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¿Arranca nueva etapa?: con reservas ahora en u$s30.000 M, el Gobierno flexibiliza el cerrojo a importaciones

El "colchón" de divisas que había logrado juntar el titular del BCRA en las últimas semanas, había permitido aflojar un poco las trabas aduaneras
22/12/2014 - 10:03hs
¿Arranca nueva etapa?: con reservas ahora en u$s30.000 M, el Gobierno flexibiliza el cerrojo a importaciones

Allá por el mes de julio, cuando no hubo acuerdo con los fondos buitre, el manejo de la escasez de divisas se había convertido en el tópico predilecto de los economistas.

Cuando en octubre asumió Alejandro Vanoli como titular del Banco Central, el panorama lucía aun más crítico: la demanda de "dólar ahorro" se disparaba, las proyecciones sobre el futuro de las reservas lucían preocupantes y el "colchoncito" de competitividad ganado tras la devaluación de enero estaba a un paso de esfumarse.

Tampoco ayudaban los "sojadólares": la ansiada "lluvia verde" nunca había llegado, conforme los productores se sentaron sobre la cosecha y el precio del yuyito se desinfló.

Además, con exportaciones registrando fuertes caídas, el saldo comercial (que hasta ese momento era la única fuente genuina de divisas para el país), no paraba de achicarse. 

Para colmo de males, una de las principales jugadas pergeñadas por el nuevo titular del BCRA, como la búsqueda de un swap con el gigante asiático, no generaba demasiado entusiasmo.

Por el contrario, la llegada de "dólares chinos" era vista apenas como una movida de "marketing financiero". Un maquillaje para tapar una gran "herida" por la cual se desangraban las arcas del Central.

A comienzos de octubre, las perspectivas para las reservas eran alarmantes: en promedio, se estimaba que las tenencias iban a concluir el año con unos anémicos u$s25.000 millones, cifra que permitiría apalancar apenas 4 meses de importaciones, el nivel más bajo en una década.

Los economistas preveían que, sin acceso al financiamiento externo, no iba a ser posible seguir "bancando" compras al mundo, cubrir la demanda de "dólar ahorro" y pagar compromisos de deuda.

Esto obligó a la administración kirchnerista a reforzar el "cerrojo" aduanero a niveles incluso mayores que en los momentos en que Guillermo Moreno manejaba a su antojo el comercio exterior.

Así fue como el BCRA, durante buena parte del año, les negó dólares para el pago de importaciones a automotrices, terminales electrónicas, alimenticias y supermercados, porun monto que superó los u$s5.000 millones.

La orden, impulsada por el ministro Kicillof, fue clara: las grandes empresas debían operar con el crédito de sus casas matrices o de sus proveedores si querían seguir trayendo del exterior insumos o bienes de consumo.

Incluso, si la entidad no hubiese decidido cortarle el suministro de divisas a grandes empresas, las consultoras alertaban que las reservas podían desplomarse peligrosamente por debajo de los u$s20.000 millones.

En este contexto, fue que las restricciones a las importaciones se hicieron sentir con fuerza. Las complicaciones para el ingreso de insumos llevaron a que grandes ramas de actividad, como la automotriz o la electrónica, debieran suspender empleados o, directamente, echar personal.

Para el economista Luciano Cohan, de la consultora Elypsis, "la escasez de divisas terminó afectando negativamente los niveles de producción" y esto arrastró al resto de las variables, como el crecimiento de la economía.

"Operativo Vanoli" y cambio de tendencia

Pese a la desconfianza inicial, el tándem Vanoli-Kicillof está a un paso de lograr lo que parecía imposible apenas unos meses atrás: cerrar 2014 con un crecimiento en las reservas por primera vez en tres años.

Y esto, según confirmó a iProfesional Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores (CIRA), ya se está viendo plasmado en una paulatina normalización de las compras al mundo. 

"Sorprendentemente, las dos primeras semanas de diciembre nos permiten ser optimistas y afirmar que estamos viendo una mejora en el ritmo de aprobación de las Declaraciones Juradas por parte de la Secretaría de Comercio Interior", apuntó el directivo. 

