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Cuatro razones y "algo más" por las que cae el "Made in Argentina" y se cierra la canilla de dólares comerciales

En noviembre, las ventas al mundo se desplomaron un 20%, registrando la peor baja desde el año 2009. El saldo, en tanto, descendió un 34%
21/12/2014 - 11:16hs
Cuatro razones y "algo más" por las que cae el "Made in Argentina" y se cierra la canilla de dólares comerciales

Devaluación brusca en enero, fuertes trabas a importadores durante meses, bonos "dólar linked" para grandes exportadores, negociación con cerealeras, presión hacia los productores sojeros, "cupos" de divisas para las industrias... 

El Gobierno, como nunca antes, intentó de todo a lo largo del año para impulsar las alicaídas ventas al mundo y, al mismo tiempo, desalentar las compras externas, con el firme objetivo de sostener en pie una de las últimas fuentes de dólares: el superávit comercial.

Sin embargo, el saldo entre exportaciones importaciones, que durante años se había mantenido firmemente como una de las columnas fundamentales de los llamados "superávits gemelos", está dando sobradas muestras de debilitamiento.

No es para menos: a pesar de todo el arsenal de medidas desplegadas por el Gobierno, noviembre mostró la peor cara del comercio exterior y confirmó que 2014 se encamina a convertirse en el año más magro para la balanza comercial en toda la era kirchnerista. 

Pese a que las importaciones el mes pasado cayeron un 19%, la performance de las ventas al mundo fue incluso peor, de la mano de una contracción del 20%, lo que significó el mayor derrumbe desde el año 2009

De esta manera, el acumulado durante los diez primeros meses, apenas permitió alcanzar los u$s6.600 millones.

Esto no sólo representó una caída del 16% frente al mismo lapso de 2013: también implicó el peor resultado desde la salida de la crisis de 2001.

En efecto, desde la megadevaluación que se produjo aquel año (que favoreció el desplome de las importaciones, al tiempo que impulsó las ventas al mundo del "Made in Argentina") nunca el superávit comercial se había movido en niveles tan bajos.

Esto fue lo que llevó al BCRA a tener que restringir el ritmo de importaciones, ya sea mediante la no habilitación de dólares para el pago a proveedores o con la no aprobación de las Declaraciones Juradas que exigen la Secretaría de Comercio y la Aduana.  

Según Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores, "esto se terminó pagando con un menor crecimiento económico, dado que se afectó la entrada de insumos, partes y piezas, vitales para las industrias". 

En busca de otras fuentes de divisas

Esta pobre performance empujó al Gobierno a "raspar la olla" en busca de otras fuentes de divisas.

Así, se avanzó con el swap de monedas con China, con el que logró anotar u$s2.300 millones adicionales en las reservas, mientras que una línea de crédito con el Banco de Francia permitió sumar u$s700 millones.

Vanoli también negoció con las cerealeras una aceleración en el ritmo de liquidación de divisas para este último trimestre, hasta alcanzar los u$5.700 millones. A cambio, acordó entregarles bonos "dólar linked", que funcionan como un"seguro antidevaluación", dado que las cubre de posibles movimientos bruscos del tipo de cambio.

En tanto, el reciente llamado a licitación del espectro telefónico 4G le permitió al Gobierno captar otros u$s2.200 millones.

Así las cosas, las arcas del BCRA exhibieron una marcada recuperación para cerrar este viernes en u$s30.800 millones. 

El titular de la entidad monetaria resaltó que, por primera vez en tres años, el país va a concluir el 2014 con más reservas que las que había en enero. De confirmarse la tendencia en los primeros meses del 2015, el Poder Ejecutivo apunta a "normalizar todas las cuestiones que se plantearon" en el marco de "ataques especulativos", dijo Vanoli.

Este balance positivo, contrasta con lo que el grueso de las consultoras preveía meses atrás, cuando proyectaban para el cierre de este año un nivel de tenencias incluso inferior a los u$s25.000 millones.

Sin embargo, está claro que este sostenimiento del nivel de reservas es más un mérito de la "creatividad" de Vanoli y del cerrojo importador impulsado por Kicillof, que el resultado de un comercio exterior dinámico. 

Las causas del derrumbe del superávitAl momento de analizar el por qué del fuerte achicamiento del saldo comercial y su pérdida de protagonismo como proveedor de divisas, los expertos hacen referencia a un combo de factores

1. Caída de los precios de las materias primasPor el fortalecimiento del dólar y los crecientes stocks de granos en el mundo, las cotizaciones de los principales productos exportados por la Argentina padecieron una marcada caída en lo que va del año. 

El "caballito de batalla" del país, la soja, hoy se negocia en cerca de los u$s380 la tonelada, muy por debajo de los más de u$s500 que se llegaron a pagar meses atrás.

Pero el principal factor que incide en el menor ingreso de dólares no está explicado tanto por la baja del precio, sino por el hecho de que este desplome de las cotizaciones fue el que desalentó a los sojeros vender su producción.

Claro que a esto se sumó un factor no menor: tras la devaluación de enero, el Gobierno ajustó el tipo de cambio oficial menos del 7% (desde febrero a la fecha), potenciándose el atraso cambiario frente a la inflación. Así, mes a mes, comenzó a rendir menos cada dólar liquidado por ventas al mundo.

