El mercado de trabajo sigue resistiéndose a la participación de mujeres en puestos de decisión. Si en 1996, ellas ocupaban un 22,9% de esos cargos; en 2012, esa cifra trepó sólo al 31,6 por ciento.

Este leve avance se registra tanto en el sector público como el privado, pero existen diferencias entre ambos. En el ámbito estatal, las mujeres alcanzaron en 2012 casi la paridad: un 50,3% de los cargos de jefatura y decisión están ocupados por ellas. El poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial son los que experimentaron una mejor evolución en los últimos años: del 16,2% en 1996, al 52,4% en 2012, una mejora que se explica en parte por la plena vigencia de la Ley de cupos.

En el ámbito privado, sin embargo, ellas siguen arrinconadas en menos de un tercio de esos puestos (28%) y el ritmo de estos avances fue aún menor en las grandes y medianas empresas (del 21,7% al 24,7% entre 1996 y 2012)

Estos son algunos de los resultados del informe "Género en el trabajo. Brechas en el acceso a puestos de decisión", elaborado por Gabriela Cattenberg y su equipo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que además de los datos cuantitativos contiene información de 30 entrevistas a gerentas y CEO del sector privado.

"Nos estamos acercando a 2015, fecha elegida por todos los países como límite para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio. En términos de promoción de la igualdad entre géneros, Argentina se propuso una meta ambiciosa: la equidad en las brechas de ingreso y en el acceso a los puestos de decisión. El informe muestra que, si bien las desigualdades persisten, la presencia de mujeres aumentó y que sus mejores logros educativos empiezan a manifestarse en el mercado de trabajo", señaló René Mauricio Valdés, Representante Residente del PNUD en Argentina, en declaraciones reproducidas por Tiempo Argentino.

Ese fue otro de los datos destacados del informe. El PNUD mostró que aún existe disparidad en la inserción y en las condiciones: las mujeres trabajan menos horas y sufren más las condiciones de empleo precario.

Sobre ellas también recae el 75% de las tareas vinculadas al hogar y los cuidados de niños, enfermos y ancianos.

Sin embargo, las brechas en los ingresos por hora entre varones y mujeres se redujo significativamente, sobre todo en las mujeres con estudios universitarios: pasó del 33,9 en 1996 a 10,4 a 2012. Entre hombres y mujeres con primaria completa, sin embargo, la mejora fue menor (del 33,8% en 1996 al 26,2% en 2012), un dato que puede estar indicando que los avances se concentraron sobre todo en un sector social con más recursos y que hoy existe una mayor heterogeneidad entre mujeres según capital social y económico.

Las estimaciones del informe, relata Tiempor Argentino, están realizadas en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), cuya caracterización de los puestos de "jefatura y decisión" es mucho más amplia que la de puestos de máxima autoridad. Por eso, los resultados del informe de PNUD son más optimistas que los diagnósticos de otras investigaciones. 

Como señala el estudio de PNUD, también aquí se observaba una mayor participación en cargos jerárquicos en empresas de menor tamaño de facturación y en aquellas pertenecientes al rubro servicios y comercios. 

El perfil de las ejecutivas- La mayoría (40,7%) tiene entre 35 a 49 años, pero hay cada vez más jóvenes de 35 (un 19,8%). Un 44,4% de los hombres que ocupan altos cargos tienen, en cambio, entre 50 años y más. Eso permite suponer que hay un recambio generacional.

- Dos de cada tres mujeres en esos puestos está en pareja (un 15% unida, un 51% casada) frente al 82% de los varones en la misma posición. El 43% de ellas está casada con otro varón en jefatura o dirección, lo que indica que ellas se siguen ocupando de las tareas domésticas.

- El 52,7% de las mujeres en cargos de decisión tiene estudios superiores y universitarios completos. En el caso de los varones, esa cifra representa el 34,6%. "Los requerimientos para las mujeres son mayores", resumió Cattenberg.

- Ese avance educativo también se observa en la matrícula de la UBA: ellas superan a los varones en casi todas las facultades.