Paradoja: mientras la industria sufre por la escasez, hay "dólar barato" para turismo y Aerolíneas da 24 cuotas
En esta Argentina tan cambiante, hablar de largo plazo es hacer referencia a un puñado de meses.
Si no, que lo digan los dueños de las agencias de turismo, quienes durante la primera parte del año sufrieron el peor derrumbe de operaciones en más de una década, pero ahora están asistiendo a una suerte de "veranito", con un creciente nivel de consultas, reservas y ventas.
Pese a las malas perspectivas que se trazan sobre el empleo, a las proyecciones negativas para la inflación y a las cifras desalentadoras que arroja el nivel de actividad, el turismo internacional se las está arreglando para salir a flote.
Al buscar las razones de cómo esta actividad parece ir a contramano del resto de las variables, hay una única explicación: el dólar. Más específicamente, el revival del atraso cambiario, las crecientes expectativas de devaluación y el elevado gap respecto del paralelo.
Desde Ecolatina destacaron que "las tensiones en el mercado se han reavivado. El conflicto irresuelto con los holdouts y la elevada incertidumbre, han vuelto a traccionar la demanda de dólares, presionando el valor del paralelo, a la par que el BCRA se dedicó a mantener relativamente fijo el tipo de cambio oficial".
Un dólar a $8,50 que ahora luce como "barato" frente a otras versiones que cotizan libremente en el mercado, sumado a la elevada brecha, trajo como consecuencia, según la consultora, que "vuelvan a emerger todos aquellos estímulos que habían obrado a favor del turismo internacional. Una vez más, los argentinos vuelven a sentir que los viajes al exterior están ´subsidiados´, pese a la retención del 35%".
En diálogo con iProfesional, Rubén Sánchez, director de la cadena Majes Turismo, con presencia en Zona Norte, aseguró que "la expectativa sobre el tipo de cambio está generando que muchos vean como una oportunidad comprar un pasaje o un paquete a un destino internacional y poder pagarlo en cuotas y en pesos".
El empresario aseguró que "ya arrancó la venta para la temporada de verano 2015. Pero también estamos viendo que hay clientes que están realizando consultas y aelantando reservas para las vacaciones de invierno del año próximo, con el objetivo de anticiparse a cualquier movimiento del tipo de cambio".
Tomás Ryan, ex presidente de la Asociación de Viajes y Turismo y presidente de Ryan´s Travel, destacó el rol no menor que están teniendo las empresas del sector, que están saliendo a capitalizar este creciente interés con agresivas promociones y planes de pago a tasa cero.
"La propia economía está incentivando la salida de argentinos al exterior. Para este verano, en la Costa Atlántica, por ejemplo, se esperan alzas de precios del 30% respecto de la temporada pasada. Mientras tanto, las agencias salen a ofrecer paquetes de servicios valuados en dólares, a un tipo de cambio oficial que quedó barato aun con el recargo, y con la posibilidad de pagarlos en varias cuotas, en pesos y sin intereses", detalló Ryan.
En el caso de Garbarino Viajes, está ofreciendo 24 cuotas fijas y en pesos con su plástico propio o la posibilidad de cancelar la operación hasta en 18 meses sin interés con las tarjetas de otros bancos (ver imagen).
Desde Despegar, en tanto, a un amplio "menú" de opciones de financiamiento se suman precios "congelados" a destinos muy demandados, como Miami, Europa o el Caribe, con la posibilidad de viajar hasta agosto de 2015.
Fuentes de la Asociación de Viajes aseguraron a iProfesional que estas agresivas campañas están apalancadas en la necesidad que tienen las empresas del sector en revertir la fuerte recesión que las castigó durante la primera parte del año.
Además, destacaron que el Banco Central les habilita a cada agencia un tope de hasta u$s150.000 diarios, sin la necesidad de pedir autorizaciones.
De modo que a las compañías les está rindiendo vender el mayor volumen posible de pasajes y paquetes ahora, es decir, antes de que sobrevenga alguna eventual restricción o un salto del tipo de cambio.
Pese a las advertencias del titular del BCRA, Alejandro Vanoli, de que el Gobierno no va a devaluar, son varios los bancos y entidades que ya le pusieron "precio" al billete verde para diciembre, como el Santander, Credit Suisse, HSBC o Itaú, que estiman un valor que va de los casi $10 a los $11.
Frente a esto, Sánchez confirmó que "hay clientes que se apuran por comprar, ante las expectativas de devaluación. Incluso, esto lleva a que se haya profundizado la tendencia a preferir los hoteles tipo all inclusive o tratar de contratar todos los servicios posibles desde la Argentina, como excursiones o alquiler de auto, para no llevarse sorpresas más adelante".
La contracara de esta tendencia es la realidad que atraviesan las aerolíneas del exterior, que tienen temor de comercializar servicios en pesos y después no poder obtener la autorización del Banco Central para hacerse de las divisas. Esto llevó a American Airlines a reducir los plazos para la compra de pasajes, medida que fue considerada como "pro buitre" por el propio Gobierno.
Sin embargo, luego se sumaron otras compañías, como British o Copa, que aplicaron distintas limitaciones a sus operaciones en el país.
Crece la "fuga" Una muestra del creciente auge de más argentinos pugnando por hacer turismo internacional puede encontrarse en los propios registros de la AFIP.
