en el mercado de cambios.El Merval se tomó un respiroMientras tanto, las acciones que conforman el panel líder de la Bolsa de Comercio se tomaron un descanso, a pesar que continuó una persistente dolarización de las carteras de los inversores.

Así, el Merval ascendió un 0,5%, para ubicarse en los 11.511 puntos, impulsado por las subas de las acciones de Macro, que escalaron 2,4 por ciento

Por el lado de los titulos públicos, la situación fue similar, ante cierta presión vendedora que estuvo ejerciendo la Anses para tratar, precisamente, de frenar el avance del dólar marginal.

Sobre el particular, salvo el Boden 2015, que avanzó un 0,4%, el resto de los bonos más operados se movió a la baja. El Discount en dólares cayó 0,7%, el Par en pesos retrocedió 2,7% y el Global 2017 descendió 0,8 por ciento.El Bonar 2018 que trepó 3,8 por ciento.

Brecha amplia, grandes problemas Cuando la brecha se amplía a un casi un 80% como se observa hoy día, la incertidumbre también se dispara en el mercado y la cotización del blue se instala como referencia ineludible de particulares y empresas.

Las expectativas devaluatorias se acentúan y crecen las maniobras especulativas, lo que complica aún más el poco margen de maniobra con el que cuenta el Banco Central para hacerse de dólares.

En el caso de los exportadores, una mayor brecha cambiaria los induce a liquidar menos producción, tal como sucede con los sojeros. Por el lado de los importadores, los lleva a anticipar sus compras, al percibir que el tipo de cambio oficial está retrasado.

En buen romance, unos especulan reteniendo y otros adelantando operaciones. En consecuencia, el problema de fondo -que es la falta de dólares- tiende a agigantarse.

"Una amplia brecha entre oficial y paralelo acrecienta las expectativas devaluatorias y las maniobras especulativas", apuntó el economista Jorge Todesca, titular de Finsoport.

Según el analista Salvador Di Stéfano, "cuando el dólar blue llega a un nivel como el actual, nadie quiere transar activos, ante el temor de quedar expuestos en pesos".

Para Gabriel Caamaño Gómez, de la consultora Ledesma, el sector privado toma el repunte del paralelo como el "anticipo de un ajuste cambiario".

Un sobreprecio cada vez mayor

Si se repasa lo sucedido desde la instauración del cepo, se observa que el sobreprecio que los particulares están dispuestos a pagar por hacerse de dólares ha ido en aumento.

En 2012, era de un 25% (por encima del tipo de cambio oficial).

En ese entonces hasta parecía exagerado, y solía escucharse en las charlas de café recomendaciones del tipo "esperá un poquito, no compres, está muy alto, va a bajar".

El tiempo fue mostrando que, lejos de descender, el billete informal fue moviéndose alza y tomando más distancia con el tipo de cambio oficial.

Lo cierto es que el tiempo fue transcurriendo y la brecha cambiaria fue ampliándose -con altibajos- de un 25% a un 50%, luego a un 60% y ahora a casi un 80%.

De hecho, el gap actual es uno de los más altos desde la instauración del cepo, allá en octubre 2011.

Para peor, nada indica que puede achicarse, en un contexto en el que sobran pesos, faltan dólares, la inflación sigue alta, no hay crédito externo y existe un abultado déficit fiscal financiado con emisión monetaria.

La respuesta del dólar paralelo ante cada una de las recientes medidas tomadas por la administración K ha sido la de una suba abrupta.

Ahora ni siquiera una eventual suba en la tasa de interés de los plazos fijos resultaría suficiente para calmar la sed dolarizadora que muestran los ahorristas.

Desde la consultora Economía & Regiones advirtieron que la situación cambiaria se tensará aun más hacia fin de año, cuando el Banco Central deba emitir unos $130.000 millones para financiar al Tesoro por el déficit fiscal acumulado.

"En un escenario como el actual, lo que ocurre es que se desincentiva la oferta de divisas. Todo aquel que tenga billetes verdes o un activo dolarizado, tratará de retenerlo, porque siente que es inevitable otra corrección cambiaria", describieron.

Revival de enero

En tanto, la combinación de déficit energético, cierre del crédito externo, más demanda de divisas por parte de los privados y mala perspectiva de los precios agrícolas, hace aparecer muy asfixiante la situación de la caja de dólares.

Esto hace que los economistas afirmen que el Gobierno, más temprano que tarde, se verá obligado a ajustar el tipo de cambio oficial, producto de una escasa oferta que choca de frente con una demanda en ascenso.

El panorama actual se empieza a parecer peligrosamente al de enero.

No solamente por el atraso cambiario o la escasez de sojadólares, sino también porque vuelve a instalarse el temor a una caída de las reservas.

Pignanelli remarcó que los empresarios no cuentan con otra alternativa para financiarse que recurrir al "conta con liqui", lo cual incide sobre el blue y, a su vez, sobre el dólar oficial.

Su pronóstico es que, "tarde o temprano, tendrán que corregir con un ajuste importante, porque el dólar oficial quedó muy retrasado".

Misma receta, mismo resultado

La brecha cambiaria puede considerarse como un indicador bastante aproximado de la "salud" que presenta  el mercado cambiario.

Resulta extraño que el Gobierno, en su intento por controlar la cotización del informal, apele a medidas que ya han fracasado, como la de enviar a la Gendarmería a la city porteña en busca de "especuladores" como se observa en estos días.

Ya ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, con su traje de "Súper Ministro" lo había intentado. Operadores aún recuerdan cuando presionaba a los cambistas con telefonazos, insultos, intervenciones y hasta decretando feriados cambiarios "virtuales".

Nada de eso sirvió, como quedó demostrado: el funcionario ahora está en Italia mientras el blue sigue subiendo en la Argentina.

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