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Más presión en la city porteña: el "Made in Argentina" pierde terreno y se achica la caja de dólares

Exportaciones se desplomaron 25% en febrero y tocaron su nivel más bajo en cinco años. El saldo comercial dejó menos de u$s150 millones en primer bimestre
26/03/2015 - 10:22hs
Más presión en la city porteña: el "Made in Argentina" pierde terreno y se achica la caja de dólares

En momentos en que el plan de "estabilidad financiera" con la que viene avanzando el Gobierno depende más que nunca de la disponibilidad de dólares frescos, llegan malas noticias desde el frente externo. 

Según informó el INDEC este miércoles, las ventas de productos argentinos al mundo alcanzaron en febrero pasado los u$s4.065 millones, lo que implicó un fuerte desplome del 25% frente al mismo mes de 2015. 

En tanto, las importaciones, también se derrumbaron un 25%, a raíz del menor ritmo de actividad y del endurecimiento del BCRA al momento de habilitar divisas para el pago de operaciones. 

Si bien el superávit comercial alcanzó los u$s53 millones en febrero (u$s11 millones más que en febrero del año pasado) y u$s126 millones en el primer bimestre (un 66% más que en el mismo lapso de 2014), los expertos advierten que este saldo es magro en función de las necesidades del Banco Central. 

Además, recalcan que el resultado entre compras y ventas al mundo sólo se pudo incrementar de la mano de los fuertes controles aduaneros, los cuales, según la consultora Economía & Regiones, implicaron un serio perjuicio a la industria nacional.

De hecho, ramas de actividad como la automotriz y la electrónica, hace meses que trabajan con un cupo mensual de divisas, lo que derivó en falta de insumos y componentes para completar procesos productivos. 

No sólo eso: también advierten sobre la pobre dinámica que vienen registrando las ventas al mundo, que alcanzaron el nivel más bajo de los últimos cinco años. En efecto, hay que retrotraerse a febrero de 2010 para encontrar un registro más flojo (ver cuadro).

Al trazar un análisis pormenorizado sobre los datos difundidos por el INDEC se observa otro dato que preocupa: las exportaciones de manufacturas industriales, es decir, las de mayor valor agregado, sufrieron un derrumbe del 27% en febrero. 

En tanto, los envíos al exterior de manufacturas de origen agropecuario (rubro que incluye aceites y pellets de soja y demás granos, así como carnes), también experimentaron una fuerte caída, del orden del 17%. 

Frente a esta tendencia, desde la Cámara de Exportadores advirtieron que las ventas al mundo podrían caer este año hasta los u$s63.000 millones, lo que marcaría una estrepitosa baja de u$s21.000 millones frente al récord de 2011 y el peor registro desde 2009.

Al momento de analizar las causas del declive del "Made in Argentina" y su pérdida de protagonismo como proveedor de divisas, los expertos hacen referencia a un combo de factores:

1. Caída de los precios de las materias primas

Por el fortalecimiento del dólar y los crecientes stocks de granos en el mundo, las cotizaciones de los principales productos exportados por la Argentina padecieron una marcada caída en los últimos meses. 

El "caballito de batalla" del país, la soja, hoy se negocia en cerca de los u$s360 la tonelada, muy por debajo de los más de u$s500 que se llegaron a pagar el año pasado.

Pero el principal factor que incide en el menor ingreso de dólares no está explicado tanto por la baja del precio, sino por el hecho de que este desplome de las cotizaciones fue el que volvió a desalentar a sojeros a vender su producción.

Claro que a esto se sumó un factor no menor: tras la devaluación de enero de 2014, el Gobierno ajustó muy poco el tipo de cambio, potenciándose el atraso cambiario frente a la inflación. Así, mes a mes, comenzó a rendir menos cada dólar liquidado por ventas al mundo.

Según datos de la industria aceitera, los exportadores de granos liquidaron en la última semana apenas u$s247 millones, lo que implicó casi 50% menos que en el mismo lapso de de 2014. 

Además, en lo que va del año, las divisas ingresadas acumulan una baja del 32%, lo que equivale a unos u$s1.300 millones menos respecto a igual período del 2014. 

El propio ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, sumó su voz al reclamo al advertir que los productores tienen "amarrocadas" unas "10 millones de toneladas de granos en silobolsas".

De esta manera, desde el Gobierno se quejaron de que los productores agrarios se "sentaron" sobre la cosecha, y prácticamente paralizaron sus ventas en la última semana, llevando a las liquidaciones por exportaciones de granos a los valores más bajos en años. 

