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Dilma Rousseff hara fuertes cambios en la economí­a de Brasil y hay expectativa por quiénes ocuparán cargos clave

La presidenta de Brasil se enojó por la filtración de los nombres que la acompañarán en el área económica. Los nombres se oficializarán la semana próxima
22/11/2014 - 13:00hs
Dilma Rousseff hara fuertes cambios en la economí­a de Brasil  y hay expectativa por quiénes ocuparán cargos clave

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se enojó por la filtración de los nombres que integrarán su nuevo equipo económico y no realizó el anuncio formal, tal como se había estipulado.

Según fuentes del Partido de los Trabajadores (PT), la mandataria quiere anunciar la semana que viene, junto a los nuevos titulares del ministerio de Hacienda, de Planificación y del Banco Central, los nombres de los presidentes de los estatales Banco do Brasil y Caixa Econômica Federal.

El paquete completo reforzará las percepciones positivas del mercado, aunque dejarán en claro que los bancos públicos continuarán teniendo un papel importante. No se habla de una sustitución del titular del BNDES, Luciano Coutinho.

La mandataria sorprendió al mercado, aliados y adversarios con la designación de Joaquim Levy, Nelson Barbosa y Alexandre Tombini, ganando el primer round, el de las expectativas, indica el portal es.brasil247.com.

Ya habían sido positivas respecto a los nombres de Luiz Trabuco y Henrique Meirelles y la hipótesis de Alexandre Tombini en el Ministerio de Hacienda, pero fueron aún más positivas ante el trío, aunque no esté claro si Levy va a Hacienda y Barbosa a Planificación, o viceversa.

Sea como fuera, las designaciones sugieren cambios importantes en la orientación del gobierno de Dilma en su segundo mandato, remarca el citado portal.

1. Fortalecimiento de la fórmula inflación controlada, cambio libre y rigor fiscal, con superávit robusto. Pero de forma gradual (como viene haciendo Tombini en el Banco Central con la política monetaria), sin shocks que comprometan la recuperación de la actividad y la continuidad de las políticas sociales.

Al contrario de lo que sugieren críticos de izquierda, en la medida en que se alejen las desconfianzas económicas, más espacio habrá para avanzar en lo social.

2. Más autonomía para el equipo económico, con la presidenta interfiriendo menos en las decisiones, lo que era facilitado por su proximidad y confianza con Guido Mantega y el temperamento más solícito del actual ministro. Estas habrían sido premisas acordadas en las invitaciones a Barbosa y a Levy, que tienen restricciones a los malabarismos fiscales y a la liberalidad en el gasto público, sin llegar al rigor de un Armínio Fraga.

3. Mayor sintonía con el ex presidente Lula, que será más escuchado en los temas económicos. Dilma no escuchó su pedido por Meirelles, de quien no gusta demasiado, y Trabuco, también defendido por Lula, rechazó la invitación. Pero el banquero aconsejó perfiles como los de Levy y Barbosa, con quien Dilma incluso tuvo desencuentros puntuales en el pasado. Los superó en nombre de la necesidad.

Lula ganará otro round con la salida prácticamente confirmada del secretario del Tesoro, Arno Augustin.

Hace un tiempo, el ex presidente lo criticó en público. Y, más crucial, fue por causa de disputas con Augustin que Barbosa se fue del gobierno. Ya se habla para ese cargo de Altamir Lopes, director del Banco Central, para su lugar.

La elección del senador y ex presidente de la Confederación Nacional de la Industria Armando Monteiro para el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) fue más política que técnica, pese a que sea un hombre de la industria.

Es, sobre todo, un líder del Partido Trabalhista Brasileño (PTB), que cambió a Dilma por Aécio en la campaña. Dilma le debe ahora una compensación al gobernador electo de Minas Gerais, Fernando Pimentel, que defendía al magnate textil Josué Alencar para el cargo.

Si se confirma, la elección de la senadora Katia Abreu para la cartera de Agricultura, habrá sido más por las buenas relaciones personales de Dilma con la presidenta de la Confederación Nacional de Agricultura (CNA). En el sector del agronegocio, las posiciones de la senadora no son de pleno consenso, aunque el segmento estará representado.

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