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El real se devalúa, toca su nivel más bajo en una década y mete presión al tipo de cambio en Argentina

Hay alerta entre empresarios y preocupación en el Gobierno. Con la moneda brasileña tan debilitada, se hace muy difícil vender en ese país
10/11/2014 - 13:28hs
El real se devalúa, toca su nivel más bajo en una década y mete presión al tipo de cambio en Argentina

Los industriales argentinos, sin dudas están pasando por uno de los momentos más difíciles de la última década. 

Deben lidiar con una caída del consumo del 8% y una tasa de inflación que amenaza con acercarse al 40% en el año.

Para hacer aun más complejo el panorama, la tensión gremial va en aumento, de la mano de crecientes reclamos por bonos compensatorios para contrarrestar la caída del salario real.

Pero esos no son los únicos problemas que deben sortear en una coyuntura plagada de obstáculos: este año vieron cómo se agravaron las restricciones al acceso de divisas para importar.

Además, la relación con el Gobierno no pasa por su mejor momento, luego de que la sanción de la Ley de Abastecimiento despertara una ola de críticas y propulsara la unión de diversas cámaras en pos de un mismo reclamo.

Para agravar el escenario, el inicio del mes de noviembre significó el punto final para el colchón de competitividad cambiaria logrado tras la devaluación de enero.

Peor que eso, según un análisis de la consultora Elypsis, el tipo de cambio en términos reales (es decir, considerando la suba de precios local y la de los principales socios comerciales) hoy está un 5% por debajo del de enero, de modo que la ecuación regresó a los niveles de diciembre.

Así las cosas, las empresas se quedaron con lo peor de la depreciación de inicios de año: se deterioró el poder adquisitivo -lo que se tradujo en una caída del consumo-, se aceleró la presión en los costos y ahora las firmas son menos competitivas (en términos cambiarios) para insertarse en los mercados internacionales.

Pero si algo sacudió a los empresarios argentinos fue la sorpresiva devaluación de la moneda brasileña, que pasó a tocar su nivel más bajo desde el año 2005 respecto del dólar. 

En otras palabras, el real se ha debilitado a tal punto que le permite a las empresas del país vecino alcanzar el mayor nivel de competitividad en casi una década (siempre en términos cambiarios)

El siguiente gráfico muestra cómo se aceleró la depreciación de la moneda brasileña a partir del mes de julio y cómo este movimiento se profundizó en los últimos días: 

Cambio de tendencia

Al analizar el "historial cambiario" de los últimos años, se observa que cada vez que Brasil devaluó, el BCRA no tuvo más remedio que ir acompañando y "copiar" movimientos del real, haciendo lo propio con el peso argentino. 

Sucede que más del 20% de las exportaciones se dirigen hacia ese país y que hay planes de inversión dentro del Mercosur que se suelen definir en función de los costos salariales.

Esto explica por qué usualmente se apela a la frase de que la política monetaria argentina "baila al ritmo carioca", en función de las medidas que se tomen en el país vecino.

En el siguiente gráfico, elaborado por Econviews, se puede ver cómo hasta 2013 la evolución del precio dela moneda vecina frente al dólar luego fue "calcada" por el peso: 

Sin embargo, esta relación "simbiótica" entre ambas monedas tuvo un punto de quiebre este año, dado que el BCRA pasó a estar mucho más condicionado por las urgencias internas que por las novedades que llegaban desde el país de Dilma Rousseff. 

Así, en enero, la presión en el mercado cambiario y el continuo deterioro de las reservas obligó a la entidad que conducía en ese entonces Juan Carlos Fábrega, a avanzar con un fuerte salto del dólar.

Pero ahora que el real brasileña alcanzó su nivel de mayor debilitamiento en casi una década, el BCRA está optando por dejar el billete verde quieto. ¿La razón? evitar un fogoneo de la inflación.

Al respecto Luciano Cohan, economista de Elypsis, estimó que, si se pretendiera recuperar la ventaja cambiaria ganada en enero, entonces habría que llevar al dólar hasta los $10,50, pero con el riesgo de que la inflación se dispare, como mínimo, unos 5 puntos extra.

Es decir, este año, la entidad que ahora conduce Alejandro Vanoli se vio obligada a "desacoplar" su estrategia de lo que pasa en Brasil. Claro que esto no está excento de grandes riesgos. 

"En momentos en que el Gobierno está aferrándose a la idea de mantener quieto el tipo de cambio para intentar controlar la inflación, en Brasil se está dando una fuerte devaluación. Esto es un gran problema para la industria argentina", sostuvo Cohan.

Mauricio Claverí, economista de Abeceb, destacó que "con un dólar oficial que avanzó apenas 20 centavos en los últimos dos meses y una inflación que este año se encamina a superar el 35%, el debilitamiento del real brasileño agrava los problemas de competitividad de las empresas nacionales y esto explica por qué nuestras exportaciones vienen cayendo con tanta fuerza en el año".

En tanto, desde la consultora Econviews advirtieron que "la devaluación en Brasil no es una buena noticia para la Argentina, en momentos en que el billete verde no se mueve".

En diálogo con iProfesional, Jorge Vasconcelos, economista jefe del IERAL, sostuvo que, pese al salto devlauatorio de comienzos de año, "hoy el costo laboral argentino, en dólares, es más elevado que el de nuestro principal socio comercial", producto de la inflación. Esto impacta negativamente en las exportaciones y proyectos de inversión.

