La pelea entre el Gobierno y el sector agropecuario impacta en la economía del país y en la reservas del Banco Central. Así es que el aporte de dólares del campo es el menor en ocho años.

Hasta el viernes pasado, las empresas exportadoras de granos y subproductos agrícolas acumulaban una liquidación de divisas ante el BCRA por u$s4.500 millones. Se trata de la suma más baja que se registra desde antes del conflicto rural de 2008, informó el diario Clarín.

Expresa, en especial, la fuerte caída de los precios de los granos producidos por la Argentina, que alcanzó cerca del 30% en solo un año.

Como es costumbre cada lunes, la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) cuántas divisas cambiaron por pesos la semana pasada en las ventanillas del BCRA. Entre el 13 y el 17 de abril fueron u$s589 millones, la cifra más alta en lo que va del año. La situación responde al rápido avance de la cosecha de soja: las compañías agroindustriales ingresan dólares al país para adquirir grandes volúmenes de ese grano de los productores.

A pesar de este aceleramiento, en lo que va del año el aporte de divisas del sector agrícola es decididamente pobre. A esta altura de 2014, por caso, las empresas del ramo habían liquidado ya $6.447 millones. Es decir que se registró una caída en el ingreso de los agro-dólares superior al 30%.

La mejor explicación sobre esta situación, más allá de las conjeturas que lanza el gobierno sobre los altos grados de especulación por parte de los chacareros, es la caída de los precios de los granos que se registró en todo el mundo. Como ejemplo, si hace un año atrás la tonelada de soja cotizaba en Chicago a u$s550, el viernes pasado lo hacía a u$s356. La baja llega a 35 por ciento.

En este escenario, las liquidaciones del agro hasta mediados de abril son las más bajas desde 2007, cuando sumaban u$s3.741 millones. No había sido tan flaco este aporte ni siquiera en el conflicto de 2008, con el parate de los negocios a partir de marzo. Tampoco lo fue en 2009, cuando una fuerte sequía redujo la cosecha de soja a solo 31 millones de toneladas. En aquel momento, las liquidaciones llegaron a 4.597 millones de dólares.

Aunque es evidente el impacto de la baja de precios, este escaso ingreso de los agro-dólares también tiene que ver con las expectativas económicas de los productores. La Bolsa de Rosario analizó días atrás el comportamiento del mercado y reveló que 75% de los negocios pactados con soja son "a fijar precio", lo que es decir que se entrega la mercadería pero no se cierran los números. Los expertos rosarinos indicaron que "este registro supera incluso el guarismo de 72% que se verificó en 2008/09, donde por factores climáticos hubo una pésima producción de soja".

"Muchos productores están esperando mejores precios o modificaciones en el tipo de cambio. En un año eleccionario y con tipo de cambio oficial 'algo anclado', numerosos operadores esperan los resultados de las elecciones nacionales y del nuevo plan económico que podrían llegar a instrumentar las autoridades nacionales electas. Hay operadores tentados a retener la mercadería hasta finales de año a la espera de poder ver -con claridad- la nueva política cambiaria del gobierno o la posible continuidad del régimen actual", señalaba aquel informe.