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Palma Cané: "El BCE apuesta al relajamiento monetario pero con eso solo no alcanza"

El economista sostiene que el reciente anuncio del BCE puede ayudar a que la eurozona salga del actual estancamiento pero necesita reformas estructurales
06/03/2015 - 13:47hs
Palma Cané: "El BCE apuesta al relajamiento monetario pero con eso solo no alcanza"

Confirmando el anuncio de su reunión anterior, en el día de ayer el Banco Central Europeo(BCE) -amén de mantener su tasa de referencia en el mínimo histórico del 0,5%- confirmó el inicio de su tan demorado programa de "Relajamiento Monetario" ( Quantitative Easing), a través del cual se volcarán al mercado -mediante compra de bonos públicos y privados- 60 mil millones de euros mensuales.

El inicio de la operación comenzará la semana próxima y finalizaría, sujeto a que el crecimiento se hubiera consolidado y el peligro de deflación disipado, en septiembre del 2016; es decir, la inyección total alcanzaría un total de 1,1 billones (millones de millones) de euros, equivalentes a un 50% de la base monetaria actual. Debe aclararse que este programa de QE era la última "herramienta no convencional" de la que disponía la autoridad monetaria.

Palma Cané, que ha sido un fuerte crítico de las políticas monetarias implementadas hasta ahora en la Euroárea, en especial: fuerte demora en iniciar el ciclo de baja de tasas, falta de agresividad en la inyección de liquidez y extrema austeridad fiscal, sostiene que todas ellas provocaron la grave situación actual.

"La misma estuvo caracterizada por: estancamiento (0,3% en el cuarto trimestre del 2019), récord histórico de desempleo (11,4% con casi 18 millones de desempleados, deflación (-0.3%) , falta de crédito o "credit crunch" (caída interanual del 0,9%) para el sector privado, inestabilidad en el sistema financiero, Grecia al borde del default y fuertes asimetrías macroeconómicas entre los 19 países miembros", agrega.

Quien quiera analizar la visión actual del BCE sobre la marcha actual de su economía, puede recurrir al "Statement" oficial publicado por la entidad al cierre de su reunión. Sin embargo, en esta nota, y sólo a modo de síntesis, reseñaremos las principales observaciones que -asumiendo la plena implementación del nuevo programa- fueron mencionadas por el presidente Mario Draghi:

•Se espera que el nivel de actividad se consolide gradualmente, con un estimado de crecimiento para el corriente año del 1,5%; sumado a una tendencia creciente para el bienio 2016/2017 (1,9% y 2,1%, respectivamente).

•Respecto a la inflación, la caída de precios recién se detendría hacia finales del año en curso para el cual se prevé un nivel anual del 0.0%. Para el período 2016/2017 se asume que se aventaría la posibilidad de una eventual caída en deflación ( 1,5% y 1,8% anual , respectivamente)

•A medida que las medidas monetarias se "transmitan" a la economía real, el "credit crunch" al sector privado - irá cediendo; previéndose que desaparecería a lo largo del segundo semestre

•La demanda de las exportaciones se verá favorecida por un valor "más competitivo" del euro (a la fecha acaba de perforar el piso de 1,10 dólares) y la recuperación global

•Los riesgos para el crecimiento continúan sesgados hacia la baja, pero disminuirían a medida que avanzara el programa de QE

¿Cuáles son los objetivos de esta nueva inyección de liquidez? Claramente los dos objetivos fundamentales de este agresivo, pero sin duda tardío, plan de "Relajamiento Monetario" consisten en apuntalar el crecimiento, evitar un proceso de deflación, superar la insuficiencia de crédito, reducir los niveles de los costos financieros del endeudamiento privado y mantener un euro lo suficientemente competitivo como para convertir las exportaciones en un importante driver del crecimiento.

Ahora bien. ¿Será suficiente esta medida monetaria para lograr tan ambiciosas metas? ¿Se cumplirán los optimistas pronósticos del BCE? Todo indica que la tarea no será sencilla.

En efecto, para salir de esta más que peligrosa situación, sería necesario complementar el Relajamiento Monetario bajo análisis con una clara política de estímulos fiscales- tales como un programa de inversión pública y privada, la flexibilización de la austeridad a ultranza y la prórroga temporal para alcanzar el objetivo del 3% de déficit público.

Asimismo, debieran acelerarse las reformas estructurales de los mercados laborales y de las prestaciones sociales, especialmente en los países más atrasados. Lamentablemente, una vez más, en el "Statement" oficial se insiste en la necesidad que cada país debe atenerse al "Pacto de estabilidad y crecimiento" (inflexible, por cierto, en el sentido de que se alcance a rajatablas el superavit del 3%) ; con lo cual nada se menciona respecto a la necesidad de una mayor flexibilidad de la "austeridad a ultranza" y a la conveniencia de una política fiscal de estímulo pro inversiones.

En síntesis, no hay duda que la implementación del programa de QE será positivo. Sin embargo, si dicha herramienta monetaria no convencional se tomara sólo como una medida aislada, es probable que la misma fuera insuficiente y que - en consecuencia- la Euroárea podría sufrir un prologado período de tiempo superar su grave situación actual de estancamiento, desempleo, insuficiencia de crédito y deflación. Confiemos, pues, en que las autoridades respectivas corrijan a tiempo sus errores.