iProfesional

Soros, aliado del Gobierno K, logró que en Londres pidan destrabar pago de bonos

Este viernes un juez británico le dio la razón al pedido del financiero húngaro y otros inversores. Esto le pone un límite a los fondos buitre
13/02/2015 - 14:38hs
Soros, aliado del Gobierno K, logró que en Londres pidan destrabar pago de bonos

Los fondos buitre sufrieron otra derrota en su larga disputa con Argentina por el cobro de su sentencia a favor por u$s 1.500 millones por los bonos en default del 2002.

El juez Stephen Richards de la High Court de Londres sentenció que el juez de Nueva York Thomas Griesa no tiene potestad para embargar el pago de intereses de bonos argentinos por 226 millones de euros a favor de Knighthead Master Fund de George Soros y otros inversores. La razón es que esos títulos están bajo legislación europea, informa TN.

Si bien el pago estaba trabado desde el default selectivo de Argentina a partir del 30 de julio del año pasado, la autorización para girar el dinero a Europa vuelve a depender del juez neoyorquino.

Este es un claro freno para las intenciones de búsqueda de activos para embargar de los fondos buitre en todo el mundo.

Asimismo, el beneficiado es una figura de peso internacional en el mundo financiero y a su vez a través de una de sus empresas, controla el 3,5% de las acciones de YPF, la empresa más grande de Argentina.

En el que se define como "el juicio del siglo", Thomas Griesa le ordenó al gobierno argentino que le pague a los fondos buitre que ganaron el juicio en reclamo del cobro de sus bonos en default desde 2002. Estableció que por cada dólar que se le pagaba a los que ingresaron en los canjes de deuda de 2005 y 2010, se le tenía que pagar lo mismo a los favorecidos por su sentencia de febrero de 2014.

El gobierno argentino no aceptó el fallo y en junio depositó el último pago de intereses de su deuda externa en Nueva York y en Europa para que el Bank of New York (BONY) lo distribuya en las cuentas de sus acreedores.

Griesa sentenció que ese pago era inválido y ordenó que fuera devuelto porque no incluía a los fondos buitre. En una situación particular quedaron los bonistas europeos que se rigen bajo legislación de ese continente y no de Estados Unidos.

El juez británico Richards así lo entendió y este viernes destrabó ese pago por 226 millones de euros, fallo que seguramente será leído como un triunfo por el gobierno argentino.

Sin embargo, ahora la decisión del conflicto vuelve a estar en manos de Griesa.

Si el juez neoyorquino, bajo cuya jurisdicción está el banco pagador de los bonos argentinos, el BONY, confirma su impedimento del giro a los bonistas europeos, se abre un peligroso capítulo de disputa internacional entre la justicia de Londres y Nueva York, un condimento más para un default de 13 años aún no resuelto.Impacto legal

El abogado Eugenio Bruno, experto en la materia, destacó que "la justicia inglesa falló a favor de los tenedores de bonos en euros pero se quedo corta ya que, en síntesis, reconoce que el Bank of New York (BONY) está sujeto a lo que se denomina "jurisdicción personal" de los tribunales de Estados Unidos (juzgado de Thomas Griesa)".

Agregó que en el caso inglés se buscó que se declare que la justicia de Londres es competente sobre estos bonos y también que ordene al BONY liberar los pagos retenidos por orden de Griesa ya que no existen puntos de contacto en la cadena de pagos con Estados Unidos.

"La justicia inglesa concedió la primera declaración, no así la segunda. Por ello el fallo no tiene uso práctico ya que concede que BONY pueda obedecer el fallo de Griesa", remarcó Bruno.

El experto manifestó que como el dinero está depositado en el BCRA, en una cuenta del BONY en la Argentina, solo la justicia argentina puede ordenar liberar esos pagos y disponer su transferencia al BONY Luxemburgo para su pago a los tenedores de bonos en euros.

Para Federico Tomasevich, presidente de la firma Puente, "el fallo de la justicia britránica le pone un límite al exceso de Griesa".

"La sentencia del juez norteamericano, que había afectado los bonos de jurisdicción europea, e incluso de Argentina, es un exceso a sus atribuciones, al alcance de su jurisdicción", indicó a Télam.

Estimó que, con este antecedente, "de a poco van a tener que liberarse los bonos de legislación argentina que no se están cobrando en el exterior".

A su criterio, este fallo de Londres "reforzará la tendencia alcista que vienen experimentando los títulos argentinos", y afirmó que "le facilitará al país las posibilidades de obtener financiamiento a nivel internacional".

Magnate y aliado K

Más allá de la disputa en el terreno legal, lo cierto es que, en su fuero íntimo, el Gobierno está festejando esta ayuda.

Soros, lejos de ser un benefactor, es un "player" implacable que no ha tenido prurito en sostener pulseadas contra sectores y gobiernos cuyas políticas no le convencían.

La forma en que, en 1992, le torció la mano al gobierno británico y forzó la caída de la libra esterlina le garantizó un lugar en los libros de historia bajo el título "miércoles Negro".

Además, con una fortuna valorada en unos u$s25.000 millones , fue considerado por la revista Forbes como la séptima persona más rica del mundo.

Soros ya tiene varios antecedentes en sus negocios que lo vinculan con el kirchnerismo.

El magnate tiene múltiples inversiones en Sudamérica y Argentina.

Soros conserva en cartera el 3,4% de YPF, siendo el cuarto tenedor de acciones de la petrolera. También apostó por la soja al arrendar terrenos para la cosecha en estas tierras.

Además, posee negocios conjuntos con IRSA, una de las corporaciones inmobiliarias más grandes del país, que tiene muy buena relación con el gobierno nacional y de la ciudad de Buenos Aires.

En septiembre de 2012, Soros se reunió con la Presidenta durante su gira por Nueva York.

El "gurú" de los especuladores

Tras sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial, Soros vivió en el Reino Unido y en Nueva York, donde estudió filosofía y tuvo diversos empleos hasta que logró abrir su propio fondo de inversión, el Quantum Fund, en 1973.

Se hizo famoso el 16 de septiembre de 1992, durante el llamado "miércoles Negro", cuando su firma vendió de golpe 10.000 millones de libras esterlinas, lo que obligó al Banco de Inglaterra a devaluar su moneda.

La jugada le valió u$s1.000 millones en ganancias.

Además de provocar la caída de la libra en los '90, Soros también generó diversas crisis financieras en países asiáticos y hasta en Rusia.

Su firma siempre se caracterizó por especular en la bolsa a corto plazo y con un nivel de riesgo muy elevado.

Es por esto que sus fondos de inversión eran catalogados como de "alto riesgo" y siempre solían apostar a la baja en las cotizaciones.

Su operatoria era simple: automáticamente "tiraba" al mercado en cantidad los títulos que ya poseía y después especulaba a que sus valores bajen con el fin de adquirirlos y revenderlos a un precio alto.

Este tipo de inversiones de riesgo son muy atractivas para aquellos que poseen grandes cantidades de dinero como inversionistas privados, institucionales, de bancos entre otros.

Actualmente la Soros Fund Management lleva el control de seis fondos de cobertura con un promedio de inversiones de más de u$s70.000 millones.

George asegura que sus especulaciones con derivados y otros productos de alto riesgo llegarían a desatar automáticamente una reacción en los mercados del mundo.

Temas relacionados