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La falta de dólares en la vida cotidiana: no hay desde vacunas a repuestos de autos y se demoran obras en subtes

Las restricciones muestran su peor cara en el sector de la salud. Los profesionales denuncian una larga lista de productos que brillan por su ausencia
30/10/2014 - 14:12hs
La falta de dólares en la vida cotidiana: no hay desde vacunas a repuestos de autos y se demoran obras en subtes

El problema que enfrenta el Gobierno por la escasez de dólares lo está sintiendo en carne propia el sector privado. 

El Banco Central, afectado por la dsiminución de las reservas, hace varias semanas que está restringiendo la entrega de divisas para el pago de importaciones. 

De hecho, se estima que, en lo que va del año, la entidad que conduce Alejandro Vanoli, no entregó u$s5.500 millones a empresas para cancelar compromisos comerciales con el exterior. 

En la misma línea, el Ministerio de Economía comenzó a aplicar un sistema de cupos, que tienen como objetivo disminuir la "sangría" de divisas.

Así, el rubro automotriz cuenta con apenas u$s100 millones mensuales para el pago de importaciones, mientras que la industria electrónica se debe conformar con u$s120 millones. 

Frente a este escenario, los faltantes de insumos, materias primas, partes y piezas provenientes del exterior se profundizaron en los últimos meses. A punto tal que, según la Cámara de Importadores, en la actualidad prácticamente no queda sector de actividad que no padezca alguna demora. 

La situación más sensible se da en el rubro de la salud, en el que el faltante de vacunas complica la actividad diaria de los centros sanitarios como el Stamboulian o Vacunar.

Estos institutos, en la actualidad, carecen de dosis de vacunas contra la hepatitis, para la prevención de la varicela o las antirrábicas.

Pero los faltantes no se agotan ahíMarcelo Kassabchi, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Farmacias, advirtió que "en general, hay problemas con los medicamentos que se preparan en el país pero que necesitan drogas traídas de afuera, porque el ingreso está bastante limitado. Esta situación afecta especialmente al área de oncología y a aquellos insumos de alto costo". 

El directivo agregó que "a las farmacias que hacen preparados con drogas elaboradas en el exterior se les complica mucho contar con la materia prima necesaria. A lo sumo, terminan consiguiendo la cuarta parte de lo que en realidad necesitan para abastecer con normalidad a sus clientes". 

Además, Kassabchi reconoció los inconvenientes con las vacunas: "Hay un notorio faltante. Incluso, la situación es más grave que en el caso de los medicamentos. En general hay faltantes de todas, como la antitetánica, para la difteria o la quíntuple, justo ahora que es temporada de vacunación. Nos llegó la información de que, lo que está por entrar, no va alcanzar para cubrir el número de dosis que necesitamos en Argentina". 

En la página web de Stamboulian destacan los faltantes de ACT, Varicela, Imogan o la requerida para la hepatitis, tal como puede observarse en la siguiente imagen: 

También los faltantes afectan a las vacunas para combatir la varicela:

El aviso "en falta" también se puede observar en el caso de las Marcelo Kassabchi.Marcelo Kassabchi.

En el caso de las vacunas contra la hepatitis, la entidad informa que la misma está "sujeta a disponibilidad":

"Las demoras están a la orden del día. El mejor ejemplo es el de la vacuna BCG utilizada para el cáncer de próstata. Es un producto que viene ya manufacturado de Israel y el laboratorio que los distribuye en Argentina sólo hace tres entregas por año y para los pacientes que ya la están utilizando. Es decir, no hay suficiente stock para abastecer a más personas", afirmó Kassabchi.

Problemas para el mercado automotor

El mercado de las autopartes es otro de los rubros que padece el cerrojo importador. Como suele suceder, esto lo terminan sufriendo los bolsillos de los argentinos

Por el desabastecimiento, la inflación acumulada y la devaluación de enero, en algunos talleres y casas de accesorios advierten que hay piezas que registraron un incrementos del 200% respecto del año pasado.

Este encarecimiento no sólo se da en el caso de los componentes de los vehículos importados premium. También se elevó considerablemente el gasto a la hora de cambiar un accesorio o de reparar un auto de las llamadas marcas masivas.

