No trabajar durante los feriados, con el viernes 1 de mayo como fecha de inicio de una nueva escalada de protestas, era anoche la medida de fuerza más firme entre las ideadas por los gremios del transporte opositores para el plenario que tendrán mañana, en el que prevén para analizar los pasos siguientes al paro nacional del 31 de marzo pasado contra el Impuesto a las Ganancias.

Esa alternativa, además, les permitiría a las organizaciones del sector desmarcarse de las centrales obreras disidentes que reclaman una nueva huelga, pero por 36 horas y con una movilización a la Plaza de Mayo.

El miércoles la CGT de Hugo Moyano reunirá su Comité Central Confederal para debatir el resultado del último paro nacional y, sobre todo, resolver la modalidad de continuar con las protestas, señala Ámbito Financiero. 

Mientras Moyano, Luis Barrionuevo, de la CGT "Azul y Blanca" y Pablo Micheli, de la CTA opositora, se pronunciaron a favor de incrementar la intensidad del plan de acción contra el Gobierno, los referentes de los sindicatos del transporte, en particular Roberto Fernández (colectiveros, UTA) y Omar Maturano (maquinistas ferroviarios, La Fraternidad) hicieron saber que prefieren darle un tiempo al Ejecutivo hasta promover una nueva medida. Fernández y Maturano estudian una acción propia de los gremios del transporte, sin la participación de otros actores gremiales y de menor daño que un paro nacional.