Para la industria automotriz, septiembre se presenta como un test clave, dado que definirá el balance final con el que cerrará el año esta rama de actividad fundamental para el Made in Argentina. 

El mes en curso es definitorio dado que es la antesala al último trimestre, un período históricamente flojo en cuanto a ventas, dado que los compradores suelen esperar hasta enero para patentar una unidad.

Pero también es un test determinante porque están dadas todas las variables para que puedan revertirse parte de los efectos del sacudón que recibieron las terminales luego de la entrada en vigencia del impuestazo y de la devaluación de enero pasado.

En efecto: por un lado, ya está operando a pleno el final de la primera fase del plan ProCreAuto, la iniciativa oficial que culmina a fines de este mes y que llevó un poco de previsibilidad al mercado, dado que favoreció a que más interesados se acercaran a los concesionarios, luego de meses de grandes incógnitas.

Por otro lado, entró en escena el factor tipo de cambio, con un blue que se despegó cerca de un 80% de la cotización oficial y que llevó a que los precios de los vehículos se abarataran en pesos para todos aquellos compradores con billetes verdes en sus manos.

De hecho, entre los modelos masivos que mueven el amperímetro de las ventas, hoy es posible conseguir un amplio listado de alternativas que promedian los 7.000 dólares en términos de blue.

Es así como el balance de este mes condicionará la performance del sector para el resto del año y determinará, en buena medida, si 2014 va camino a ser verdaderamente crítico o si, de alguna manera, las terminales podrán amortiguar los derrumbes.

En este contexto, los datos anticipados de septiembre vuelven a arrojar una de cal y una de arena para las compañías: según datos del mercado, el ritmo de ventas promedio en lo que va del mes es del orden de las 2.800 unidades diarias, tal como se observa en el siguiente cuadro:

Considerando que en septiembre de 2013 la media era de 3.900 autos por jornada, esto implica una caída -ProCreAuto incluido- cercana al 30 por ciento (ver gráfico).

Ahora bien, en función de la cantidad de días hábiles, según las estimaciones de la consultora Abeceb, las ventas totales del mes cerrarían en torno a las 62.000 unidades, lo que implicaría un descenso menor, del orden del 27% frente a septiembre del año pasado, tal como se observa en el siguiente cuadro:

De modo que, ya con un 2014 prácticamente jugado, se pueden establecer algunas conclusiones:

•El mercado automotor encontró finalmente un piso. Hoy la tasa de variación de las ventas está más cerca del -25% que del -40% que llegó a tocar en mayo.

•De hecho, el nivel de caída del 27% que se proyecta, convertiría a septiembre en el tercer mejor registro del año en cuanto a variación de ventas (cabe recordar que en enero y febrero el porcentaje de baja no había superado el dígito).

• En el mercado, para todo el 2014, hoy se maneja el "número mágico" de 700.000 unidades patentadas. Considerando que en 2013 se habían logrado vender unos 955.000 0Km, esto representaría una contracción del 26%.

Según Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb, "esta cifra, si bien representa una caída importante, dentro de todo es bastante positiva. No hay que olvidarse que en el primer semestre había estimaciones que hablaban de 600.000 unidades vendidas para todo el año, lo que hubiese implicado un verdadero derrumbe de la actividad".

En esta misma dirección, Abel Bomrad, presidente de la Asociación de Concesionarios (ACARA), sostuvo que "es atinado hablar de un cambio de expectativas por el crecimiento que incipientemente se viene sosteniendo mes a mes. De mantenerse este porcentaje, podemos comenzar a proyectar un año con un nivel cercano a las 700.000 unidades, que si bien estaría lejos del casi millón del pasado año récord, completarían un 2014 más que aceptable".

ProCreAuto: luces y sombras

El Gobierno esperaba un alto impacto de las ventas financiadas con el plan oficial en los patentamientos totales del mercado. Sin embargo, la evolución del mismo no fue la esperada y el arranque de ProCreAuto anduvo bastante lento.

Hasta el momento, la iniciativa demostró ser más efectiva por sus efectos indirectos -como el hecho de llevar interesados a los concesionarios- que por sus derivaciones concretas en cuanto a ventas.

Sucede que durante los primeros dos meses y medio desde que entrara en vigencia, a través de la iniciativa se otorgaron apenas 19.100 créditos con operaciones de compra ya efectivizadas por unos 13.000 vehículos.

Pese a la floja performance, con la extensión de ProCreAuto hasta fin de año, el Gobierno espera que la propuesta termine de consolidarse y que los particulares aprovechen tanto el financiamiento como los precios de los modelos incluidos que, aunque van a retocarse y podrían subir hasta 12%, se moverán por debajo del promedio. 

Hasta el momento, ProCreAuto cuenta con 26 modelos y 39 versiones. En el listado hay vehículos de entrada de gama, medianos, hatchback y sedanes. También hay utilitarios chicos, como los furgones. 

Si bien la irrupción del plan no movió el amperímetro de las ventas, para algunas terminales la influencia fue significativa en determinados modelos.

