¿Segundas partes nunca fueron buenas? En Motorola, el fabricante de teléfonos móviles que Google vendió a Lenovo, quieren demostrar lo contrario con el Moto G 2015, la nueva versión del “smartphone” más vendido de este año en la Argentina.

Con el nuevo equipo, la empresa quiere repetir el éxito cosechado por la primera versión, bajo el concepto de introducir alguna mejora pero sin tocar mucho el precio, todo un desafío en una Argentina que atraviesa un período inflacionario de dos dígitos anuales.

Al cierre del tercer trimestre de este año, Motorola tenía el 20% participación de mercado y ya ocupa el segundo puesto del ranking de vendedores de "smartphones".

Motorola logró ser tan competitivo en el precio al optar por márgenes bajos, renunciar a grandes inversiones en marketing y recurrir a la versión más pura de Android. 

“Queremos que el precio no sea una barrera para tener una mejor experiencia”, aseguraron en la oficina local de la marca, donde precisaron que el nuevo modelo está apuntado a adolescentes. 

La vara a superar es alta: el Moto G fue tan exitoso que en la primera semana de noviembre se acabará su stock en la Argentina, a tiempo para que su lugar sea cubierto por la nueva versión. 

“Siempre fuimos detrás de la demanda del producto, llegamos a un tope de 40 mil unidades activadas por semana”, admitieron las fuentes.

A diferencia del anterior modelo, el Moto G 2015 estará disponible únicamente con Claro. “Movistar y Personal no gastan más de 200 dólares si no tienen 4G”, explicaron desde la oficina local de Motorola.

4G es la tecnología que comenzaría a llegar en 2015 al mercado argentinas, si los planes gubernamentales en esta materia llegan a cumplirse. “El proyecto de incluir 4G demandaba más tiempo y necesitábamos llegar antes de fin de año”, reconocieron las fuentes, aunque aclararon que la nueva versión vendrá “si nada del ‘carrier’”.

Sobre la nueva versión del Moto X, el teléfono móvil de alta gama, esperan tener novedades hacia fin de año sobre su arribo a la Argentina. En cambio, no nay fecha estimada para la llegada del reloj inteligente Moto 360.

AnálisisEl dispositivo, que iProfesional probó la semana previa a su presentación en la Argentina, crece media pulgada, hasta las 5 pulgadas. 

La resolución no varía, es de alta definición (HD), 720x1280, aunque con el incremento de tamaño de la pantalla la densidad de píxeles cae un poco (294ppi) pero es una pérdida imperceptible. 

A la luz directa del sol la experiencia de uso es muy buena, con tecnología IPS que minimiza los reflejos y da  una mejor visión en cualquier ángulo.

El procesador no cambia y sigue el Qualcomm Snapdragon 400, de cuatro núcleos a 1,2GHz y la RAM se queda en 1GB, una combinación que mueve al primer Moto G.

¿Cuál es la clave para que el desempeño sea tan fluido en este equipo como en otros de gama superior, con más memoria RAM y procesadores más poderosos? La respuesta pasa por el software, porque Motorola no le mete una capa de personalización.

Así, el Android 4.4.4 Kit Kat se encuentra puro y la actualización a Android L, la próxima actualización del sistema operativo de Google está garantizada.

Quienes conocen al Moto G notarán en la nueva versión la mejora de la cámara, uno de los puntos más flojos del primer modelo. 

El sensor pasa de los 5 mega píxeles a los 8 de la segunda versión, la apertura focal es mayor (f2.0) y el enfoque tiene mayor precisión.  

El dispositivo estará disponible en dos versiones de 8 y 16 Gb de almacenamiento, pero ahora ofrece la posibilidad de ampliarla vía SD hasta 32 GB adicionales. 

Otro punto a favor: pese al aumento de las dimensiones el peso se mantiene (149 gramos) y el diseño sigue la misma línea. 

El agarre y la sensación al tacto son muy buenos, en especial con las Motorola Shells, cubiertas para personalizar el teléfono, y las Flip Shells, carcasas con tapa.

El Moto G 2015 se ubica como una buena opción para un usuario que no quiera gastar mucho dinero en un “smartphone” pero a la vez quiera disponer de una muy buena experiencia de uso. 

La llegada del nuevo modelo se da en un contexto de intensos cambios en la compañía, iniciados en 2011 cuando fue comprada por Google, una movida que otros fabricantes del ecosistema Android recibieron con recelo.

Pero Google vendió la firma a Lenovo a comienzos de este 2014. Esa adquisición no se hizo efectiva aún porque falta la decisión final de algunos reguladores de mercado, si bien espera que la transacción se cierre antes de que termine el año.