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El que apuesta al dólar pierde, dicen desde el Gobierno mientras miran preocupados el real

El titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, analizó la depreciación de la moneda del país vecino.  "Tenemos la política cambiaria bajo control", dijo
08/03/2015 - 11:30hs
El que apuesta al dólar pierde, dicen desde el Gobierno mientras miran preocupados el real

El titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, ponderó la política cambiaria del Gobierno y se refirió la reciente devaluación de Brasil.

"No están dadas las condiciones para ninguna devaluación abrupta" en la economía local, sentenció en declaraciones radiales.

En relación con la depreciación del real, que ya es cercana a un un preocupante 35%, afirmó: "Seguramente habrá un reacomodamiento" de la cotización de la moneda brasileña respecto del dólar, estimó.

Consideró que "el Banco Central de Brasil tiene una reserva importante y los presidentes de los bancos centrales de la región estamos en permanente contacto. No hay fundamentos para que la economía brasileña tenga semejantes saltos".

En otro orden, se pronunció sobre la volatilidad y la brecha cambiaria"Se redujo y se va a seguir reduciendo en los próximos meses", vaticinó.

El titular del BCRA, además, le respondió a los empresarios que vienen reclamando acompañar la devaluación brasileña para no perder competitividad en los mercados de exportación. 

"Tenemos la política cambiaria bajo control", aseguró, al tiempo que insistió:"Vamos a mantener la flotación administrada".

Por otro lado, se refirió a las tenencias del BCRA: "Las reservas acumuladas alcanzan hoy los u$s31.431 millones".

Dólares que están pero no estánEl Ejecutivo celebra haber llegado a esa cifra de u$s31.000 millones.

Sin embargo, son muchos los analistas que advierten que ese

número está sobredimensionado y que el Banco Central no tiene esa cantidad de dólares líquidos en sus arcas, como tampoco ese monto considera deudas ya contraídas con el sector privado.

Uno de los compromisos que no contempla, por ejemplo, son los u$s5.000 millones que adeuda en concepto de importaciones de insumos y bienes. 

También hay serias dudas sobre contabilizar los "dólares chinos" -obtenidos a través de un swap o intercambio de monedas-. Buena parte de los economistas considera que técnicamente no son reservas, ya que no son producto de una ganancia sino simplemente de un intercambio de monedas. "El swap con China le ayuda a mostrar un poco más de fortaleza pero, en realidad, se trata de un préstamo de corto plazo", señala Amílcar Collante, del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur).

"Dado que China no prevé utilizar los pesos del intercambio para pagar las importaciones provenientes de Argentina, en la práctica dicho swap funciona como un préstamo a una tasa del interés del 6% anual que, en su gran mayoría, será cargado a la cuenta del próximo Gobierno", agrega. 

Gastón Rossi, director de LCG y ex asesor del ministerio de Economía, apunta que este intercambio de monedas es, esencialmente, "un asiento contable que sólo permite maquillar reservas, ya que no aumenta la 'capacidad de fuego' de intervención del Banco Central". 

Tal como ya diera cuenta iProfesional, si a los u$s31.000 millones que dice tener la entidad se le restan:

•Los u$s3.100 millones por swaps (ya que ese dinero no es una ganancia sino que deberá devolverse y con intereses).

•Otros u$s1.300 millones por pagos de deuda ya cursados pero frenados por el juez Thomas Griesa.

•Los u$s5.000 millones que se le adeudan a importadores por envíos realizados el año pasado.

Sólo estos parches y maquillajes evitan que hoy las arcas se ubiquen por debajo de los u$s22.000 millones, nivel más que preocupante.Aldo Piganelli, ex presidente del Banco Central, coincide en afirmar que promedian los u$s22.000 millones, descontando los swap, préstamos y los pagos de cupones de bonos, que aun se siguen contabilizando.

"Si se descuentan los swap con China y con el Banco de Francia y los pagos pendientes a los bonistas con títulos reestructurados, entonces el nivel ronda los u$s20.000 millones", concluye Rossi.

El costo de planchar al dólarFaltando diez meses para el recambio presidencial, el Gobierno apela a distintas alternativas para "maquillar" el total de billetes verdes que hay en manos de la entidad que dirige Alejandro Vanoli. 

La premisa es clara: en un año electoral, el Ejecutivo tiene que mostrar que tiene al dólar y a las reservas bajo control.

estrategia cambiaria: "Con la estabilidad financiera como principal objetivo, el dólar cuasi fijo es la principal herramienta para desacelerar la inflación y así mantener a raya las expectativas de devaluación y preservar las reservas; incluso asumiendo el costo implícito de deteriorar el nivel de actividad".