"Así como en octubre o en noviembre decíamos que estábamos atravesando un desierto con una cantimplora, ahora afirmamos que diciembre es una suerte de oasis", recalcó.

Ponce también destacó que "hay una mayor celeridad por parte del Central a la hora de habilitar dólares para operaciones por más de u$s150.000", monto a partir del cual hay que pedir permiso a la entidad para obtener billetes verdes. 

El propio Vanoli reconoció la semana pasada que "mientras las reservas estaban cayendo, hubo que hacer racionamiento de divisas. Pero, a partir de esta reciente recuperación, hemos aumentado la provisión de dólares para el sector importador".

Para ello fueron clave una serie de medidas tomadas por el titular de la entidad.

En primer lugar, el ofrecimiento al mercado de bonos ajustables por tipo de cambio oficial -dólar linked- le ha permitido al Gobierno un ingreso de uno $13.500 millones, equivalentes a u$s1.590 millones.

También, resultó fundamental la entrada de divisas por el acuerdo de swap con China (que aportó hasta ahora u$s2.300 millones), y con Francia (que sumó otros u$s700 millones).

Paralelamente, se espera que las principales empresas de telefonía celular terminen por depositar, de a tramos, unos u$s2.2000 millones a raíz de las licitaciones para brindar servicio 4G.

Así, en cuestión de semanas, el Central logró alzarse con más de u$s6.000 millones, lo que le permitirá al titular de la entidad concluir diciembre con reservas en alza por primera vez en tres años.

Claro que este camino no estuvo exento de dramatismo, dado que hubo un pequeño traspié en la recta final: el operativo de recompra y canje de bonos, a través del Bonar 2024 que propuso Kicillof, fue un fracaso y amenazó con borrar de un plumazo el trabajo fino que venía llevando adelante Vanoli para contener las reservas.

Sin embargo, el temblor no cambió la tendencia: las arcas del BCRA actualmente se ubican en los u$s30.800 millones, un nivel incluso superior al que se había propuesto como meta Juan Carlos Fábrega al iniciar 2014. 

Además, en un contexto de mayor estabilidad financiera, el dólar futuro se desplomó, en línea con su mensaje de que no habrá un salto brusco de la moneda. La cotización para junio próximo bajó de casi $9,7 a $8,5, lo que implicó una caída de casi 9%.

"Todos sabemos cómo eran las expectativas allá por septiembre u octubre. Eran muy negativas. Pero ahora el balance es muy bueno, estamos incrementando las reservas después de muchos años de pérdidas", recalcó Vanoli.

Con más dólares, menos "cerrojo" 

Desde Econviews, el analista Eric Ritondale sostuvo que parte de las tenencias no son de rápida disponibilidad y una gran porción de las mismas responden a "maquillaje contable". No obstante, consideró que "a corto plazo, está operando un cambio de tendencia. Y esto le está dando margen al BCRA, por primera vez en el año, para comenzar a liberar importaciones.

Ponce, desde CIRA, aseguró a iProfesional que el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, comenzó a convocar hace unos días a grandes empresas para discutir planes de inversiones y flujos de comercio de cara a 2015 y, a partir de esas reuniones, "supimos que comenzaron a fluir con mucha más normalidad los permisos de importación".

"Podemos decir que el ritmo hoy es mejor que el registrado en los últimos dos o tres meses", amplió. 

Además, destacó el hecho de que haber instrumentado un swap con China, "ayudó a agilizar el ingreso de productos provenientes del gigante asiático".

El directivo agregó que "todo esto marca un cambio, porque la política de administración del comercio, por primera vez en mucho tiempo, no está recayendo sólo sobre la balanza comercial. Pero está claro que la mejora es de corto plazo. Para hablar de un cambio duradero, será clave ver cómo se asegurará financiamiento el Gobierno".

Otra incógnita es cómo hará la administración kirchnerista para mantener contenido al dólar frente al continuo avance de la pérdida de competitividad. No es un tema menor considerando que las exportaciones sufrieron en noviembre la peor caída en cinco años para ese mes. 

