La calificadora Moody`s criticó este miércoles la renovación por un año del programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas, por entender que el mecanismo resta "transparencia" y agrega "volatilidad", ya que prevé que "se registrarán retrasos en los pagos" que la Nación se comprometió hacer a las provincias.

"El acuerdo añadirá volatilidad a los flujos de efectivo de las empresas de distribución eléctrica de Argentina ya que prevemos que regularmente se registrarán retrasos en los pagos del programa federal de compensación en comparación con las cobranzas directas y a tiempo a los consumidores", señaló la agencia de riesgo crediticio.

En ese sentido, Moody`s puso como ejemplo que "los pagos del programa federal de compensación realizados a Empresa Distribuidora de Electricidad Salta (EDESA) representan alrededor del 15% de los ingresos totales" de la compañía.

"El acuerdo afecta negativamente a la transparencia en el sector de la distribución de electricidad, limita la autonomía de los reguladores provinciales y aumenta la discrecionalidad del gobierno nacional en normativas provinciales", señaló la calificadora en un comunicado publicado por la agencia DyN.

Asimismo, sostuvo que "históricamente, los reguladores provinciales han dado más apoyo y han sido más predecibles que los reguladores federales".

"Los mecanismos de monitoreo de costos de los reguladores provinciales y las revisiones tarifarias han permitido aumentos periódicos de tarifas, lo cual ha hecho posible que las empresas de distribución eléctrica provinciales mantengan sus márgenes y flujos de efectivo", añadió, para advertir que "esta situación difiere considerablemente de la regulación de tarifas de las empresas de distribución eléctrica federales, que han estado congeladas desde 2007".

Moody`s admitió que "el programa federal de compensación de costos, hasta ahora, ha equilibrado adecuadamente los crecientes costos operativos y el incremento de capex (inversión en bienes de capital) de las empresas de distribución eléctrica provinciales".

"Sin embargo, consideramos que las presiones inflacionarias de Argentina en 2015 y un crecimiento muy débil, que esperamos que sea nulo este año y del 1% en 2016, representarán dificultades para que el gobierno nacional logre mantener estos pagos".