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El reconocido bodeguero alertó que más empresas están optando por exportar a granel, lo que atenta contra la identidad del vino nacional 
25/03/2015 - 19:10hs

Un reciente informe de Fundación Mediterránea destacó que a partir de la devaluación del 2002, las cantidades exportadas de vino fraccionado en botella, aumentaron a un ritmo explosivo, a un promedio del 10% anual.

"Dentro de esas ventas, el Malbec volaba, aumentando a un 30% anual", explica el informe.

Actualmente, se exporta cinco veces más que en 2005. Sin embargo, luego del 2010, se estancaron las ventas al exterior.

¿Ocurrió lo mismo en el mundo en materia de vinos? Según la consultora, Chile -a diferencia de lo que sucedió con la Argentina-, continuó exportando más vino en botella luego del año 2010.

¿Qué ha causado estas diferencias? Para los analistas de Fundación Mediterránea, "la Argentina ha perdido competitividad. Y esto se nota en los costos crecientes en dólares".

En el marco del último Argentina Wine Awards, el certamen que cada año organiza Wines of Argentina, Vinos & Bodegas iProfesional dialogó con José "Pepe" Zuccardi, director de la bodega Familia Zuccardi, una de las compañías vitivinícolas que se ubica en el top 10 del ranking de exportadores de vino, quien se refirió a las crecientes dificultades para desarrollar negocios en el exterior.

"El tema de la competitividad para las bodegas nacionales hoy es crítico. Tenemos un gran problema cambiario porque la mayoría de las monedas del mundo se devaluaron frente al dólar y aquí se mantuvo cuasi fijo el valor. Esto nos está generando inconvenientes muy evidentes para exportar", advirtió el bodegeuero

"El euro en pocos meses se devaluó un 20%, el real brasileño cayó a su menor nivel en once años y la moneda de Chile también avanzó en la misma dirección. Es decir que tanto nuestros mercados compradores como nuestros competidores se están haciendo más competitivos en el plano cambiario. Y si bien en una primera instancia habernos vuelto más caros nos empujó a buscar nuevos horizontes para vinos de mayor nivel de precios, hoy está jugando totalmente en contra, porque estamos perdiendo mercados en el exterior", completó Zuccardi.

En este contexto, el bodeguero advirtió que desde un tiempo hay empresas que están "subsidiando" la exportación de sus líneas más básicas con la rentabilidad que obtienen gracias a las etiquetas de mayor valor o con la propia dinámica del mercado interno, que convalida ajustes en los precios al público.

Sin embargo, advirtió que es cuestión de tiempo para que estos negocios de exportación "subsidiados" terminen cayendo si no hay mejoras en la competitividad.

"Exportar a pérdida es una estrategia de muy corto plazo e insostenible para cualquier empresa", recalcó.

Un indicador que sirve para ilustrar las dificultades que tiene la Argentina para ingresar a los mercados internacionales con vinos de más bajo precio lo brindó la presidenta de Wines of Argnetina, Susana Balbo, a Vinos & Bodegas iProfesional.

Según la bodeguera, actualmente el país ya no es rentable por debajo de los u$s30 FOB por caja de 12 botellas. Y el precio promedio que hoy se maneja es de u$s33, es decir que se está apenas por encima de la línea de flotación.

Balbo había considerado "crítico" este indicador porque tras el fin de la convertibilidad la Argentina era rentable a u$s18 por caja.

Al respecto, Zuccardi sostuvo que "nuestro país no debe ser identificado como un productor de vinos de bajo precio, sino de mitad de gama hacia arriba. Esto lo hemos logrado. Pero para seguir creciendo en la cúspide de la pirámide, es cierto que tenemos que tener un buen tamaño en la base. El problema de competitividad, que se agravó con el debilitamiento de las distintas monedas frente al dólar, está socavando esa base y hace que toda la estrategia de desarrollar una identidadtambalee".

Frente a este escenario, Zuccardi alertó que en los últimos años se profundizó la tendencia por la cual cada vez más importadores de vino argentino deciden comprar a granel y fraccionar en los países de destino, lo que atenta no sólo contra el agregado de valor y la generación de mano de obra local, sino también contra la propia identidad del vino argentino.

"Por la suba de costos, más bodegas dejaron de fraccionar vino en el país. Esta es una tendencia que tenemos que evitar. No nos podemos convertir en exportadores de commodities, porque esto destruye todo el trabajo en la creación de una identidad y no ayuda a que el mundo entienda lo que estamos comunicando en materia de terroir y diversidad", advirtió.

"Tenemos el clima, el suelo, una variedad maravillosa como el Malbec y toda una generación de enólogos jóvenes que tienen una formación excelente. Es más, es la primera vez en la historia argentina que tenemos una generación de estas características y la Argentina no se puede dar el lujo de perder esta oportunidad", afirmó Zuccardi, para luego concluir que "el vino es un producto que todos los países del mundo quisieran tener para poder comunicar su identidad. Nosotros lo tenemos y hay que evitar perder todo ese trabajo".

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