Desde que el organismo habilitó en enero la ventanilla para la venta de dólares cash a valor oficial más un recargo del 35%, lleva entregados cerca de u$s400 millones (ver gráfico).
Cabe destacar que, en lo que va de octubre, la demanda de divisas alcanza un promedio de u$s2,2 millones diarios.
Esta cifra se ubica por encima del registro de invierno, una época fuerte en lo que hace al requerimiento de moneda extranjera. En agosto pasado, por ejemplo, la media por jornada no superaba los u$s1,7 millones.
Claro que esta es apenas la "punta del iceberg" del verdadero volumen que mueve el turismo internacional. Otro componente clave son los gastos con tarjetas en el exterior, que representan el 60% de la "sangría" que padece el Banco Central.
Según el último dato informado por la entidad que conduce Vanoli, el saldo por compras con plásticos fuera del país hacia fines de septiembre ya se habían disparado un 35% respecto de los niveles de agosto, alcanzando así el mayor registro desde febrero (ver infografía)
Otro dato clave es que los gastos de argentinos fuera del país, al cierre del mes pasado, se ubicaban apenas 20% por debajo del registro de igual período de 2013, cuando el recargo al "tarjeteo" era del 20% y el dólar oficial valía apenas $5,80.
Paradoja 1: más dólares para turismo que para automotrices
La economía, sin dudas, se está viendo afectada por la escasez de divisas, que le está imponiendo un techo al crecimiento.
Dante Sica, director de la consultora Abeceb, advirtió que el achicamiento de las reservas está repercutiendo en las importaciones de insumos y materias primas, lo que explica en parte la caída en el nivel de actividad, especialmente en el rubro automotriz.
Las empresas de este sector debieron frenar el ingreso de vehículos del exterior por falta de billetes verdes, y hasta se vieron obligadas a recurrir al mercado de "contado con liqui" para poder traer autopartes y no frenar la producción, que acusa un desplome del 25% en lo que va del año.
Lo llamativo es que este sector, que viene reclamando soluciones al Gobierno, recibió un cupo de apenas u$s100 millones por mes para cubrir las importaciones de piezas y componentes, una cifra que luce exigua considerando que el 75% del contenido de un auto nacional se produce afuera del país.
Una de las grandes paradojas del plan de Axel Kicillof es que el Gobierno está destinando más dólares al turismo internacional que a la industria automotriz, complejo del que dependen más de 40.000 empleos.
Según informó el propio Banco Central, el Gobierno está habilitando un promedio de u$s25 millones diarios para financiar los viajes al exterior.
Así, a lo largo del mes, la administración kirchnerista resigna cerca de u$s700 millones, siete veces más que el cupo que le otorgó a las automotrices y seis veces por encima del destinado a las terminales electrónicas de Tierra del Fuego.
Esta cifra la mencionó la propia Presidenta en su cuenta de Twitter, donde escribió: "Los argentinos, sí TODOS los argentinos, los que viajan, los que no viajan y los que nunca podrán viajar, pagamos todos los días por turismo, viajes y pasajes, entre 24/26 millones de dólares DIARIOS (si por día. Como suena y suma)".
Según la mandataria, de ese total, "unos 15 millones de dólares es por el uso de tarjetas de crédito y débito".
Así se expresó la jefa de Estado a través de su cuenta en la red social:
Paradoja 2:
La otra gran paradoja es que, mientras la Presidenta no oculta su fastidio por la "factura" que debe financiar el BCRA, es la propia aerolínea de bandera la que está ofreciendo los planes de financiamiento más ventajosos del mercado para viajar al exterior.
En efecto, en una promoción inédita, Aerolíneas Argentinas está dando la posibilidad de pagar pasajes hacia cualquier destino en el mundo y en cualquier fecha hasta en 24 cuotas sin interés.
Cabe destacar que este beneficio ni siquiera lo está dando el propio Gobierno en su nuevo plan para fomentar la industria nacional, que se limita a 12 meses de plazo para la compra de calzado, indumentaria, motos, bicicletas y muebles, entre otros productos.
Ryan consideró que "la promoción de Aerolíneas es inexplicable, porque en momentos en que faltan dólares para cubrir importaciones esenciales, están fomentando el turismo internacional".
El experto aseguró que "están ofreciendo una tasa fija, para pagar un servicio dolarizado, a lo largo de 24 meses y con un tipo de cambio atrasado. Lo están regalando. Esto, sin dudas, va a alentar a que más argentinos viajen, algo que no se entiende en momentos de escasez".
Fuentes de la industria aseguraron que uno de los problemas que enfrenta Aerolíneas son los elevados costos fijos y la gran cantidad de asientos disponibles, lo que la obligaría a tener que mostrarse más agresiva en materia comercial.
Días atrás, el propio presidente de la compañía, Mariano Recalde, adelantó que "vamos a ir a La Habana, Punta Cana y Cancún y agregaremos vuelos a Ecuador y a Salvador de Bahía".
"La idea no es que más argentinos viajen al Caribe, sino que Aerolíneas participe de ese negocio que representan los viajes a ese lugar y que resulta sumamente atractivo desde el punto de vista comercial", aseguró el funcionario, tratando de justificar de manera un tanto particular el nuevo auge por el turismo internacional.
Ese auge que, como en una suerte de realidad paralela, convive con las restricciones a las importaciones que padece la industria automotriz o el polo electrónico de Tierra del Fuego, que abastece entre el 90% y el 100% de los celulares, televisores y portátiles que se venden en el país.