La expectativa que genera la huelga nacional convocada para el próximo martes hizo que algunos dirigentes sindicales "se entusiasmen" y comiencen a pensar en un nuevo paro luego del 31 de marzo.

Si la idea de la CGT de Hugo Moyano se concreta, se trataría de la quinta jornada de huelga total contra el gobierno de Cristina Kirchner. Por lo pronto, el próximo 15 de abril la entidad participará del Comité Central Confederal, donde se terminarán de delinear la modalidad y fecha de esta protesta.

Según publicó Infobae, hay ánimo entre las organizaciones de la central opositora para que esa posible medida de fuerzas se extienda por 36 horas con el plus, además, de una movilización a Plaza de Mayo.

Este miércoles la central trabajadora que dirige el camionero decidió sumarse al paro del próximo martes, en medio de una creciente tensión con la Casa Rosada.

Desde el oficialismo criticaron la medida: "es un paro para los que más ganan", fue el argumento de muchos funcionarios. Frente a esto, los de Moyano quisieron abarcar aún más que el reclamo por el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, y buscaron diferenciarse del reclamo inicial de los gremios de transporte.

La suba de este piso es algo que preocupa directamente a aquellos que ya en 2013 recibían salarios brutos superiores a 2013. Con los ajustes de paritarias provocados por la inflación, estos empleados se rehúsan a hacer horas extras o trabajar días feriados, para no sentir con tanta fuerza la presión tributaria en sus bolsillos.

La "falta de respuesta" del Gobierno frente a este reclamo hizo que algunos gremios "amigos" durante la administración kirchnerista amenacen con plegarse al paro. Por ejemplo, Rodolfo Daer, que integra todavía la CGT oficialista de Antonio Caló. Daer, ex jefe de la CGT durante el menemismo resolvió saltar al vacío al anunciar que se plegará al paro general del martes porque "el Gobierno no da respuestas".

Algo similar ocurre con el sindicato Luz y Fuerza que, si bien no se sumará al paro general, está planeando sus propias medidas de fuerza. La primera de una serie que promete se hará el 8 de abril. También será en repudio al impuesto a las Ganancias, contra la tercerización en el sector y fundamentalmente porque en esa entidad conviven actualmente 70 escalas salariales distintas en todo el país.

Todo parece encaminarse hacia un martes sin actividad en los principales sectores productivos, sin embargo las centrales obreras miran con recelo las actitudes del líder de la UTA Roberto Fernández, al que acusan una inclinación para "arreglar con el Gobierno y abandonar los conflictos a último momento".