Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), pidió que todos los sectores en la Argentina tengan acceso a las divisas por igual.

Se metió así en la polémica desatada días atrás por el economista Miguel Bein, quien actualmente pertenece al equipo del gobernador y precandidato presidencial, Daniel Scioli. Éste afirmó que es necesario suspender ya la venta de dólar ahorro para administrar mejor las reservas. 

"La disponibilidad de divisas para los importadores no ha cambiado mucho, más allá de la mejora estacional en los primeros días de abril respecto de un marzo que fue muy malo, por el mayor ingreso de liquidaciones de divisas por parte de los exportadores. Pero la falta de fluidez sigue vigente y no se corrige la situación de deuda de arrastre, que para algunas empresas es relevante", dijo el titular de CIRA, en diálogo con InfobaeTV.

Estimó que la deuda flotante del sector con sus proveedores del exterior, que comenzó a fines del primer semestre de 2014 y en diciembre había llegado a unos u$s4.600 millones, concentrada en un grupo de 40 a 60 empresas, se mantiene en ese rango en la actualidad. "Tal vez subió a 5.000 millones", añadió el titular de CIRA.

El dirigente consideró que "el derecho a acceder a la moneda extranjera lo tienen todos, tanto las personas físicas, como las jurídicas, es decir las empresas, y por tanto en términos de gravedad se puede decir que si una firma no puede pagar al exterior se interrumpirían cadenas de aprovisionamiento, y eso podría afectar en términos de producción y empleo. Pero el derecho de un ahorrista de resguardar sus reservas en una moneda dura también existe. Por eso lo ideal es que no hubiera problemas en ninguno de los dos frentes, pero la situación de reservas en el Banco Central no lo permite".

Por último, detalló que "hoy la baja de las importaciones se explica por varios factores: la caída del consumo, que es importante, pero también la política de administración del comercio exterior quita previsibilidad, en particular por parte de los importadores que no tienen espaldas para financiar a sus proveedores. Por eso un reciente trabajo permite concluir que se ha concentrado la operación en grandes empresas, donde la caída es del 6 a 7 por ciento, mientras que entre los pequeños la baja se ubica entre 20 y 25 por ciento".