El vínculo entre las líneas aéreas e Intercargo –la empresa que se ocupa del traslado de pasajeros y valijas dentro de los aeropuertos nacionales, y que se encuentra intervenida por el Estado– vuelve a subir de temperatura.

De acuerdo a El Cronista, a comienzos de año ambas partes habían protagonizado una serie de cruces por la calidad del servicio, entre otras cuestiones, aunque luego se generó una suerte de ‘paz social’; en las últimas semanas las cosas comenzaron a cambiar.

La preocupación de las aéreas respecto del servicio que ofrece Intercargo se acrecentó la semana pasada, cuando se hicieron más notorias algunas de las falencias que vienen resaltando desde hace tiempo.

Según afirmaron a El Cronista distintas empresas del sector, las quejas por falta de personal –o su llegada tarde a los puestos de trabajo– figuran en el tope de la lista de reclamos más comunes.

"Hay días en los que es muy complicado trabajar con normalidad", precisaron las fuentes consultadas, y agregaron que otras situaciones, como la "falta de criterio" en cuanto a la suspensión de las operaciones ante tormentas, generan preocupación.

El diálogo entre las compañías e Intercargo mejoró durante los últimos tiempos. Las empresas aéreas admiten que la empresa intervenida por el Estado se muestra ahora más abierta a recibir quejas, aunque por el momento no variaron demasiadas cosas.

"Semanalmente se envían a Intercargo, vía mail, una importante cantidad de puntos que complican la normal operatoria. Incluso, muchas de esas cuestiones se repiten con mucha asiduidad", advirtió una de las fuentes consultadas.

El último encuentro formal entre ambas partes se dio en abril pasado. Desde ese momento se pactó que el diálogo se mantendría activo, y que las aéreas podrían elevar sus quejas vía mail. Eso es lo que ocurre hoy, aunque las empresas indican que muchos problemas continúan sin resolverse.

La preocupación central de las firmas no tiene que ver sólo con el hecho de que se hayan comenzado a suceder estos inconvenientes, sino con la proximidad de la temporada más fuerte del año.

"No es casual que justo en este momento se comiencen a ver estos inconvenientes", conjeturan los empresarios.

El último episodio que tuvo a los empleados de Intercargo como protagonistas, y que complicó a las aéreas se dio hace 15 días.

A mediados de este mes, los trabajadores de la compañía realizaron una sorpresiva huelga por la mañana –uno de los momentos de mayor tránsito–, generando demoras en la terminal de Ezeiza.

Así, los pasajeros de al menos siete vuelos que arribaron al país por ese aeropuerto no pudieron retirar sus valijas debido a que el personal no trasladaba el equipaje desde los aviones hasta las cintas transportadoras.

Los viajeros reclamaron a las respectivas aéreas ante estos inconvenientes, pero no lograron ninguna respuesta positiva debido a que el personal de Intercargo es el único autorizado para trasladar el equipaje.

Los empleados de Intercargo reclaman desde entonces el pago de un bono de fin de año que compense el pago del Impuesto a las Ganancias, algo que también preocupa a las compañías aéreas.

Entienden que, en caso de que la empresa intervenida por el Estado de curso a ese pedido, se pueda implementar al mismo tiempo un incremento en las tarifas de su servicio, algo que los privados afirman no estar en condiciones de afrontar.