A continuación, una comparación de precios entre los valores vigentes el año pasado y en la actualidad: Capot de Volkswagen Bora: costaba casi $2.000. Hoy, $3.700 (+85%)

Paragolpe de Ford EcoSport: pasó de $900 a $2.500 (+177%)

Kit de distribución (correa, tensores): de $750 a $2.000 (+166%) 

Embrague (para auto de gama media): de $1.700 a $3.500 (+105%)

Radiador de Volkswagen Gol: de $1.000 a $2.000 (+100%)

Hay otros arreglos que hoy resultan más costosos. Reparar un sistema de combustible (cambio de inyectores, extracción del tanque, lavado, armado, con mano de obra) implica un desembolso que puede superar los $20.000.

En 2013, costaba la mitad y se podía resolver en menos tiempo, ya que actualmente si los inyectores son importados, esto puede implicar una demora cercana a los 90 días.

El encarecimiento de repuestos, sumado a la demora para que éstos lleguen a manos de los comercios, ha derivado en que muchos argentinos opten por importarlos por cuenta propia o recurrir a portales como Mercado Libre.

Todos estos cambios en la baja disponibilidad de piezas y los fuertes aumentos derivaron en marcadas caídas de actividad en los talleres mecánicos. 

Este escenario de desabastecimiento se potencia producto de que, en promedio, el 70% de las autopartes para la fabricación de un vehículo nacional, en realidad deben ser importadas.  

A esto hay que sumarle que poco más del 50% de los autos que se patentan en el país son de origen extranjero.

Anuncio Testani, presidente de la Asociación de Propietarios de Talleres Automotores de Zona Norte, confirmó que a partir del mes de octubre, las terminales impusieron aun más restricciones en la entrega de repuestos.

De esta forma, a un escenario complejo se sumó que los talleres o distribuidores ahora no pueden hacerse de un stock, dado que las compras de repuestos a las automotrices pasaron a hacerse prácticamente por auto y por número de chasis

Testani también confirmó el aumento de robos por el faltante de piezas. "Se sustraen más autos y accesorios, especialmente cubiertas. Creció mucho el mercado negro", afirmó el directivo. 

En Warnes, tal como diera cuenta iProfesional, la escasez de algunos componentes obligó en los últimos meses a algunas casas de repuestos a redireccionar sus negocios hacia productos de más fácil disponibilidad.

En ese sentido, muchos locales especializados en la comercialización de embragues migraron a rubros como el de baterías, por ser más sencillas de conseguir.

En el interior, la escena también es compleja. Ante la imposibilidad de obtener ciertos accesorios, los mecánicos deben apelar a su ingenio para sortear la situación.

"Cuando no conseguís un rulemán de rueda, no te queda otra que adaptarlo o fabricar localmente una pieza nueva. Pero no todo se puede cambiar. Hay partes de cardán de algunos modelos que no se consiguen", comentó el dueño de uno de los mayores talleres de la provincia de Mendoza. La Línea E, parada

Las complicaciones para importar se extienden a otras actividades y hasta se registran casos insólitos, como el de tener que demorar una "mega obra" porque hay complicaciones para ingresar una "mini pieza".

A modo de ejemplo, la firma Roggio tuvo que suspender la ejecución de la Línea E de subterráneos por no poder ingresar los "clips" que fijan los rieles a los durmientes.

Esto está derivando en un aumento de costos y en demoras en la construcción de tres estaciones entre Bolívar y Retiro. 

Entre otros factores, Roggio aduce trabas para importar los clips Pandrol (ver imagen), un componente requerido para fijar los rieles a los durmientes.

De acuerdo con sitios especializados en transporte, pese a que los rieles ya están comprados, la falta de este elemento hace que sea imposible avanzar.

Este clip es fundamental para sostener los rieles y el hecho de que no se puedan traer retrasa la terminación de la obra, ya que sin este insumo no se pueden hacer correr a los trenes.

La construcción de tres estaciones de la línea E entre Bolívar y Retiro viene muy discutida entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Nación.

El costo del proyecto tuvo varias modificaciones de traza y de presupuesto: arrancó con un costo de $345 millones y ya acumula desembolsos por encima de los $1.100 millones.

Como queda en evidencia, la escasez de dólares está pegando en numerosas ramas de actividad. A punto tal que ni la salud ni las obras públicas pudieron quedar inmunes