Para Claverí, "la menor competitividad en términos cambiarios de la industria nacional está repercutiendo en una fuerte pérdida de market share. Nuestros productos hoy son más caros en términos de dólar y las empresas brasileñas están sustituyendo a la Argentina como proveedora.

Según un relevamiento de la consultora Abeceb, entre enero y septiembre, las exportaciones hacia el país vecino cayeron casi 14%. En cambio, las importaciones totales realizadas por Brasil, disminuyeron apenas 3% durante igual lapso (ver infografía).

"Nuestro principal socio comercial, en lo que va del año, disminuyó las compras desde la Argentina en casi 10 puntos respecto del promedio. Esto implica que estamos perdiendo terreno", recalcó Claverí.

En un tono similar se expresó Vasconcelos, quien alertó que "el market share de nuestros productos en Brasil se encuentra en el 6%, cuando durante los últimos años el nivel estaba incluso por encima del 10%".

"Esto es preocupante, porque hoy tenemos el peor nivel de penetración en el mercado vecino de los últimos 15 años", completó.

Según un relevamiento realizado por Abeceb para iProfesional, entre enero y septiembre hubo numerosos rubros de actividad que sintieron de lleno el deterioro de la competitividad.

Uno de los sectores más castigados fue el de la maquinaria agrícola, cuyas exportaciones a Brasil se derrumbaron casi 84%, tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico:

Llegó el viento de frenteA la hora de establecer las razones por las cuales el real asiste a su mayor depreciación en cerca de una década, Marcelo Elizondo, ex director de Fundación ExportAr, destacó que "se está dando una conjunción de factores. Algunas causas obedecen al clima político y económico propio de Brasil y otra responde claramente al proceso de apreciación que está exhibiendo el dólar en el mundo y que impacta no sólo en el real, sino también en las otras monedas, entre ellos el euro o el peso chileno". 

En efecto, en lo que va de 2014, en el país gobernado por Michele Bachelet, la devaluación llega al 11%, lo que llevó a que el tipo de cambio real bilateral con esa nación sea el más desventajoso para la Argentina en años: 

Cabe destacar que, luego de ir reduciendo paulatinamente los planes de estímulo, la Reserva Federal estadounidense (Fed), acaba de anunciar la conclusión de esta política, por lo cual, según Elizondo, "se puso punto final a la estrategia de dólar barato".

Esto impacta negativamente por dos vías en la economía argentina: por un lado, cuando se revaloriza el billete verde, entonces tienden a desinflarse los precios de las materias primas.

La soja, por ejemplo, está cotizando a u$s375 la tonelada para cuando irrumpa la próxima cosecha.

Por otro lado, implica una depreciación de otros signos monetarios, metiéndole más presión a las empresas nacionales por la pérdida de competitividad. 

"Durante los últimos cinco años, Brasil supo ser el más beneficiado por los movimientos de los fondos. Su economía captó muchos dólares. Y esto mantenía a la divisa estadounidense deprimida. Sin embargo, con este cambio de tendencia, se produjo el efecto contrario: se fueron parte de los capitales y esto contribuyó en los últimos meses a que la divisa se fortaleciera", explicó Elizondo. 

El otro factor que impulsa la depreciación en el país vecino obedece, según el experto, "a la desconfianza que se generó en el mercado tras la reelección de Dilma".

La alta volatilidad del billete verde en la plaza brasileña está obligando a las consultoras a repensar sus proyecciones, por lo cual, la incertidumbre está a la orden del día.

Para Elizondo, la apreciación del dólar en el mundo es un factor que seguirá presionando a una devaluación en Brasil. Sin embargo, recalcó un punto no menor: la tasa de inflación está en el techo máximo admitido por el gobierno de Rousseff, que está empeñada en bajarla.

"Una depreciación todavía mayor de nuestros vecinos sería un problema para nosotros pero también para ellos", acotó Elizondo.

La propia Rousseff reconoció que, en esta fase II de su administración, "vamos a hacer los deberes: apretar el control de la inflación, vamos a tener límites dados por nuestra restricción fiscal para hacer toda una política anticíclica que podría ser necesaria ahora".

Por lo pronto, en el mercado de futuros de Brasil, el dólar para diciembre se ubica en los 2,57 reales. 

En tanto, el J. P. Morgan acaba de emitir un informe según el cual no prevé un nuevo salto del tipo de cambio, estimando un valor para la divisa estadounidense de entre 2,55 y 2,60 reales "en el corto plazo". 

Pese a esto, la intranquilidad está instalada. Los expertos advierten que cualquier movimiento de la moneda en Brasil tendrá un impacto extra en la economía doméstica, dado que el Gobierno de Cristina parece aferrado a no mover por el momento el tipo de cambio

Desde Abeceb destacaron que si bien la ecuación hoy ya es desfavorable para la industria nacional, un real que se acerque a las 3 unidades por dólar (hoy está en 2,5) implicará un agravamiento difícil de sobrellevar para los exportadores con un BCRA sin reacción.

"Vanoli mostró claras señales de que intentará continuar utilizando a la divisa como ancla nominal de los precios. Así, las expectativas de devaluación disminuyeron significativamente", sostuvieron desde Econviews.

Frente a esto, Elizondo consideró que "el panorama para las empresas exportadoras se deterioró mucho en las últimas semanas". 

Es que, según el experto, "todo indica que en 2015 las empresas tendrán que seguir conviviendo con el atraso cambiario. Por eso prevemos una mayor pérdida de market share en Brasil y una caída global de las exportaciones industriales del 10%".

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