2. La "locomotora" brasileña no empuja como en otros añosOtro factor está siendo explicado por el pobre dinamismo de Brasil, que está demandando menos productos argentinos

Las perspectivas del mercado para este año indican que el PIB de ese país sería negativo en un 0,58%, lo que se traduciría en la mayor contracción en 25 años. 

En el primer bimestre de este año, los envíos argentinos al país vecino alcanzaron los casi u$s1.700 millones, contra los u$s2.557 millones del año pasado, lo que implicó un derrumbe del 34%.

Uno de los sectores más afectados es el automotor, que está padeciendo una marcada contracción de las ventas hacia ese destino, responsable de adquirir casi 9 de cada 10 unidades que se envían afuera.

Según datos del INDEC, en el primer bimestre, este complejo realizó exportaciones a Brasil por u$s528 millones, marcando así un desplome del 52% frente a los más de u$s1.100 millones del mismo período de 2014. 

Pero no todo se explica por la mala performance del sector automotor: por detrás, hay un gran entramado de empresas que, debido a la baja del consumo en tierras de Rousseff, están viendo cómo los envíos no paran de desinflarse

De hecho, de acuerdo con estadísticas oficiales, en el acumulado enero-febrero hubo sectores que sufrieron fuertes caídas, como la industria del cuero (-39%), la de aparatos eléctricos (-34%), la textil (-34%) y la química (-32%). 

3. Se agotó el "colchón" de competitividad cambiariaTras la devaluación de enero de 2014, la ministra Débora Giorgi aseguraba que se había llegado a un nivel de tipo de cambio óptimo para impulsar exportaciones y sostener los puestos de trabajo.

Sin embargo, la fuerte suba de costos tras el salto del dólar llevó a que hoy no quede nada de aquel colchón de competitividad.

Según cálculos de Elypsis, nunca antes desde la salida de la convertibilidad, es decir, en cerca de 13 años, el país había registrado un nivel de tipo de cambio en términos reales tan desventajoso como el actual.

En diálogo con iProfesional, Luciano Cohan, economista de la consultora, confirmó que "la relación respecto a la canasta de monedas de las naciones con las que comercia nuestro país, considerando inflación, está en los niveles más apreciados desde el fin del 1 a 1".

Es decir que no sólo se perdió todo el efecto del salto cambiario de enero de 2014, sino que, en términos prácticos y por el efecto de la elevada inflación local, ya no quedó absolutamente nada de aquel "colchón" que dejara la megadevaluación de 2002 (ver cuadro). 

4. La Argentina se encarece cuando los socios se abaratanAsociado a este último punto, un factor clave que explica la pobre performance de las exportaciones argentinas está vinculado con la importante devaluación que está experimentando la moneda brasileña. 

En los últimos meses, el real inició un inesperado rally descendente, lo que está dotando de mayores ventajas a los exportadores de manufacturas de ese territorio, a la vez que desalienta las importaciones de productos argentinos. 

Este panorama se agravó en las últimas semanas: con un real a 3,20 por dólar, la moneda brasileña alcanzó su valor más bajo en once años, lo que le mete más presión al BCRA por el efecto que esto tendrá en las exportaciones nacionales.

"La devaluación del país vecino es increíble, en apenas seis meses devaluó el 30% y si no aprueban el plan de ajuste en el Congreso en Brasil, podríamos ver al real más cerca de 4 que del valor actual", alertó el consultor Salvador Di Stefano. 

Para el titular del BCRA, Alejandro Vanoli, no es un dato menor que el tipo de cambio entre el peso y el real, considerando la inflación en ambos países, arroje la peor relación desde la salida de la convertibilidad (ver gráfico).

Según Boggiano, "entre 2010 y 2013, Brasil recibió en promedio el 21% del total de nuestras exportaciones. Con un peso prácticamente inamovible, los envíos hacia nuestro principal socio comercial se verán seriamente afectados".

"Esto implica que, sumado a la pérdida de competitividad que está sufriendo Argentina, un quinto del ingreso de dólares al país por comercio exterior está teniendo una nueva presión a la baja por la devaluación de nuestro vecino", recalcó.

Para Mauricio Claverí, "el debilitamiento del real brasileño agrava los problemas de las empresas nacionales y esto explica por qué nuestras exportaciones vienen cayendo con tanta fuerza en el año".