El Porvenir de Cayafate, bodega de familia, anunció que la cosecha se desarrolló en condiciones óptimas para las variedades blancas y tintas del terroir salteño.

La bodega cuenta con viñedos a 1.750 msnm, ubicados en el Valle de Cafayate, un terroir único por su clima extremo y su marcada amplitud térmica, consecuencia de la altura.

El equipo técnico de la bodega, liderado por el enólogo Mariano Quiroga Adamo y el ingeniero agrónomo Santiago Bugallo, analizó la vendimia 2015 determinando el potencial de excelencia de los vinos de esta cosecha.

"El ciclo empezó más temprano en todo el valle, con una brotación en la viña que se adelantó 15 días a la fecha normal, con lo cual se comenzó la cosecha dos semanas antes que el año pasado. Las lluvias se concentraron entre mediados de enero y fines de febrero, las cuales no alcanzaron los 200 mm. Esta baja precipitación nos aseguró gran sanidad, sobre todo para las uvas tintas", afirmó Bugallo. 

Con un 2015 que inició muy seco y con mucha intensidad solar en el Valle de Cafayate se lograron muy buenas concentraciones polifenólicas.

"A mediados de enero comenzamos con nubosidad por la tarde, lo que fue muy bueno para lograr la unión de madurez polifenólica y azucarina importante y obtener así vinos con un balance equilibrado entre alcohol, acidez y concentración", sostuvo Bugallo.

El ingeniero agrónomo agregó que "la madurez se fue dando de forma gradual en cada una de las variedades lo que nos permitió cosechar cada varietal en su momento oportuno. Comenzamos la cosecha el 9 de febrero con nuestro Chardonnay de Finca Alto Los Cuises, seguido por Malbec, Syrah y Cabernet Franc de Finca Río Seco, terminando con Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, dejando al final la cosecha de nuestro Tannat de Finca El Retiro".

"En cuanto al Torrontés decidimos cosecharlo en tres momentos diferentes, la primera cosecha fue mediados de febrero, la segunda a fin de febrero y la ultima mediados de marzo, buscando obtener diferentes perfiles aromáticos, lo que nos permitirá llegar a un vino más complejo tanto en aromas como en boca", explicó Mariano Quiroga Adamo, enólogo de la bodega salteña. 

Por su parte, la variedad Tannat -una de las cepas que la bodega investiga su evolución en la zona- tuvo un ciclo de maduración excelente, con una madurez polifenólica y química perfecta, dando vinos de mucho color, muy buena acidez y gran estructura en boca.

"Estamos muy conformes con la calidad de los vinos que estamos logrando en el Valle de Cafayate. Año tras año vamos consolidando la identidad de este terruño que, si bien se expresa muy bien en los varietales clásicos, se está dando en forma superlativa en cepajes como el Torrontés y el Tannat. Aquí, estas variedades no tradicionales encontraron las condiciones óptimas para expresarse y así lo reflejan los premios internacionales que estamos cosechando en Europa y Asia", concluyó Lucía Romero Marcuzzi, directora de El Porvenir de Cafayate.

[email protected]