Tras la convocatoria realizada en homenaje al fiscal Alberto Nisman, desde el kirchnerismo se intentó minimizar el impacto de la marcha y se responsabilizó directamente a los empleados del Poder Judicial.

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, aseguró este jueves que la multitudinaria marcha realizada en la Capital Federal el miércoles por la tarde no fue para "rendirle homenaje" al fiscal federal Alberto Nisman, sino que se trató de "una manifestación opositora", y apuntó contra los jueces.

"El Gobierno no administra la justicia. La administración de justicia corre por parte de los jueces", remarcó el funcionario y añadió que "no era una manifestación desde el punto de vista de rendirle homenaje a nadie, era una manifestación opositora".

En declaraciones a la prensa antes de ingresar a la Casa de Gobierno, Fernández también rehusó decir cuántas personas se movilizaron ayer en esta Capital: "Yo no estimo, no soy estimador de gente", respondió molesto.

La Policía Metropolitana calculó que en Capital Federal nada más, se movilizaron más de 400 mil personas el miércoles para pedir el esclarecimiento de la muerte del fiscal Nisman, quien fue encontrado muerto en su departamento de Puerto Madero un día antes de exponer en el Congreso de la Nación los fundamentos para la denuncia que realizó contra la presidenta Cristina Kirchner y otros funcionarios.  

El funcionario que actúa de portavoz del Gobierno cargó especialmente contra fiscales y jueces -que encabezaron la manifestación- a los que cuestionó porque, a su juicio, "trabajan hasta las 13:30, tienen 45 días de vacaciones y no pagan impuesto a las Ganancias".

"El Gobierno no administra la justicia. La administración de justicia corre por parte de los jueces", remarcó el funcionario y añadió que "no era una manifestación desde el punto de vista de rendirle homenaje a nadie, era una manifestación opositora".

Además, aseguró que "hay vocación de desestabilizar" por parte de quienes organizaron la marcha, pero les advirtió que "no sueñen con empujar a este Gobierno" porque no dejará "de llevar adelante las responsabilidades que tiene con todo un pueblo que le cree".

Quien también cargó contra los jueces fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien los definió de ser "permeables a intereses corporativos".

"Los fiscales y jueces pueden expresarse, pueden rendir el homenaje que consideren oportuno", dijo. Y continuó: "Pero son los responables del esclarecimiento de este hecho", dijo en referencia a la causa del atentado a la mutual judía. "Son los fiscales y jueces los que tienen la verdad entre sus manos", remarcó.

Y pidió "que este hecho se esclarezca, definitiva y profundamente, porque el pueblo argentino necesita la verdad", en relación a la dudosa muerte del fiscal especial para la causa AMIA.