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Aldo Abram: "En semanas, la brecha cambiaria volverá por encima del 80%"

"No hay forma de que no suceda", dijo el economista y apuntó que "la tensa calma es típica de períodos en los que el Gobierno presiona a los operadores"
22/10/2014 - 14:34hs
Aldo Abram: "En semanas, la brecha cambiaria volverá por encima del 80%"

El economista Aldo Abram señaló que "no hay forma" de que la tensa calma del dólar paralelo dure mucho más tiempo, pese a las presiones del Banco Central (BCRA) y del Gobierno. Consideró que "semanas más o menos, la brecha cambiaria volverá a elevarse por encima del 80%".

Advirtió además, que si el Estado no toma las decisiones correctas para corregir los errores y encausar a la economía, se profundizará la recesión, habrá una inflación 50%, y crecerá la desocupación.

En diálogo con El Cronista, el director Ejecutivo de Libertad y Progreso pronosticó que "una vez pasado el efecto anestésico de este tipo de medidas, dado que no se curó la enfermedad, el valor del dólar paralelo volverá a reflejar la fuerte depreciación del peso, generada por un Banco Central forzado a cobrarnos altísimos impuestos inflacionarios para financiar los excesos de gasto del Gobierno".

Abram advirtió que "semanas más o menos, hacia finales de año, la brecha cambiaria volverá a elevarse por encima del 80%. No hay forma de que esto no suceda; ya que se prevé que el Central deberá transferirle al Gobierno más de $110.000 millones en este último trimestre. De todas formas, el impacto pleno de este exceso de liquidez no se notará tanto ahora, como sí a principios de 2015".

Y agregó, "hacia finales de año, los argentinos tendemos a demandar muchos pesos para atesorar para las fiestas y las vacaciones; lo cual se ve facilitado por el cobro del aguinaldo. En la media que esos fondos se usan, vuelven al sistema financiero y es cuando terminan depreciando fuertemente el peso. Es decir, impactando en los precios de los bienes y servicios y del dólar paralelo". 

El consultor económico financiero explicó que "la actual calma es típica de los períodos en los que el Banco Central y el Gobierno salen a presionar a operadores del mercado o a forzar empresas o bancos a vender activos dolarizados. Lo único que logran es una merma coyuntural y terminar afectando la solvencia de aquellos que se vieron forzados a deshacer su cartera y, lamentablemente, afecta negativamente el aval de nuestros depósitos en los bancos y el de los seguros que cubren nuestras contingencias".

Alertó en tanto, que pretender no subir el tipo de cambio oficial "implicará continuar retrasándolo e incrementando el desequilibrio entre oferta y demanda del mercado 'cepo', que ya es fenomenal. Esto se volverá insostenible en el primer trimestre de 2015 y debería llevar a una nueva situación de estrés cambiario peor que la de principios de 2014. La corrección necesaria será mayor cuanto más se hayan resistido a reconocer la verdadera devaluación del peso".

Abram consideró que "en la medida que no se elimine el cepo cambiario, dado que este significa que el dólar oficial reconoce cada vez una menor proporción de lo que se deprecia el peso, los sectores productivos de bienes, principalmente los exportables, seguirán viéndose asfixiados. Además, el cepo también afecta a los fondos que se traen como financiamiento o como inversión". 

"Si a esto se le suma que las exportaciones se verán mermadas por la asfixia del cepo cambiario y por la caída de los precios internacionales, tenemos el combo para una recesión que debería rondar una caída de 4% del PBI, como mínimo. En tanto, la presión de los excesos de gasto público sobre el BCRA garantizan una inflación que buscará estar alrededor de 50%. En este escenario, es esperable que la desocupación crezca; pero es cierto que la alta inflación suele licuar los salarios y, de esa forma, moderar el impacto en la pérdida de empleos", agregó.

Al finalizar, el economista sugirió que "en primer lugar, sería necesario reducir el ritmo de crecimiento del gasto público primario, que hoy supera con creces el 40%, hasta porcentajes que ronden el 30%. De esa forma, se podría dejar de exprimir al Banco Central como se lo está haciendo hoy, con riesgo de terminar quebrándolo y, con él, a todos los argentinos. Controlar el incremento de las erogaciones, necesariamente, tiene que pasar por corregir las distorsiones de precios que se han generado con los subsidios indiscriminados a los servicios públicos, que en más de 70% van a gente que los pueden pagar".

A partir de esto, dijo que "habría que tratar de equilibrar el mercado controlado oficial; para lo que será necesario una fuerte suba del tipo de cambio. Dado que se ha quitado a gran parte de la demanda de las personas y las empresas, no es necesario que el dólar oficial refleje plenamente el verdadero valor del peso; por lo que el ajuste no debería ser demasiado elevado. El objetivo sería dejarle al próximo gobierno una situación algo más desahogada y ordenada, para que pueda encarar una salida del cepo minimizando los costos sociales y económicos". 

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