El primer ministro de Hungría, Víctor Orban, anunció este viernes que abandonará su plan cobrar un impuesto sobre el uso de Internet.

La decisión se tomó después de que miles de manifestantes salieran a las calles para protestar contra el proyecto del gobierno.

Orban explicó a una emisora local que el impuesto no será aplicado en su actual formato debido a que fue considerado irrazonable por la mayoría de los húngaros.

Los manifestantes objetaron no solo el cobro del impuesto sino también que tal medida podía restringir el acceso a la información y a la libertad de expresión.

El partido de gobierno había afirmado que el impuesto era necesario para mejorar el balance del presupuesto del país para 2015.