De este modo, "sentados" sobre su cosecha, las exportaciones se vieron fuertemente resentidas.

Si a esto se suma que el Gobierno restringió el cupo de ventas al mundo de trigo para mantener deprimido el precio en el mercado interno, estuvieron dados todos los condimentos para que el agro no empuje.

Considerando las exportaciones de cereales, porotos de soja y aceites, entre enero y octubre se enviaron casi u$s4.000 millones menos que en igual período de 2013.

2. La "locomotora" brasileña no empuja como en otros años

Otro factor estuvo explicado por el pobre dinamismo de Brasil, que demandó menos productos argentinos durante los once primeros meses del año. En concreto, los envíos cayeron casi u$s2.400 millones respecto al mismo lapso de 2013.

Uno de los sectores más afectados fue el automotor, que padeció una marcada contracción de las ventas hacia ese destino, responsable de adquirir casi 9 de cada 10 unidades que se envían afuera.

Según datos de ADEFA, si bien los envíos registraron en noviembre la primera suba desde febrero, en lo que va del año ya acumulan una fuerte caída de casi 20%, de la mano de un Brasil menos dinámico. 

Pero no todo se explica por la mala performance del sector automotor: por detrás, hay un gran entramado de pequeñas y medianas empresas que, debido a la baja del consumo en tierras de Rousseff, están viendo cómo los envíos no paran de desinflarse (ver gráfico).

3. Se agotó el "colchón" de competitividad cambiaria

Tras la devaluación de enero, la ministra Débora Giorgi aseguraba que se había llegado a un nivel de tipo de cambio óptimo paraimpulsar exportaciones sostener los puestos de trabajo.

Sin embargo, la fuerte suba de costos tras el salto del dólar llevó a que hoy no quede nada de aquel colchón de competitividad.

Según Luciano Cohan, economista de la consultora Elypsis, "de la devaluación de enero ya no queda nada. Peor aún: hasta noviembre, la competitividad se había deteriorado casi 5% respecto del nivel que teníamos tras la devaluación".

Esto implica, según el experto, "que en términos de tipo de cambio real, estamos como en diciembre de 2013, semanas antes de que el Ejecutivo decidiera depreciar el signo monetario local".

El siguiente cuadro muestra cómo, por la propia dinámica inflacionaria, la competitividad cambiaria terminó esfumándose:

4. La Argentina se encarece cuando los socios se abaratan

Asociado a este último punto, un factor clave que explica la pobre performance de las exportaciones argentinas está vinculado con la importante devaluación que vienen sufriendo las monedas de los principales socios comerciales de la Argentina, en un contexto de fortalecimiento del dólar. 

"La baja del petróleo es del 50% afectó las cuentas públicas de muchos países, y derivó en fuertes déficit fiscales que se transformaron en difíciles de financiar. Esto terminó en una fuerte depreciación en América Latina", destacó el consultor Salvador Di Stefano. 

En este contexto, se detacó especialmente el movimiento de la moneda brasileña, que hace unos días llegó a tocar el nivel más bajo desde marzo de 2005.

"La Argentina no podrá seguir compitiendo con países que devalúan en términos reales a tasas superiores al 10%. Esto implica que el país debe realizar una mejora en la competitividad a futuro", completó Di Stefano. 

"El hecho de que Brasil se esté aferrando a la idea de mantener quieto el tipo de cambio para intentar controlar la inflación y dar mayor certidumbre al mercado, genera un gran problema para la industria argentina", sostuvo Cohan.

Para Mauricio Claverí, "el debilitamiento de las monedas de nuestros socios comerciales, agrava los problemas de las empresas nacionales y esto explica por qué nuestras exportaciones vienen cayendo con tanta fuerza en el año".

Cuatro factores y algo másA este combo de factores, desde DNI, la consultora que dirige Elizondo, esgrimieron otras causas que también ayudan a explicar ladebilidad del "Made in Argentina" y el consecuente deterioro del superávit comercial:

•Un entorno regulatorio que posterga decisiones de producción comercialización.

Incremento de la presión tributaria.

• Inversiones del sector privado en descenso.

Deficiente acceso a servicios (logística, financiamiento, despachos, puertos).

•Un sistema de administración de las importaciones que afecta el acceso bienes de capital e insumos.

Pérdida de diversificación de mercados internacionales en productos industriales.

Cabe recordar que el ministro Kicillof señalaba recientemente que "la economía mundial no arranca y las exportaciones de la Argentina, y de todo el mundo, se ven afectadas". 

Sin embargo, Elizondo argumentó que la caída de las ventas al exterior de productos nacionales tienen lugar en un contexto en el que, contrariamente, el comercio mundial está en franco crecimiento.

En efecto, mientras que en 2010 las exportaciones argentinas representaban casi el 0,5% del total, en lo que va de 2014, el share registró un fuerte descenso, hasta explicar apenas el 0,37% del comercio internacional, un registro que, según Elizondo, "es uno de los peores en muchos años" (ver cuadro).

Así, en momentos en que las exportaciones descienden y el superávit comercial se va agotando, el Gobierno se ve obligado a impulsar un "festival" de bonos y a apelar a la "ayudita" de los bancos centrales de otras naciones para contener la sangría de reservas.