El día después de los votos y la euforia, comienza el tiempo de los análisis. Contrariamente al discurso oficialista que reza que el PRO es una fuerza política que tiene peso sólo en los barrios de clase media y media alta, ubicados en el corredor norte de la Ciudad de Buenos Aires, los datos oficiales demuestran la fortaleza del macrismo en todas las comunas porteñas, hasta las del sur, donde tanto el kirchnerismo como Martín Lousteau de ECO juraban que arrasaban.

El PRO ganó por amplia mayoría en las 15 comunas de la Ciudad. La mejor elección la tuvo en la de Recoleta, donde terminó con 59,1% de los votos. Incluso en los barrios donde su performance fue más baja (la comuna 15, compuesta por Agronomía, Chacarita, Villa Crespo, Paternal, Parque Chas y Villa Ortuzar) la gestión de Macri tuvo un amplio apoyo y se ubicó 17,3 puntos por encima de la segunda fuerza, el espacio ECO.

Evidentemente, el PRO tracciona mejor en los barrios de mayor poder adquisitivo, algo que figura en el imaginario de electores y analistas: en Palermo obtuvo el 52,1% de los votos, en Belgrano, Colegiales y Nuñez ( Comuna 13) el 53,3%.

Los detractores dirán que éstas son las zonas de la Ciudad donde se hicieron más obras: Metrobus, bicisendas y parques con sombrillas amarillas. Pero incluso en áreas "olvidadas" por los ocho años de gestión macrista, su partido resultó vencedor por una amplia diferencia. En la Comuna 4 (que está compuesta por los barrios de La Boca, Barracas, Nueva Pompeya y Parque Patricios), por ejemplo el PRO terminó con 22 puntos de ventaja contra la segunda fuerza comunal, el Frente para la Victoria.

Y hay más perlitas. En barrios que históricamente se han definido y han votado como peronistas, como los de la Comuna 8 ( Villa Soldati, Lugano y Villa Riachuelo), el PRO ganó las primarias con el 46,6% de los votos, 20,1% por encima que el Frente para la Victoria.

Los datos no sólo hablan de la fortaleza del PRO en la Capital, sino que reflejan el alejamiento del electorado porteño de los candidatos del oficialismo. Incluso en barrios de bajo poder adquisitivo, asociados en el imaginario al votante del FPV, el progresismo encarnado en la figura de Martín Lousteau, tuvo más adhesión popular. Por ejemplo, en la Comuna 10 y en la Comuna 7 donde el ex ministro de Economía se ubicó en un cómodo segundo lugar con el 23,8% y 22,8% de los votos, respectivamente.

Con Recalde, se desinfló el kircherismo en la Ciudad

Cuando Cristina Kirchner y su entorno comenzaron a delinear el panorama de las PASO en la Capital, terreno árido para el justicialismo, tuvieron especial cuidado de abandonar al "caballito perdedor" de Daniel Filmus, que había fracasado en su intento por llegar a la jefatura de Gobierno en 2007 y 2011. Eligieron esta vez ir con una figura nueva, como Mariano Recalde, para "romper la racha".

Lo cierto es que el cambio de fichas no favoreció al oficialismo nacional, ya que la performance del actual director de Aerolíneas Argentinas fue incluso, mucho peor que la que había tenido Filmus en 2011.

Con 18,2% de los votos en todo el territorio porteño, la campaña de Recalde ( en realidad, de todo el atomizado FPV) fue bastante más pobre que la bastardeada contienda que presentó Filmus hace cuatro años, cuando había terminado con el 27,7% de los votos.

En esa oportunidad, el piso del Frente para la Victoria había sido de 16,1%, concentrado en Recoleta. Esta vez el kirchnerismo también tuvo su peor desempeño en la Comuna 2, pero con un saldo más bajo: sólo recibió el 10,2% de los votos.

Para Lousteau, el desafío está al sur

A pesar de la contundencia del triunfo del PRO, la verdadera sorpresa que dejaron las primarias fue la figura de Martín Lousteau, que ahora deberá dar pelea en las elecciones generales para poder llegar a una segunda vuelta contra Rodríguez Larreta.

Con un pico de popularidad en Caballito, donde se quedó con el 26,4% del electorado, el candidato de ECO deberá dar pelea en las comunas del sur de la ciudad, en las que el Frente para la Victoria sí alcanzó el segundo lugar.

Por ejemplo, en la Comuna 8, el ex ministro de Economía cosechó el 13,5% y en la Comuna 4, en La Boca, alcanzó el 16,5% de los votos. Por eso, Lousteau deberá reforzar su presencia en estos barrios y caminar el sur de la Ciudad, para atraer a este electorado menos informado y más fidelizado con los dos oficialismos ( el nacional y el capitalino).