La recesión económica por la que transita la Argentina comenzó a mostrar claras señales de impacto en el nivel de empleo. 

De acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) la tasa de desempleo aumentó a 7,5% en el tercer trimestre del año frente al 6,8% que se produjo en el mismo período de 2013. Las consultoras privadas arrojan números similares: ubican el desempleo entre el 9% y el 10,5% de la población económicamente activa. 

En la medida en que los recortes de personal se vuelven más frecuentes en compañías de distintos rubros, en el sector bancario también se comienzan a notar las consecuencias. Por caso, en las últimas cifras que reveló el Banco Central, se denotó que sólo entre abril y mayo (el último mes actualizado por el organismo) se cerraron 227.000 cuentas sueldo.

No obstante, según publica el diario Ámbito Financiero, también en los bancos puede verse la contracara de este fenómeno: la baja de cuentas de asalariados se compensó con un aumento de los clientes que perciben ingresos menores a $1.500 mensuales.

Pero esta situación también podría ser en la actualidad más profunda, ya que la estadística oficial que suele brindar el Banco Central acumula seis meses de retraso, un período en el cual las tasas de empleo también mostraron una baja.

"Si bien es cierto que no hay una correlación estrecha entre estas cifras del sistema financiero que difunde el Banco Central y los indicadores de empleo de la economía argentina, porque hay diversos motivos a partir de los cuales los bancos pueden resolver abrir o cerrar una cuenta, también está claro que si hay más cierres que aperturas de cuentas el empleo está estancado. Y hoy estos datos están en línea con la caída del empleo formal que vemos en el sector privado", comentó a Ámbito Financiero Jorge Colina, titular de la consultora Idesa. 

Las últimas cifras oficiales mostraron caídas de entre el 3,8% y un 7,6% en aquellas cuentas que tienen sueldos mayores a los $1.500 mensuales. Aunque a la vez se evidenció un aumento de entre el 1,8% y el 5,6% en los clientes que perciben ingresos menores a ese monto.

De acuerdo al matutino, en el sector explican que buena parte de este incremento, que alcanza a atenuar una caída que de otro modo hubiera superado las 300.000 cuentas, se debe a los beneficios sociales que se fueron incorporando en el primer semestre de este año, como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el plan Progresar, que asiste a estudiantes de entre 18 y 24 años que están sin trabajo con $600 mensuales.

Por último, otra consecuencia fue que se redujo un 4,5% el sueldo promedio entre abril y mayo -de $8.352 a $7.975 mensuales-, un dato no menor si se tiene en cuenta que en el mismo período en 2013 se había registrado un aumento del 4 por ciento.