La médica cubana exiliada en la Argentina, Hilda Molina, se mostró a favor del fin del bloqueo norteamericano a Cuba, pero puso en duda los objetivos detrás del anuncio que realizaron el miércoles los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. 

"Me hubiera gustado que este acuerdo fuera un poquito más transparente, no me gustan las cosas oscuras", arrancó Molina en diálogo con Radio Mitre, pero remarcó que le hubiera gustado que de las negociaciones participaran representantes del pueblo cubano, de la disidencia y del exilio.  

"En Cuba hay una gran oficina de interés norteamericana, igual que la hay en Estados Unidos de Cuba. Tendrían que cambiarle nada más que la connotación diplomática", continuó respecto del anuncio que realizó Obama, acerca de la inauguración de una embajada en la isla.

Y en ese marco la médica se preguntó: "¿Por qué motivo piensan que una embajada norteamericana en Cuba va a resolver el problema más grande de mi país que es la falta de libertad?"

"No se han puesto claro bien los objetivos de ambas partes", criticó. "Estoy convencida que los señores Castro están reajustando sus estrategias para perpetuarse, si no ya en persona -porque desde el punto de vista biológico es imposible- en su sucesión, que ya la tienen preparada", advirtió. 

"Y por parte del señor Obama, me parece un discurso absolutamente demagógico. Él está presionado por el poder económico que quiere ir a invertir a Cuba. Les molesta mucho que los pedacitos de mi patria se los estén repartinendo entre inversionistas europeos", añadió. 

Segun la profesional disidente, el acuerdo no llevará a una mayor libertad en Cuba, sino que es probable que esa nación siga el camino de China, donde de la mano de inversiones extranjeras que mejoran muy poco la economía del país, persiste un "partido único, corrupto, multimillonario, violador de liobertades y derechos".

"¿Cuándo una embajada americana ha garantizado la libertad y la democracia de ningún país?", se preguntó nuevamente Molina. "Los americanos no tendrían que haber puesto embargo ni metido en los asuntos internos de Cuba pero también creo que los que apoyan esta dictadura tampoco deben intervenir en los asuntos de Cuba", añadió.

"Que pongan todas las embajadas de Cuba pero yo quiero ver que se discuta el aspecto más importante que es la libertad del pueblo de Cuba. Raúl Castro hace sencillamente lo que dice su hermano. Si convierten a Cuba en una China va a ser malísimo para América latina", sentenció la médica.