Un caso es Fiat, marca que está logrando buenos resultados con los dos vehículos que forman parte de ProCreAuto. El Palio creció más de 70% en ventas en julio en comparación con el mismo mes del año anterior y 40% en agosto. En cuanto al Siena, los patentamientos se incrementaron un 2% promedio durante ese período. 

También Renault está cubriendo la escasez de sus modelos más demandados, como Duster y Sandero, con el Clio Mio, fabricado en Córdoba. Las ventas crecieron un 7,5% promedio durante los dos últimos meses.

Otra marca con relativamente buenos resultados es Ford: el Focus II mejoró su performance en cuanto a ventas un 103% en agosto. Y Volkswagen, con la Suran, tras haber caído en julio, se recuperó el último mes con un incremento de 17 por ciento.

Por otro lado, marcas como Peugeot no han logrado crecer con ninguno de los modelos de ProCreAuto, aunque sí lo hizo la otra firma del grupo PSA, como es Citroën, que de la mano del C4 registró un alza del 40%.

A continuación, el cuadro con los modelos ofrecidos bajo la inicativa y cómo respondió la demanda: 

En cuanto a las ventas de septiembre, desde ACARA confían en que las registren un alza de cara a los últimos días de vigencia de la primera fase del plan. 

Esto coincide con la opinión de los concesionarios consultados por iProfesional, que confirmaron que hay un mayor optimismo a partir del último mes. 

En Taraborelli, una de las principales agencias Fiat, explicaron que se están cerrando más operaciones este mes, con cerca de la mitad de las consultas referidas a modelos incluidos en el ProCreAuto. 

En otros dos puntos de venta que comercializan vehículos de la marca General Motors también destacaron el mayor interés por las propuestas de la iniciativa oficial.

Pese a este tibio crecimiento de la demanda, según la visión de Dante Sica, director de la consultora Abeceb, la primera fase del programa oficial aportará no más de 20.000 unidades vendidas.

Cabe resaltar que, apenas fue comunicada la iniciativa, voces oficiales señalaban que la meta era superar los 50.000 vehículos en sus tres primeros meses de duración, si bien luego las estimaciones se moderaron y el número al que aspiraba el Gobierno era traspasar la meta de los 30.000 0Km.

Así las cosas, Sica consideró que su mayor virtud fue la de "lograr ponerle un piso a la caída. Generó movilidad en un mercado que estaba casi inmóvil, pero el impacto general no ha sido muy grande".

La gran pregunta: ¿habrá autos? Cabe destacar que el Gobierno acaba de habilitarles a las terminales una de las primeras cuatro cuotas semanales por poco más de u$s27 millones cada una para la importación de autopartes "que permitan completar los procesos productivos de los vehículos fabricados en el país", según fuentes oficiales.

Las mismas agregaron que "una vez que se cumpla el primer mes, es decir que se completen las cuatro cuotas, podría habilitarse una suma superior para dinamizar la producción del sector".

El problema para las automotrices radica en que dicho cupo, de apenas u$s110 millones mensuales, sólo podrá destinarse a la importación de autopartes. Por lo tanto, todavía persiste el problema sobre cómo fondear la compra de vehículos terminados, principalmente traídos de Brasil.

Sucede que las automotrices ya acumulan una deuda global con sus casas matrices del orden de los u$s2.500 millones, en un contexto en el que el Banco Central no les habilita divisas para realizar los giros correspondientes.

Cabe destacar que el año pasado, entre las importaciones de vehículos y de autopartes, la industria en su conjunto necesitó contar con un promedio de u$s1.270 millones por mes. De modo que los u$s110 millones que ofreció el Gobierno claramente resultan insuficientes.

Ante esta coyuntura, el CEO para la región de General Motors, Jaime Ardilla, anunció días atrás que la filial brasileña dejará de venderle vehículos a la Argentina por las complicaciones cambiarias. 

Renault había hecho lo propio el mes pasado, cuando le comunicó a los principales concesionarios que iba a limitar el ingreso de unidades procedentes desde Brasil por el mismo problema.

Estas trabas están derivando en un continuo achicamiento de los stocks de vehículos disponibles para la venta, justo en momentos en que el Gobierno está acusando a las terminales y agencias de ocultar inventario de vehículos y boicotear el plan oficial.

Según destacaron desde Abeceb a iProfesional, en la actualidad hay unos 90.000 vehículos en stock en las agencias de todo el país, lo que implica unas 36.000 unidades menos que en septiembre de 2013.

De cara al futuro del ProCreAuto "Fase II", Sica señaló que "la principal duda es si las automotrices van a poder contar con los dólares para poder producir los modelos que están dentro del programa debido a la cantidad de partes importadas que se requieren para fabricarlos".

Para el experto, está claro que "de nada servirá un programa que desde el punto de vista comercial y financiero representa una buena oportunidad para quienes deseen comprar un vehículo, si por el otro lado se obstaculiza la fabricación de los mismos autos que se quieren vender".