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Plan de Fábrega, sin Fábrega: suben tasas de plazos fijos a un mí­nimo del 24% para defender al peso frente al dólar

En un comunicado, el BCRA informó que pretende "estimular el ahorro en moneda nacional" para los pequeños ahorristas. Comenzará el miércoles
04/10/2014 - 10:08hs
Plan de Fábrega, sin Fábrega: suben tasas de plazos fijos a un mí­nimo del 24% para defender al peso frente al dólar

A dos días de su designación, este viernes la nueva conducción del BCRA, a cargo de Alejandro Vanoli, comunicó sus primeras medidas.

El Directorio de la entidad decidió una serie de cambios destinados a estimular el ahorro en moneda nacional. Para ello apuntó a elevar la tasa que se le paga al pequeño ahorrista.

Por un lado, resolvió establecer un piso al interés de los plazos fijos en pesos, cuando el importe no supere la cobertura del seguro de garantía de los depósitos. Hasta ahora, ese "premio" era fijado libremente por los bancos. La medida entrará en vigencia a partir del 8 del corriente.

"La tasa mínima será una proporción de las tasas de LEBAC y para el plazo más corto (30 días) será del 87% de las mismas", dice el comunicado del BCRA. Esto, en base a los últimos cierres, marca un piso del 24 por ciento.

Por otra parte, se elevó el importe de la cobertura de garantía de los depósitos, de $120.000 a $350.000 por titular. A fin de robustecerlo, se aumentó el aporte mensual que realizan las entidades a este fondo.

Vinculado con esta medida, el Banco Central evaluará si procede a adecuar el nivel de los encajes.

"Estas medidas se disponen para mejorar los instrumentos de ahorro en moneda nacional y ampliar la protección de los ahorristas", afirmó la entidad monetaria que ahora dirige Vanoli.

El plan Fábrega para subir las tasas

En los primeros meses del año, precisamente hasta mayo, Fábrega propició un incremento de las tasas.La Badlar, tomada como referencia por el mercado, pasó del 20% en enero a casi 30% el quinto mes.

Luego, el titular del BCRA tuvo que someterse a los designios de Kicillof.

Es así como esta referencia primero quedó planchada unos meses -en niveles cercanos al 21%- para luego descender un poco más, hasta acercarse al 20%.

De hecho, alcanzó un nivel incluso más bajo que el de principios de enero, es decir, previo a la devaluación (ver gráfico).

Esa "montaña rusa" en los rendimientos de las colocaciones bancarias tuvo su lógico correlato en los saldos de los plazos fijos.

• El fuerte crecimiento de los primeros meses, coincidente con la suba de tasas impulsada por Fábrega, se vio interrumpido cuando éstas comenzaron a caer.

• Entre enero y abril crecieron casi 20%, mientras que desde ese entonces a hoy apenas subieron un 2% (ver cuadro).

Quienes primero tomaron nota del cambio de tendencia fueron aquellos que habían depositado fondos por más de un millón de pesos (clientes mayoristas), que llegaron a retirar rápidamente del sistema hasta $10.000 millones.

En el caso de los minoristas, sus colocaciones se frenaron después. Precisamente a partir de junio.

Como consecuencia de estos movimientos, la participación de los grandes ahorristas respecto del total colocado descendió del 55% al 52% actual.

"Los depósitos a plazo fijo desaceleraron su crecimiento, habiendo sido desplazados por otros tipo de inversiones", sostuvo Gloria Prusak, gerente de Finanzas del Banco Credicoop (ver imagen).

Otro de los cambios observados tuvo que ver con el lapso de colocación del dinero. Al respecto, se registró un mayor protagonismo de los depósitos de muy corto plazo (hasta 59 días).

A punto tal que hoy día representan un 65% del total colocado (ver cuadro):

Curiosamente, los grandes ganadores de estas desavenencias entre Fábrega-Kicillof fueron los bancos.

Con poca demanda de créditos por parte de particulares y empresas, pagan poco por los plazos fijos y el gran negocio lo hacen prestándole precisamente al Banco Central.

El plan Fábrega sin Fábrega

Tras conocerse la renuncia de Fábrega, los analistas aventuraban que el bajo nivel en los tipos de interés se mantendría o, incluso, continuaría descendiendo, por la necesidad de impulsar una actividad cada vez más deprimida.

Pero, en forma sorpresiva, el nuevo presidente del Banco Central decidió retomar la política monetaria que impulsaba su antecesor.

Es por eso que los analistas hablan de una política monetaria "a lo Fábrega sin Fábrega".

La medida impulsada este viernes tiene como objeto alentar la captación de plazos fijos como una forma de desincentivar el pase a dólares, en particular de los pequeños ahorristas.

Claro está que esta iniciativa no es bien recibida por los bancos, pues le quita un instrumento clave para el manejo de su liquidez. Actualmente pagan por Home Banking -que es el que auspician con mayor insistencia- tasas que van del 17% al 22%. Con esta medida, ahora se verán obligados a pagar, en el peor de los casos, 6 puntos porcentuales más.

La pregunta que surge es qué harán con los pesos que recibirán de los particulares (y que posiblemente no necesiten) tras este mayor incentivo del Gobierno a ahorristas, en un contexto signado por la alicaída demanda de créditos.

Cabe recordar que desde no hace mucho tiempo las entidades se ven obligadas a cobrar por los préstamos destinados a las personas físicas un determinado porcentaje de la tasa Lebac, pero aún mantenían la libertad de definir la tasa que pagaban por los depósitos.

Ahora, esa opción quedó cercenada y, con ella, verán afectada su rentabilidad, que por cierto viene siendo cuestionada desde hace mucho tiempo por el propio Gobierno.

La agenda de Vanoli

La llegada de Vanoli fue interpretada por el mercado como una manera de abrir puertas para reformas que venían siendo reclamadas desde el propio kirchnerismo.

En especial, las referidas a una acción más resuelta del Banco Central para fijar tasas de interés en la banca privada.

En la prensa oficialista se ha venido criticando la amplia brecha entre la tasa que los bancos le cobran al Central para comprarle títulos (Lebac) respecto a la que pagan a ahorristas por sus colocaciones, lo que les permitía obtener interesantes ganancias (ver gráfico).

Además, desde las filas kirchneristas se venía reclamando esta suba para depósitos bancarios, sin que ello se traslade necesariamente a un mayor costo del crédito para consumo o inversión.

En su flamante debút, el nuevo titular del Central, tomó la "receta Fàbrega" para defender al peso, elevando para ellos los tipos de interés de las colocaciones. 

Asociada a esta iniciativa, impulsó una política de intervención sobre los márgenes de ganancia de las entidades financieras.

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