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Ladrillo en crisis: el metro cuadrado se reacomoda a un blue de $15 en las distintas zonas de la Ciudad

El titular de la Cámara Inmobiliaria, Armando Pepe aseguró que al Ejecutivo se le han pedido cosas pero "les han dicho todo que no"
25/10/2014 - 09:00hs
Ladrillo en crisis: el metro cuadrado se reacomoda a un blue de $15 en las distintas zonas de la Ciudad

El vicepresidente 1º de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Armando Pepe, denunció que el sector atraviesa "el peor año de los últimos 30" 

Señaló que desde septiembre de 2013 a la actualidad "cerraron 884 inmobiliarias" en Capital Federal, por lo que responsabilizó al Gobierno, ya que, según denunció, "dijo que no" a las alternativas planteadas por la entidad.

"Los índices del Colegio de Escribanos de la Capital Federal con respecto a escrituras realizadas este año, nos marca que este es el peor año de los últimos 30, así está el mercado", expresó el directivo.

Pepe sostuvo que se pidieron "cosas al Gobierno y nos ha dicho a todo que no", como el levantamiento del cepo y el subsidio de tasas a través del Banco Nación. 

"Se hizo

el relanzamiento del Cedin, donde los bancos privados pueden cobrar una comisión sobre cada certificado, pero no le han puesto pilas los bancos, no le han dado importancia al tema y seguimos exactamente igual", agregó.

"La situación está muy mal, solamente en la Capital Federal en el último año han cerrado las puertas 884 inmobiliarias, en los últimos 12 meses, solamente en la ciudad de Buenos Aires", puntualizó.

En esa línea, lamentó que el sector "no" tiene "con quién hablar. Meses atrás decíamos que no nos atendía (el jefe de Gabinete, Jorge) Capitanich, ni (el ministro de Economía, Axel) Kicillof, ni (el ex titular del Central, Juan) Fábrega".

"Con Capitanich estuvimos tres veces reunidos, pero no logramos absolutamente nada que seguir operando con el Cedin, la Presidenta lo anunció por Cadena Nacional, que los bancos iban a cobrar, pero nada", lamentó.

Pepe admitió que hubo una "'primaverita'este año, durante los 118 días en que el dólar blue no superó los 11 pesos. En ese momento se estuvo vendiendo, se vio reflejado en junio, la cantidad de escrituras subió 19%, pero después, cuando el blue empieza a moverse, se pone nervioso, sube y sube, no baja, se agacha para dar el salto y seguir subiendo, el mercado inmobiliario se complica muchísimo".

El 9 de octubre pasado, el Colegio de Escribanos porteño difundió un informe según el cual la cantidad de escrituras de compraventa de inmuebles en la ciudad de Buenos Aires registró en agosto una baja de 9,3% interanual, y se derrumbó 52,4% si se compara con agosto de 2011, cuando todavía no se había impuesto el cepo cambiario.

En dólares, más baratos

Por el lado de los precios, los actores del sector afirman que se han registrado bajas en dólares tras la devaluación de enero, pero que ese descenso lejos está de profundizarse y de extenderse a todos los barrios.

Tras el salto de la divisa de comienzos del año, el metro cuadrado había bajado entre un 5% y 10% en algunas zonas.

Para el caso de los departamentos a estrenar, el siguiente cuadro presenta los precios promedio de lista (para pisos intermedios) que, según afirman directivos de inmobiliarias, pueden sufrir rebajas del orden del 10% para quienes cuenten con dólares cash (en mano):

En el segmento de los departamentos usados -en línea con lo que sucede con las unidades a estrenar- también hubo un reacomodamiento tras el salto devaluatorio.

"Los valores están en promedio un 15% por debajo respecto a los del año pasado", afirmó el director de Altgelt Negocios Inmobiliarios.

Con el descenso registrado luego de enero, el precio del metro cuadrado promedio de los usados de 2 y 3 ambientes en Capital Federal, presenta el siguiente detalle (ver cuadro):

En pesos, más caros

Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, sostuvo que las propiedades "están caras", pese al leve descenso en dólares registrado a principios de año.

Para quienes disponen de pesos, la posibilidad de acceder a un departamento se ha alejado una enormidad producto de la disparada del blue.

A modo de ejemplo, puede considerarse un usado con un valor de mercado de u$s100.000:

Hace un año, valía $782.000 a precio blue ($7,82 por dólar) y $510.000 en el oficial ($5,1 promedio).

Hoy, cotiza a unos $1.500.000 (con el paralelo a $15) y a $851.000 a tipo de cambio del BCRA ($8,51).

• Es decir, en doce meses se registró un alza de casi el 100% tomando la cotización informal y del 67% con la referencia oficial.

Estas subas claramente más que duplican y hasta triplican las mejoras salariales.

"El ahorrista que compró hace un año un departamento con dólares en mano perdió, porque bajaron los precios en esa moneda. Pero en pesos ganó, porque aumentó la cotización del billete verde" más que la inflación, resumió el titular de Reporte Inmobiliario, Germán Gómez Picasso.

"Los propietarios no están apurados por vender, entonces las posibilidades de negociación son muy acotadas", añadió.

"En el último año, constatamos en la Cámara que la oferta de propiedades dispuestas a la venta cayó un 50%. La mayoría de los dueños, al no tener urgencias, optan por volcarlas al mercado de alquileres", remarcó Pepe.

¿Bajarán las cotizaciones si a futuro se logra estabilizar el tipo de cambio? Diego Migliorisi, de Migliorisi propiedades, descartó esta posibilidad.

"Se mantendrán en valores parecidos a los actuales. Quienes tienen billetes verdes en mano intentarán sacar ventajas y harán contraofertas agresivas. Pero seguirán encontrándose con propietarios firmes que no tienen apuro en desprenderse del inmueble", remarcó.

