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Pese al cepo cambiario, el año pasado se fugaron capitales por un total de u$s10.300 millones

El INDEC completó la información de la Balanza de Pagos y reveló que los activos externos de los residentes sumaron más u$s230 mil millones
08/04/2015 - 11:56hs
Pese al cepo cambiario, el año pasado se fugaron capitales por un total de u$s10.300 millones

Las restricciones cambiarias, excepto para un conjunto de ahorristas minoritarios que fueron autorizados a comprar divisas a una paridad singularmente subsidiada y que generaron una salida de capitales por casi u$s3.000 millones de las reservas del Banco Central, no impidieron que se fugaran de la economía real otros u$s7.300 millones.

La buena noticia es que por efecto de la recesión y consecuente agotamiento de la capacidad de ahorro de la población y de las empresas, junto a incentivos derivados de la suba de las tasas de interés en los últimos meses del año mientras que se dejó apreciar el peso, el ritmo de fuga de capitales virtualmente se interrumpió entre octubre y diciembre.

De todas formas, los activos externos de los argentinos, que en el caso exclusivamente del sector privado no financiero ascendieron a casi u$s227.000 millones a fines del último año, de los cuales más de 150.000 millones se mantienen líquidos en cajas de seguridad, sea en bancos, como en las casas y también fuera del país; crecieron en poco más de u$s10.000 millones.

Naturalmente, no se trata de un fenómeno nuevo, sino que se realimenta año tras año y que claramente se aceleró en la era posconvertibilidad, habida cuenta de que la información oficial registra que desde entonces el monto de fuga de capitales superó en más de u$s121.000 millones a los u$s109.200 millones que para fines de 2001.

Entonces, el total de los activos externos eran insuficientes para contrarrestar la deuda externa, pública y privada, de u$s149.348 millones, mientras que ahora la supera en más de u$s82.000 millones.

Según Infobae, parte del mérito de esa aparente mejora de un hipotético resultado contable se explica porque desde los canjes de deuda en default en 2005 y 2010 el Gobierno se abocó a una política de desendeudamiento con el resto del mundo y restringió el acceso al crédito internacional de las empresas, por la desconfianza que genera el control de cambios y desde fines de 2011 el cepo cambiario; pero intensificó groseramente el endeudamiento interno.

En términos de PBI el total de los activos externos pasó de representar el 43% a fines de 2001 a 40,3% en la actualidad. Es una proporción que se mantuvo muy alta, porque virtualmente duplica la tasa de inversión productiva en máquinas, equipos y construcciones de todo tipo.

Se trata de una enorme masa de recursos que espera ser tentada por políticas públicas para que regresen a la actividad productiva, comercial y en particular para financiar obras de infraestructura, para poner en valor los enormes recursos naturales y humanos y ociosos que mantiene el país en toda su geografía.

Eso es lo que esperan muchos inversores internacionales, que sostienen: "si los residentes no sólo mantienen gran parte de sus ahorros fuera del país, o del sistema productivo y financiero local, sino que lo acrecientan, no se puede esperar que ingresen capitales de extranjeros".