El ex piquetero afín al kirchnerismo, Luis D'Elía, rompió el silencio luego de conocerse algunas de las escuchas contempladas en la denuncia que el fallecido fiscal Alberto Nisman impulsó contra la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman, entre otros acusados, por un supuesto "encubrimiento" a Irán en el ataque contra la AMIA.

D'Elía aseguró que "la difusión de las escuchas es ilegal, las usaron para continuar mintiendo sobre mí". En diálogo con A24, el dirigente kirchnerista dijo no ser "un traficante de impunidad o de influencias", y agregó: "A lo sumo fui un mal cartero".

Defendiéndose, dijo que nunca conoció al supuesto agente de inteligencia, Allan Bogado, otro de los denunciados por Nisman, y que sus conversaciones con Jorge "Yussuf" Khalil, el supuesto agente proiraní, nunca fueron "en nombre" del Gobierno.

"Quiero que me diga la Justicia argentina y nuestros instrumentos de investigación si soy culpable, no la CIA ni la Mossad (el servicio de inteligencia israelí en el exterior)".

"Hoy sabemos que hay cables reconocidos por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en los que la embajada americana le ordenaba a Nisman que la única causa que se podía investigar era sobre la culpabilidad de Irán. Hay pruebas de que a Estados Unidos le interesaba que el único incriminado fuera Irán", sentenció. "¿Por qué eso no está en la causa AMIA?", cuestionó.

El líder piquetero expresó que los agentes iraníes le aseguraron que no hacen atentados "en ninguna parte del mundo, mucho menos en la Argentina".

Según D'Elía, le expresaron que "no podríamos hacer una acción de guerra en un país como la Argentina, que fue uno de los principales distribuidores de armas en la guerra entre Irán e Irak".

Y subrayó, además, que en agradecimiento "la avenida Corrientes de Teherán se llama Avenida Argentina. Las relaciones diplomáticas entre ambos países tienen 115 años, y en los 70 era nuestro principal cliente en Asia".

"Me han tratado de asesino, de ladrón y de terrorista, pero no tengo una sola denuncia por corrupción, robo, o estafa. Hay muchas mentiras que han instalado en los medios: (Jorge) Lanata, por ejemplo, dijo que yo tengo una empresa que se llama Atalaya (una empresa de transporte de combustible, que además es contratista del Estado), y no lo pudo soportar ni periodísticamente ni judicialmente", dijo.

"Siempre que me quisieron matar o derrotar fue con mentiras. Hoy puedo venir con libertad a enfrentar todo lo que me han dicho: terrorista, ladrón, estafador. Acá estoy, cantando como la cigarra", concluyó.