¿Y el boca de pozo?

Comercializadores y desarrolladores dieron cuenta sobre cómo la aceleración que muestran los costos de construcción pega fuerte en los proyectos conocidos como "boca de pozo".

Tal como diera cuenta iProfesional, fuentes del sector señalan que el rendimiento cayó respecto del que se lograba hace unos años.

Antes del cepo y en épocas del "boom del ladrillo", los particulares que se sumaban a una obra de este tipo lograban una rentabilidad del orden del 25% al 30% en dólares, punta a punta. Es decir, para un desarrollo a dos años. Hoy, esos guarismos se han reducido bastante.

"La rentabilidad que se obtenía de un buen proyecto podía ser excelente. En la actualidad, se logra un 20% en pesos en términos reales. Es decir, por encima de la inflación. Estas cifras pueden variar según el tipo de obra y la ubicación", aseguró Migliorisi.

Para Picasso, este segmento, que venía sorteando el parate del sector, cada vez está más preso de la fuerte suba en los costos de construcción.

"Los proyectos realizados mediante fideicomisos pierden ritmo por una economía recesiva y por costos crecientes. Esto retrae el desarrollo de nuevos emprendimientos", especificó.

El empresario remarcó que en lo que va del año, el incremento de los materiales -según el índice CAC -que es tomado como referencia- acusa un alza de casi el 30 por ciento.

Dado que prácticamente la totalidad de los fideicomisos se ofrecen hoy en cuotas ajustables por dicho índice, quienes ya las vienen pagando deben afrontar importantes ajustes en los compromisos mensuales.

"Quienes tienen los dólares y se pasan a pesos para participar de estos emprendimientos no obtienen una gran diferencia, por el impacto inflacionario", aseveró Gómez Picasso.

Manuel Estruga, fundador y director de Newlink Real Estate, expuso a iProfesional otro inconveniente vinculado con estas iniciativas.

"Los emprendimientos de este tipo que requieren de una preventa que ayude a financiar el arranque de la construcción están en problemas. Es que la comercialización anticipada es cada vez más escasa y cada repunte del billete verde aleja a potenciales interesados en cerrar una operación", dijo.

"En un momento en el país se llegaron a lanzar proyectos cuyas preventas eran de casi el 100%. Luego esa cifra cayó al 50%. Ahora, con suerte, se encuentran desarrollos prevendidos en un 30%", concluyó. El Cedin quiere pero no puede

Además de las complicaciones que trae aparejado el tipo de cambio, se da la incertidumbre en torno al uso del Cedin tras el relanzamiento impulsado por el Gobierno, por el que apostó a una revancha de este instrumento de pago, sustentada en una operatoria más rápida y que le sea redituable a los bancos.

Lo cierto es que, por ahora, estos certificados no han generado cambios significativos en el sector. De hecho, en la Bolsa de Comercio se registran no más de ocho o nueve operaciones por día por alrededor de u$s1.500.000 en total. Muy lejos, por ejemplo, de los u$s74 millones que el Gobierno vendió a particulares sólo el miércoles 1 de octubre para ahorro.

"Para que el Cedin se convierta en billetes verdes deben transcurrir dos días. Este es uno de los aspectos que desalienta su aplicación", aseguró Arévalo.

"Si el Gobierno avanzara con los cambios que se comprometió a hacer, podría ser un recurso adicional para afrontar la caída en el nivel de operaciones" completó.

Otra vez el "stand by"

Damián Garbarini, titular Garbarini Negocios Inmobiliarios, señaló a iProfesional que "siempre la escalada del dólar blue paraliza la demanda, dado que en la Argentina los inmuebles se vienen pensando en esa moneda desde la década del 70".

"En general, las operaciones se frenan. Aparecen cotizaciones intermedias, como la del dólar celeste - que tiene un precio entre el blue y el oficial- pero el nivel de transacciones atadas a ese valor resulta escaso", remarcó el empresario.

Altgelt coincidió: "La sensación es que volvió el parate tras el leve repunte que se diera en meses previos. La causa es la misma: incertidumbre y tipo de cambio inestable".

"Cada vez que hay movimientos en la cotización del 'blue', las decisiones de los particulares quedan en 'stand by'", remarcó Federico Gagliardo, CEO de la desarrolladora Vitrium Capital.

Desde la consultora Reporte Inmobiliario dan cuenta de una instancia de "resguardo".

"Más allá de ese aparente cambio de tendencia que había traído la llamada pax cambiaria de meses previos la caída del sector inmobiliario, medida en términos de compraventa, se ubica entre las peores de las últimas décadas", sostuvo Gómez Picasso.

Y agregó: "Seguimos insertos en niveles como nunca antes visto. La pesificación, que en su momento quiso imponer el Gobierno, no anduvo, y en esta actividad sigue mandando el dólar".

Para Gómez Picasso, la caída en la comercialización no llega a ser la vivida en la crisis de 2002, aunque destacó que en aquel entonces, tras tocar un piso, la compraventa se recuperó rápidamente.

"La demanda hoy está retraída no sólo por los inconvenientes que genera la falta de dólares sino por el escenario incierto que se presenta en cuanto a su futura cotización", concluyó el empresario.

Al igual que él, muchos otros ejecutivos del sector se habían entusiasmado meses atráscon la pax cambiaria. Una calma que sólo contribuyó a levantar el ánimo apenas un par de meses. Pero que se fue con la misma rapidez con la que se aceleró el billete informal tras el conflicto con los holdout.

El ladrillo, otra víctima indirecta de un blue que no encuentra techo y de un litigio con los buitres que llegó para sobrevolar los edificios de la Ciudad durante un buen tiempo.

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