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Búsquedas laborales: cómo diferenciarse en un mercado en el que crece el desempleo

En esta columna especial para iProfesional, Miguel Cortina, socio en Al Grupo Humano, cuenta en detalle para qué contexto laboral hay que prepararse
22/09/2014 - 19:04hs
Búsquedas laborales: cómo diferenciarse en un mercado en el que crece el desempleo

El desempleo, que es el fenómeno por el cual la demanda de empleo supera a la oferta, se manifiesta más crudamente cuando la economía se desacelera o retrocede, pero nunca desaparece por completo y su permanencia constituye una tendencia mundial.

El avance tecnológico genera alternativas de inversión en maquinaria o software que reemplaza mano de obra por una simple cuestión de costos. Sólo si la mano de obra fuese suficientemente barata, las empresas no invertirían en tecnología que la reemplace, lo cual no constituye tampoco el mejor panorama para los asalariados.

El primer punto a plantearse es, entonces, qué tipo de empleos son los más afectados por este fenómeno, con independencia de las crisis, presente o futuras.

La tecnología ha ido reemplazando lo más simple, repetitivo y rutinario y avanza sobre lo más sofisticado. Existen plantas industriales donde se produce a oscuras, por el simple hecho de que todo el proceso es automatizado y dos personas por turno controlan todos los dispositivos desde una consola central. Sólo encienden las luces y bajan al salón de producción para solucionar imprevistos, y para reparar los equipos o alimentarlos de materia prima. Hace años, allí, trabajaban más de 100 personas.

En funciones administrativas, software cada vez más complejos trabajando sobre servidores cada vez más potentes relacionan datos y aprueban o desaprueban transacciones, procesan pagos, hacen seguimientos de entregas. ¿Hace cuánto que hacemos las reservas y compramos pasajes usando la Web?¿Para qué mercado laboral debemos prepararnos, entonces? Para uno en el que realicemos las tareas que las máquinas no puedan hacer, donde sea necesario analizar hechos y tomar o recomendar decisiones ante situaciones inéditas, o donde diseñemos, programemos y controlemos la maquinaria del futuro.

Deberemos competir para ser quienes controlemos la línea de producción, reparemos los defectos que la maquinaria nos indique, pero y sobre todo, para ser quienes las diseñemos y fabriquemos y reparemos los desperfectos que la máquina no pueda detectar. También para ser quienes diseñemos los procesos administrativos computadorizados, donde aunemos el conocimiento de la industria y de la tecnología de la información, pero también seamos capaces de comprender las preferencias y necesidades de los consumidores que interactuarán con la empresa por medio de un dispositivo inteligente.

Nuestro objetivo debe ser dejar de ser un commodity: debe ser diferenciarnos.

El primer paso será entonces prepararnos adecuadamente, incorporando conocimientos a través de nuestro paso por la educación formal. A la escuela y a la universidad vamos a aprender, no a aprobar. Aprobar debe ser sólo y únicamente la consecuencia de haber aprendido. Aprender significa entender pero también significa incorporar. Hemos entendido cuando somos capaces de explicar a otros lo que se nos ha enseñado. Lo hemos incorporado cuando lo hemos internalizado, cuando somos capaces de operar aplicando esos conocimientos, cuando los mismos se traducen en habilidades. Es más sencillo entender cómo se debe ir soltando de a poco el embrague para que el auto se mueva, que lograrlo sin que el motor se pare.

Elijamos los profesores que más saben y mejor enseñan, aunque en sus cursos el porcentaje de aprobados sea menor.

El segundo será el de hacer experiencia en empresas o instituciones que estén vistas como formadoras de profesionales, que sean escuela, que sean desafiantes para nuestra intelectualidad y para nuestras habilidades. Y hacerlo en forma tan paralela como sea posible con los estudios formales. Educación y experiencia se irán retroalimentando.

Con parte del camino andado, ante cada nueva etapa, debemos preguntarnos quienes somos para el mercado laboral, quienes somos para determinada industria en particular.

Pensar y frasear adecuadamente el aporte único que podemos hacer, puede hacer la diferencia en una entrevista. Haberlo escrito en el CV, puede ayudarnos a que la misma se concrete. No es lo mismo postularse para un puesto administrativo que tenga relación con clientes, que a otro que no la tenga. En el primer caso, la forma en que interactuemos con aquéllos será tal vez más relevante que la experiencia administrativa con que contemos.

Tomémonos el tiempo de evocar la tarea que haríamos a partir de los datos que un aviso de empleo pueda darnos. Pensemos cual puede ser nuestro aporte diferente.

Casi todos vamos a una entrevista sin preparación. Algunos googlean la empresa o la industria, para estar mejor enfocados. Pocos se estudian a sí mismos para descubrir ese aporte único que los diferencie, que los ayude a dejar de ser commodities.