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La profesional, que ya había ganado esta competencia en 2010, triunfó anoche en la competencia organizada por la Asociación Argentina de Sommeliers
29/10/2014 - 22:41hs

La Asociación Argentina de Sommeliers (AAS) realizó ayer, en el hotel Four Seasons de Buenos Aires, la final de la sexta edición del Concurso Mejor Sommelier de la Argentina 2014.

La sommelier Paz Levinson, que es oriunda de Bariloche, tiene 36 años, y actualmente reside en Francia, volvió a ganar la competencia que ya ganara en 2010.

El segundo lugar lo obtuvo Martín Bruno (31), del restaurante Tegui. Ambos representarán a la Argentina en el próximo Concurso Mejor Sommelier de las Américas, que tendrá lugar en Chile en abril de 2015, y quien obtenga la mejor posición en dicho torneo se convertirá en el candidato argentino en el próximo mundial de sommellerie, que se realizará en Argentina en colaboración con la Asociación de la Sommellerie Internacional en 2016.

La tercera posición fue alcanzada por Agustina de Alba (26), a cargo del programa de bebidas del restaurante Aramburu.

El top 10 de la sommellerie argentina se completa con los profesionales Valeria Gamper, Andrea Donadío, Marina Petersen, Martín Krawczyk Pardo, Jerónimo Tellarini, Constanza Cabello, y Nicolás Martianhes, quienes terminaron entre el cuarto y el décimo puesto respectivamente.

Andrés Rosberg, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers, destacó que "vamos camino a ser anfitriones de un mundial de sommellerie en 2016, al que van a venir más de trescientos de los mejores sommeliers y prensa especializada de más de sesenta países, y queremos hacer un buen papel. Por ello este año se premia a los finalistas mayormente con capacitaciones. También se aumentó el nivel de exigencia en las pruebas en la ronda eliminatoria y la final, y fue maravilloso ver cómo los tres finalistas respondieron a éste nuevo desafío incrementando ellos también su performance. Argentina es uno de los mayores productores de vino del mundo, ahora tenemos que lograr que nuestra sommellerie ocupe un lugar acorde".

Para llegar a la final, los candidatos tuvieron que superar una ronda eliminatoria que duró un día. Así atravesaron un examen escrito con 180 preguntas de geografía vitivinícola mundial, legislación, enología, viticultura, otras bebidas, coctelería, y cultura general del vino; una prueba de cata a ciegas de dos vinos, que debieron describir -uno en castellano y otro en inglés o francés-; un test de maridaje en el que degustaron un plato con dos vinos y eligieron el mejor acuerdo; una cata de bebidas que no eran vino -y que debieron reconocer; y una prueba de servicio, en la que se les solicitó que efectuaran una decantación formal de una botella de vino tinto para cuatro personas -y en menos de cinco minutos.

Los tres profesionales que obtuvieron los mejores puntajes en esa primera ronda, fueron convocados entonces a participar de la final, que se realizó anoche en el salón mayor del Four Seasons Hotel Buenos Aires. Ante un auditorio colmado, los finalistas debieron catar tres vinos y cinco bebidas a ciegas; servir un champagne para siete personas, vaciando la botella y vigilando que la cantidad vertida a cada comensal fuera la misma; elaborar un clásico cocktail Manhattan; decantar una botella de tinto y servirla a cuatro personas, mientras explicaban en inglés las diferencias entre dos zonas vitivinícolas de Francia; corregir un menú con diez vinos del mundo -en los que había un error en la procedencia, en la ortografía, una cosecha que no se había presentado, etc.-; y, por último, reconocer una serie de fotos de personalidades del mundo del vino nacionales e internacionales. Todo esto, claro, siendo examinados en su presentación, su actitud de venta, la capacidad para hablar una segunda lengua, siguiendo protocolos estrictos, y en apenas algo más de media hora por candidato.

Paz Levinson remarcó la importancia del Concurso Mejor Sommelier del Mundo que tendrá lugar en Argentina en 2016, ya que "es muy grande el respeto que ha ganado la Argentina a nivel internacional... ¡un mundial de sommeliers no se hace en cualquier país del mundo!"

Como conclusión, Sergio Villanueva, director ejecutivo del Fondo Vitivinícola -la entidad a cargo de la promoción del vino argentino en nuestro país, y auspiciante principal de esta competencia desde 2006- resaltó que "es cada vez más evidente que, para un restaurante, el sommelier es una inversión, y no un gasto... en un entorno cada vez más competitivo, el sommelier es el mejor embajador que un vino puede aspirar a tener en un hotel o restaurante, ya que se dedica a destacar las virtudes de nuestra Bebida Nacional en el momento mismo en que los comensales deciden qué van a beber."

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