iProfesionaliProfesional

Es un proyecto liderado por socios franceses, que adquirieron una finca de 30 hectáreas y levantaron una bodega con capacidad para medio millón de litros
10/10/2014 - 01:09hs

Llegan novedades desde Mendoza, más precisamente desde San Rafael. La protagonista es Bodega Marco Zunino, que acaba de presentar en sociedad su primera línea de vinos: Marco Zunino. 

La misma está compuesta por vinos jóvenes, agradables, frutados, aromáticos y sin madera, que reflejan el terruño tan singular de San Rafael.

La gama se completa con tres tintos: un Malbec, un Cabernet Sauvignon, un Chardonnay, un rosado a base de Bonarda y dos blends tintos. 

La enología está a cargo de Edgardo Ibarra, reconocido profesional del sector vitivinícola argentino, quien fuera presidente durante cinco años del centro de enólogos de San Rafael.

El origen del proyecto 

Bodega Marco Zunino nace del encuentro en la Argentina entre cuatro franceses de orígenes diversos y trayectorias complementarias, que se unen a través de la pasión por el vino y su capacidad emprendedora.

Marc Zunino y Ronan Guevel se conocieron en el salón de la Embajada francesa en Buenos Aires, en el 2009.

Después de un recorrido por las principales regiones vitivinícolas del país, eligieron el singular terruño de San Rafael, donde adquirieron un viñedo de 30 hectáreas al pie de Los Andes y construyeron una bodega de 1400 m2 que está equipada con tecnología de última generación importada de Italia (Della Toffola, Marzola).

Cuenta con su propia línea de embotellamiento y presenta una estructura flexible, capaz de adaptarse a los pedidos más específicos. La capacidad de producción alcanza el medio millón de litros distribuidos en 25 piletas de concreto y acero inoxidable.

Nacido en Mónaco, Marc Zunino se estableció en la Argentina antes de conocer a Ronan. Fue presidente de un gran grupo de concesionarios de automóviles en el sur de Francia y dueño de una empresa de creación y distribución de prêt-à-porter.

Gran aficionado de los vinos, se sumergió en el mundo de la vitivinicultura local. Como presidente de la bodega, aporta al equipo directivo su amplia experiencia como administrador de empresas, su conocimiento de los mercados emergentes, y su capacidad para anticipar y adaptarse a un entorno económico volátil.

Ronan Guevel, en tanto, trabajó durante 13 años en la empresa familiar fundada por su abuelo, dedicada a la distribución de bebidas y a la fabricación de cerveza artesanal. En el marco de sus responsabilidades, creó para la compañía varias marcas como la gama de cervezas de Bretaña "Mutine" y la línea de vinos con denominación "Les coteaux des Abers", haciendo los cortes con los enólogos.

Dueño de un espíritu inquieto, dejó Brest, su ciudad natal, para viajar por América Latina durante ocho meses antes de asentarse en Buenos Aires. Con su carácter emprendedor y creativo, Ronan contribuye al proyecto con sus conocimientos del mercado y redes de distribución.

Yann Gael Falc'hun se une a la compañía formada por sus compatriotas en 2012. Se radicó en la Argentina por amor en el 2011 donde, gracias a la red bretona, conoció a Ronan Guevel.

Egresado de la prestigiosa Escuela hotelera de Laussane en Suiza, trabajó en varios grupos hoteleros internacionales tales como el Guanahani & Spa en St. Barth (Antillas Francesas) donde obtuvo el prestigioso reconocimiento Les Clefs d'Or. Suma a la trayectoria de sus socios su experiencia en relaciones públicas y su facilidad para desarrollar contactos en el mundo entero.

Laurent Etchebarne, el último en sumarse al proyecto, vive en San Rafael. Oriundo del País Vasco, proveniente del entorno agrícola. Hombre de tierra, ejerce a diario la supervisión y la coordinación de la bodega realizando un contacto directo con los productores principales de la industria.

El quinto protagonista de esta aventura es Edgardo Ibarra, el enólogo. Invitados a una degustación en San Rafael, Marc y Ronan le comentaron a un asistente que habían probado un Bonarda maravilloso, quien les respondió que él era el enólogo y creador de ese vino. Enamorado de Francia, Edgardo hizo varias pasantías en el sur, en la región de Narbonne y es así que aceptó el desafío de participar en la creación de la bodega en su ciudad natal.

Temas relacionados