El problema es que el plan de apostar por la estabilidad financiera (en un país con alto déficit e índice inflacionario) termina por hundir completamente la competitividad cambiaria en relación con los principales socios comerciales de la Argentina.

Según cálculos de Elypsis, nunca antes desde la salida de la convertibilidad, es decir, en cerca de 13 años, el país había registrado un nivel de tipo de cambio en términos reales tan desventajoso como el actual.

En diálogo con iProfesional, Luciano Cohan, economista de la consultora, confirmó que "la relación respecto a la canasta de monedas de las naciones con las que comercia nuestro país, considerando inflación, está en el nivel más complicado desde el fin del 1 a 1".

Advierte que no sólo se perdió todo el efecto del salto cambiario de enero de 2014 sino que, en términos prácticos y por el efecto de la elevada inflación local, ya no quedó absolutamente nada de aquel "colchón" que dejara la megadevaluación de 2002.

en contra de la estrategia de mantener el dólar cuasi fijo es el contexto internacional, "que nos afecta negativamente porque las monedas de nuestros principales socios comerciales y competidores se devalúan contra la divisa norteamericana". El agravante es que la carrera devaluatoria se da en países como Brasil, Chile o México, "que tienen una inflación de entre el 3% y el 6% anual", frente a un índice de precios en el plano local que este año podría estar por encima del 30%.

"En pocas palaras, con dólar cuasi fijo, la pérdida de competitividad se duplica, porque nos encarecemos en dólares mientras que nuestros socios y competidores comerciales se abaratan en esa misma moneda", completaron desde la consultora.

Según Miguel Ángel Boggiano, director de Carta Financiera, "en 2014 la Argentina se volvió un 34% más cara en dólares. Pero si se tiene en cuenta que la divisa en los últimos doce meses se fortaleció un 15% en el mundo, entonces esto significa que estamos un 50% más caros que el año pasado".

"Si somos tan dramáticamente más caros que antes, entonces es de prever que van a entrar muchos menos divisas por la balanza comercial", advirtió el analista.

Para Leonardo Chialva, economista de Delphos Investments, el plan oficial de seguir insistiendo con el atraso del tipo de cambio agravará el panorama, especialmente para las empresas exportadoras, con fuerte incidencia de mano de obra".

Brasil le marca la cancha al BCRA

Es por ello que el Banco Central no sólo tiene la lupa puesta en la evolución del billete verde a nivel global.

El principal foco de preocupación ahora está en lo que viene sucediendo con la moneda de Brasil, país que explica casi el 25% del comercio total de la Argentina.

A ese destino se envía uno de cada dos autos que se fabrica en la Argentina.

Durante los últimos años, la llegada masiva de capitales a la nación vecina había provocado una fuerte apreciación del real, lo que le daba cierto oxígeno al BCRA ya que le permitía "disimular" y "poner bajo la alfombra" los crecientes problemas de competitividad de la economía doméstica.

Sin embargo, en los últimos meses, la moneda brasileña inició un inesperado rally descendente, lo que está dotando de mayores ventajas a los exportadores de manufacturas de ese territorio, a la vez que desalienta las importaciones desde la Argentina. Este panorama se agravó en las últimas semanas: en lo que va de 2015 el real se depreció cerca de un 15%, alcanzando el valor más bajo en más de una última década.

Esto preocupa y mucho a la administración K, que obviamente debe salir a transmitir tranquilidad al mercado para alejar todo tipo de especulaciones y evitar una corrida cambiaria

En principio, sufre una presión mucho mayor por el efecto que esto tendrá en las exportaciones nacionales y en la entrada de dólares que las mismas representan. También, genera una caída en la actividad económica ya que los productos argentinos, al ser más caros en esa moneda, resultan difíciles de ser comprados por los brasileños y quedan fuera de competencia.  

Para el Gobierno no es un dato menor que el tipo de cambio entre el peso y el real, considerando la inflación en ambos países, arroje la peor relación desde la salida de la convertibilidad.

Para Boggiano, el nuevo salto del dólar en Brasil, "está forzando a la Argentina a una devaluación".

"Entre 2010 y 2013, Brasil recibió en promedio el 20% del total de nuestras exportaciones. Con un peso prácticamente inamovible, los envíos hacia nuestro principal socio comercial se verán seriamente afectados", advirtió el economista.

"Esto implica que, sumado a la pérdida de competitividad que está sufriendo Argentina, un quinto del ingreso de dólares al país por la vía del comercio exterior está teniendo una nueva presión a la baja por la devaluación de nuestro vecino", concluyó.

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