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¿Cómo reaccionará Telefónica luego de su tropiezo en Reino Unido?

El grupo español quedó atrás en la carrera por O2, detrás del grupo chino Hutchison, la operadora de cable Virgin Media y el proveedor de contenidos Sky
19/12/2014 - 18:43hs
¿Cómo reaccionará Telefónica luego de su tropiezo en Reino Unido?

Pese a encarar un amargo revés con la venta frustrada de su filial británica, la reorganización de sus finanzas y de sus negocios desde hace dos años permiten a Telefónica preparar su próximo movimiento estratégico con cierta serenidad.

Aunque salvo una emisión de ultimo minuto de bonos híbridos el primer operador de telecomunicaciones europeo no cumplirá su objetivo anual de deuda, lejos quedó el tiempo en que tropiezos de este tipo ponían en entredicho la buena marcha del grupo o le forzaban a cancelar el dividendo, como en 2012.

Tanto fuentes conocedoras de la estrategia de Telefónica como las agencias de rating y los analistas indicaron que la operadora dispone de varias semanas - incluso varios meses según los pasos que den sus competidores - para mover ficha, con la puesta a punto de su negocio en España como prioridad.

En los últimos años, Telefónica redujo un 21 por ciento su deuda con ventas de activos en Irlanda, República Checa, Italia o Centroamérica, además de deshacerse de autocartera y apostar por dividendos en acciones.

"Telefónica no va a cumplir estrictamente hablando su objetivo, se va a desviar de los 43.000 millones de deuda neta y también del ratio de 2,35 veces deuda reportada (...) Pero no es preocupante puesto que vemos el compromiso que tiene el equipo directivo de la compañía en rebajar el apalancamiento", dijo a la agencia Reuters Carlos Winzer, analista de Moody's.

Otros expertos esperan que Telefónica quede muy cerca del objetivo gracias a dos operaciones: el pago en acciones del 85 por ciento del dividendo, que ha supuesto un ahorro de unos 1.350 millones de euros, y una reciente emisión de títulos híbridos.

La propia empresa reiteró sus objetivos de deuda en la presentación de sus resultados del tercer trimestre, a mediados de noviembre.

A la falta de presión financiera inmediata se añade la necesidad por parte del grupo español de esperar el desenlace de la negociación entre British Telecom y EE, cuyos dueños Orange y Deutsche Telekom fueron elegidos frente a Telefónica para establecer una alianza estratégica con el antiguo monopolio británico.

Y con un mercado en la antecámara de un proceso de consolidación propiciado por el auge de servicios convergentes ofreciendo teléfono fijo y móvil, Internet y televisión, a Telefónica tampoco le conviene mostrar prisas por vender su filial O2, un activo centrado en la telefonía móvil y que carece del peso necesario para desenvolverse solo en este nuevo escenario.

"En Reino Unido, no hay prisa, el negocio es sólido y habrá que ver ahora lo que hacen los demás", dijo una fuente cercana a la compañía.

Los principales candidatos a un matrimonio con O2 son el grupo chino Hutchison, ya presente en Reino Unido a través de 3 Group, la operadora de cable Virgin Media, propiedad de Liberty o el proveedor de contenidos Sky.

Tanto Virgin como Sky hacen un matrimonio con O2 mas atractivo por su fortaleza en contenidos televisivos, pero estas dos operaciones se estructurarían previsiblemente mediante una fusión, sin inyección de fondos para Telefónica, necesitada de músculo financiero para proseguir su expansión internacional.

Esta situación empuja a Telefónica a centrarse de momento en otros dos mercados claves para el grupo: España y Brasil.

En el país latinoamericano, el grupo está cerrando la compra del operador de cable GVT y podría participar a principios de 2015 en una oferta conjunta con Oi y America Movil para hacerse con Tim Participacoes.

En España, la situación es algo mas complicada ya que si bien los datos comerciales empiezan a mostrar una tímida recuperación, los resultados financieros siguen siendo débiles.

"Creemos que es muy pronto para ser optimista en España", dijo BPI en una nota a clientes, apuntando en particular a la competencia más fuerte planteada por Orange y Vodafone tras las compras respectivas de Jazztel y Ono.

El segmento móvil tampoco incita al optimismo.

La empresa, que ya perdió el 30 por ciento de su base de clientes móviles desde el 2011, sigue sin conseguir frenar del todo la sangría a pesar de sacrificar parte de su jugoso margen en España con paquetes que combinan telefonía móvil y fija con fibra óptica y nuevos contenidos televisivos a precio más bajo.

"A nosotros lo que nos preocupa es el mercado doméstico, seguimos viendo debilidades, aunque en el tercer trimestre se ve mejora en la tendencia, sigue habiendo disminución de ingresos y Fusión no está dando los resultados esperados", dijo el analista de Moody's.