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¿Qué pasa cuando perdemos la autoestima en el trabajo?

Los niveles de autoestima de las personas en el ámbito laboral inciden en el rendimiento y las relaciones, tanto en el empleado como en el empleador 
10/11/2014 - 14:53hs
¿Qué pasa cuando perdemos la autoestima en el trabajo?

Los niveles de autoestima de las personas en el ámbito del trabajo tienen su incidencia en el rendimiento y las relaciones laborales, tanto en el empleado como en el empleador, según destacan especialistas en el tema.

"Sabemos que el trabajo es una actividad que proporciona un ingreso, beneficia algún sector de la población y sirve para el desarrollo personal de quien lo efectúa. Cuando se cumplen cualquiera de estos aspectos, se eleva la autoestima de la persona que lo lleva a cabo", señaló a la agencia NA la licenciada María Gabriela Fernandez, psicólogo del Centro de estudios del estrés y la ansiedad Hémera.

Para la sociedad, el trabajo está considerado como un elemento que refleja la importancia y capacidad de una persona.

"A mayor jerarquía y/o sueldo, mayor probabilidad de que se fortalezca la autoestima de la persona que trabaja. Tener una autoestima alta en el trabajo, no quiere decir que podemos hacer todo y hacerlo siempre bien", indicó.

Al enumerar los beneficios de tener una autoestima alta destacó: "Tenemos la capacidad para reconocer nuestras habilidades y limitaciones; estamos dispuestos a arriesgarnos y aprender; podemos pedir ayuda sin sentirnos mal o temer la crítica de los demás; nuestras expectativas son realistas y confiamos en alcanzarlas".

También subrayó: "La capacidad de aceptar y adaptarnos a los cambios necesarios; podemos trabajar en equipo y ayudar a los demás para que logren el éxito; soñamos, compartimos nuestros sueños y tratamos de alcanzarlos; tomamos decisiones y nos responsabilizamos; tratamos de ser creativos".

Por otro lado, cuando una persona tiene una autoestima baja, repercute en la calidad y cantidad de su trabajo y en las diferentes relaciones laborales con jefes, empleados, clientes, proveedores y compañeros.

En ese sentido, puntualizó que "es importante recordar que una autoestima baja no siempre está relacionada con la falta de capacidad o conocimientos"

"Es el resultado de comparar lo que creo que soy, con lo que debería ser. De medirnos en función de una imagen irreal, que nos formamos a partir de las expectativas exageradas de otras personas: padres, maestros, amigos, etcétera", agregó en diálogo con NA.

En referencia a la incidencia de una buena autoestima en los altos ejecutivos, mencionó como aspecto positivo: "Conocen la diferencia entre metas finales o a largo plazo e intermedias, a mediano y corto plazo. Reconocen que para llegar a cada una de ellas, hay que dar muchos pasos".

"Ven cada éxito como un paso más y una señal de que van por el camino adecuado. Y cada fracaso como una enseñanza y la necesidad de corregir", puntualizó.

También subrayó que una autoestima alta les permite ser flexibles y no se aferrarse a un solo método de trabajo o a un solo fin.

"Reconocen sus limitaciones y buscan la ayuda de expertos, para solucionar los problemas o mejorar la empresa o negocio. Escuchan y fomentan las opiniones de sus empleados, sin pensar que, por estar en otro nivel jerárquico, saben más", dijo.

Asimismo, consideró que "los empleados pueden tener una autoestima baja en el área del trabajo, como resultado del funcionamiento y características de la empresa o negocio".

"Una actitud autoritaria, crítica, rígida o de desprecio, disminuye la autoestima de quien la recibe. Un empleado que se encuentra en esta situación, no sólo se siente mal, sino que busca desquitarse, trabajando mal o provocándole problemas al negocio", añadió.

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