Automotrices y electrónica, beneficiados

Luego de meses de "castigo" por falta de divisas, las restricciones comenzaron a aflojarse para varias ramas de actividad, entre ellas la automotriz y la electrónica

El propio Vanoli reconoció que "la situación para el comercio exterior era muy compleja pero se está normalizando, como viene sucediendo con las terminales y Tierra del Fuego".

En el caso de la industria automotriz, a comienzos de diciembre Kicillof les amplió la cuota de dólares un 50%. Pese a que aun el monto que recibe no es suficiente, al menos trajo algo de alivio a un sector que venía trabajando a la mitad de su capacidad.

En el terreno de la electrónica, las empresas instaladas en el sur del país también recibieron con alegría un aumento del cupo: pasó de u$s120 millones a u$s180 millones mensuales.

Desde CAMOCA (cámara que nuclea a productores de bienes informáticos), confirmaron a iProfesional que "hasta octubre teníamos empresas con algunas líneas de producción frenadas por falta de insumos, como pantallas o teclados para el ensamblado de tablets, notebooks y netbooks".

Sin embargo, aseguraron que, en las últimas semanas, entraron algunos embarques y "esto ayudó a normalizar un poco la producción".

Paralelamente, desde la cámara de línea blanca, que nuclea a fabricantes de heladeras, cocinas y lavarropas, destacaron que "si bien la mayoría de los componentes son nacionales, hubo momentos en los que escasearon motores, que llegan desde Brasil, o circuitos eléctricos, desde Asia".

Sin embargo, en sintonía con la percepción de las demás ramas, confirmaron a este medio que "los problemas ahora se han moderado".

"Lo que más se está agilizando es el ingreso de insumos para la industria", recalcó Ponce. 

"Megadeuda": presión de Brasil

Si bien se están agilizando los permisos de importación, todavía hay un problema por solucionar: qué hacer con los cerca de u$s5.200 millones que el BCRA no les había habilitado a las empresas y que ahora éstas adeudan a sus casas matrices o a proveedores del exterior.

La preocupación también es compartida por el gobierno de Dilma Rousseff, dado que casi un 80% de los cerca de u$s2.500 millones que no pudieron girar las automotrices locales, corresponde a compromisos asumidos con firmas brasileñas.

Cabe recordar que los ministros Kicillof y Capitanich viajaron hace unas semanas a Brasilia para solicitarles a funcionarios de ese país que aceleren la liberación de un crédito acordado con el BNDES para las obras de soterramiento del ferrocarril Sarmiento. ¿La cifra? Unos u$s1.500 millones.

Sin embargo, se toparon con una disyuntiva: fuentes que siguen de cerca la negociación confirmaron a este medio que "primero, los brasileños pusieron como condición que se agilicen más los permisos de importación. Argumentaron que, tras el swap con China, las compras a Asia ganaron terreno y esto perjudicó a sus empresas".

En segundo término, "pidieron que se libere una primera cuota de los casi u$s2.500 millones que el BCRA no autorizó durante el año a las automotrices".

Frente a este reclamo del país vecino, parte de ese "default privado" podría estar resolviéndose. Vanoli, de hecho, cuando fue consultado por este tema, deslizó que "en la medida en que el stock de reservas aumente, esto nos va a permitir normalizar completamente la situación".

"Es posible que esté comenzando a solucionarse este problema. Y suena lógico que el Gobierno empiece por destrabar una medida que afecta la relación con Brasil, el principal socio comercial", apuntó Ponce.

Si la flexibilización del cepo es sostenible en el tiempo, es algo que se irá develando las próximas semanas, a medida que aparezcan los primeros datos oficiales.

Lo que sí se confirmó es el cambio de los condicionantes: antes, el futuro de las restricciones estaba atado casi en un 100% a un arreglo exitoso con los fondos buitre. Ahora, a que Vanoli siga teniendo éxito con la estrategia de juntar dólares de a "puchitos".

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