Lukas Podolski, a préstamo en el Inter de Milán desde enero, no tiene mucha suerte en su periplo italiano. Al cuarto de hora del último partido entre el conjunto neoazzurro y la Fiorentina, lanzaó el saque de esquina más ridículo de la historia. El jugador alemán golpeó con su pierna izquierda el banderín del córner y la pelota, que rebotó apenas unos metros, y llegó a las piernas de un rival.

El golpe estuvo a punto de bordear la raya que separa una anécdota divertida de un error garrafal. El conjunto del entrenador peruano Juan Manuel Vargas, consigna ABC, aprovechó la coyuntura para generar un contraataque que a punto estuvo de culminar en gol.