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El proyecto se sigue afianzando en el mercado interno y, cosecha tras cosecha, está incrementando la producción y sumando novedades
02/02/2015 - 13:43hs

En 2013, el enólogo Eduardo Vidal, con su proyecto autogestionado, había logrado colarse en la agenda vitivinícola con uno de los lanzamientos de ese año: Nube Negra, un ejemplar elaborado con viñedos seleccionados de El Peral, una pequeña zona emplazada en Valle de Uco.

Con un presupuesto limitado -de hecho, Vidal debió invertir todos sus ahorros para hacer realidad su proyecto- y una partida pequeña, logró imponer un vino de alta gama en un segmento ultra competitivo.

Luego de esa gesta, el enólogo -que trabajó con verdaderos referentes de la industria, como Paul Hobbs y Marcelo Pelleriti-, volvió a reinventarse y presentó en sociedad su segundo lanzamiento: El Espía.

Se trata de una línea que está conformada por dos etiquetas: "Capítulo Primero", un vino joven, en el que manda la fruta, y "Gran Final", donde se percibe más concentración y hay una crianza en madera.

En un primer momento, la bodega recibía el nombre Nube Negra Wines, en honor a su primer vino presentado, que a su vez había surgido como un homenaje a una canción del cantautor español Joaquín Sabina.

Sin embargo, ya con El Espía en el mercado, el proyecto personal comenzó a expandirse y finalmente llegó el momento de la consolidación, momento en el que fue rebautizado con el nombre Eduardo Vidal Wines.

En este contexto, y luego de varios años de crecimiento sostenido, durante los cuales que logró duplicar la producción (si bien siempre mantiene como eje la idea de alumbrar partidas cuidadas y muy limitadas), Vidal está presentando en sociedad sus últimas añadas.

En primer lugar, acaba de llegar al mercado Nube Negra 2011, un Malbec que destila alta gama, con fruta roja y negra bien madura y súper nítida. Suma especias, comino y notas propias de su paso a lo largo de 22 meses por barricas francesas, como clavo de olor y chocolate. Al paladar, demuestra por qué es uno de los Malbec imbatibles en el segmento de los $200: carnoso, tipo full bodied, con una madurez de la fruta óptima y taninos super firmes y bien redondos que contribuyen a imprimirle un fluir graso y amigable.

En este contexto, Vidal no ocultó su entusiasmo por la próxima añada, la 2012: "Cuando salga a la venta va a hacer un gran vino. La expectativa es muy grande, porque empezamos con muy poquitas botellas y ahora ya estamos produciendo unas 3.000 por vendimia".

Para esta última cosecha, decidió extender el paso por madera y lo llevó a 28 meses, un poco a contramano del "manual de estilo" del enólogo moderno, que apunta a relegar a un segundo plano el aporte de la barrica.

En este sentido, Vidal aseguró que, como enólogo busca lograr lo que le gusta como consumidor: vinos donde el pulso lo marque la fruta y la frescura y con una madera presente pero bien integrada.

Paralelamente, Vidal está presentando El Espía Final Corte II, el sucesor del Corte I y, como es su costumbre, de los cuales prefiere no revelar el assemblage final ni la añada, para no sugestionar a los consumidores y para que éstos se enfoquen realmente en el potencial del terroir.

"El Espía Gran Final se divide en cortes, no añadas. La idea es que cada blend sea exclusivo. Eso me permite jugar con las barricas y las cosechas", explicó el enólogo.

Este ejemplar nació a partir de uvas del Valle de Uco y de un suelo aluvional. El resultado es un vino con una paleta compleja, con capas de aromas, que ofrecen frutas rojas y negras maduras, sobre un fondo que mezcla aromas resinosos, florales y levemente minerales. Al paladar se muestra caudaloso, pero con buen balance entre un vino tipo con músculo y un ejemplar elegante. La acidez en su punto justo, sus taninos perfilados y su fruta madura, permite alumbrar un vino fácil de beber, moderno y actual.

Se consigue en algunas vinotecas de Buenos Aires a $150.

Lo que viene

Según adelantó Vidal, ahora está trabajando en el lanzamiento de una nueva línea de vinos, bautizada "Cayado", que llegará a las vinotecas durante los primeros días de marzo y a un precio aproximado de $65.

La misma estará conformada por un Malbec y un Cabernet Sauvignon y el concepto, tal como explicó el propio enólogo, está perfectamente definido: "El objetivo es hacerle llegar al consumidor un vino con una excelente relación calidad-precio".

De cara a los próximos años, Vidal aseguró que "todavía hay lugar para los jugadores más pequeños en esta industria. Eso sí, tenemos que luchar más, pero el consumidor de a poco se va interiorizando mucho sobre los vinos de autor, que salen un poco de lo común".

"Mi proyecto no lo pienso a diez años, mi filosofía es ir cosecha por cosecha. Pero es verdad que tengo un sueño y es construir mi propia bodega", concluyó.

© Por J.D.W. - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - [email protected]

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