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Las ventas de 0km dejaron de caer en abril, pero los argentinos cambiaron su "menú" de modelos

Los patentamientos van encontrando su piso. Las pick-ups corren con ventaja, de la mano de más tecnología. Los autos chicos también ganan terreno
30/04/2015 - 10:01hs
Las ventas de 0km dejaron de caer en abril, pero los argentinos cambiaron su "menú" de modelos

De cara a las elecciones de octubre, el Gobierno está concentrado en llegar con el mayor "oxígeno político" posible. Con ese fin, se puso como meta principal mantener la paz cambiaria a cualquier precio. 

Ante una elección presidencial como la que se avecina, la administración kirchnerista sabe que necesita tener controladas variables muy sensibles para los argentinos, como el valor del dólar oficial y la brecha respecto del blue

En esa misma línea también viene trabajando para contener e, incluso, incrementar el nivel de reservas en poder del Banco Central –factor íntimamente ligado al tipo de cambio-, así como también a que se desacelere el índice inflacionario. 

Pero si algo dejó en claro la historia reciente de la Argentina es que el “manual proselitista no está completo si a todas esas variables no se suma otra, tan o más importante que las anteriores, como lo es la mejora en el nivel de consumo. 

Para el Gobierno, poder cerrar el actual ciclo con un nivel de ventas en aumento, que permita alejar –o al menos disimular- las críticas que advierten sobre un preocupante enfriamiento en el nivel de actividad, representa uno de los mayores desafíos en esta última etapa. 

Más si se tiene en cuenta que el fogoneo de la demanda de bienes, bajo la visión del kirchnerismo, es una de las herramientas más eficaces para impulsar la economía. 

Primero viene el consumo, después la inversión”, se han encargado de repetir, como si fuese un mantra, muchos funcionarios a lo largo de la última década. 

Es en este contexto en el que la Presidenta, días atrás, festejó por cadena nacional que la comercialización de 0Km cerrará este mes con una importante suba interanual. 

"La venta de autos, que se nos había desplomado el año pasado, creemos que va a aumentar un 10% durante abril”, afirmó Cristina Kirchner, sin ocultar su satisfacción. 

Pese al entusiasmo oficial, en la industria son mucho más cautos. Y es que las cifras reales están mostrando otra cosa. Faltando procesar unos pocos días, el sector va camino a cerrar el mes de abril con un nivel de ventas de entre 52.500 y 53.000 vehículos. 

Considerando que en el mismo período del año pasado se habían comercializado unas 52.900 unidades, esto implica que los patentamientos, décimas más o menos, terminarán “empatando” la cifra de 2014 (ver cuadro). 

Si bien la proyección oficial está sobreestimando la performance que está teniendo el negocio automotriz, la realidad es que el resultado de abril, en medio de la crisis que vive esta industria, muestra un principio de cambio de tendencia, porque implicará ponerle fin a una mala racha de 15 meses consecutivos con fuertes caídas en los niveles de venta. 

Además, entre terminales y analistas se respira algo de entusiasmo porque, a partir de las mejoras en las remuneraciones que ya se están produciendo, el poder adquisitivo recuperará parte del terreno perdido, lo que le imprimirá un mayor dinamismo al negocio. 

Con una mejora nominal del 30% promedio, se espera que los salarios le ganen cerca de 15 puntos a los ajustes que experimentaron los autos en lo que va del año, marcando así un punto de inflexión, luego de que en 2014 la capacidad de compra –en términos reales- retrocediera casi 20 puntos. 

Sin embargo, lograr que las ventas pasen a terreno neutro o positivo no será tan fácil. Sucede que enero pasado fue crítico en materia de patentamientos, de la mano de un derrumbe interanual del 40%. 

Así, un abril estable como el que está culminando, no será suficiente para evitar que las estadísticas correspondientes al primer cuatrimestre sigan mostrando un balance negativo: los 210.000 autos comercializados implicarán una caída del 23% frente al mismo lapso de 2014 (ver cuadro). 

Argentinos cambian su "menú" de modelos 

Lo que sí está confirmando el cierre de abril es que, si hay un sector dinámico en la industria, ése es el de las pick-ups. 

Exceptuando el fatídico mes de enero, en este cuatrimestre fueron grandes responsables de la estabilización que experimenta el sector, incluso logrando meses con tasas de variación positivas

El éxito de la categoría responde, entre otros factores, a que compradores tradicionales de las SUV medianas, que fueron afectadas por el impuestazo a los 0Km, migraron hacia las "chatas", en busca de un vehículo de reemplazo que no está alcanzado por el tributo. 

Esto determinó que, actualmente, las cinco pick-ups más vendidas representen cerca del 13% del mercado total, casi cinco puntos por encima de los niveles de 2014

Los principales fabricantes de camionetas acompañaron la tendencia con el lanzamiento de productos cada vez más equipados y confortables, de modo tal que los usuarios puedan contar con un vehículo de carga y especial para el trabajo, pero sin resignar algunos accesorios tecnológicos y de seguridad que antes eran propios de los modelos de alta gama.

Un ejemplo concreto es la incorporación de la caja de transmisión automática a las versiones intermedias, tanto de la Amarok de Volkswagen como de la Ranger de Ford, permitiendo que se pueda acceder a una unidad con estas prestaciones sin tener que pagar por una tope de gama.

La inclusión de la pantalla táctil en los vehículos y hasta la de televisión digital, como es el caso de Toyota Hilux, son otra muestra de la "sofisticación" que están ofreciendo las pick-ups.

En este contexto, no es casual que las marcas estén avanzando con fuertes inversiones para competir en este segmento. Nissan, por ejemplo, anunció un desembolso de u$s600 millones para comenzar a fabricar su propio modelo con sello “Made in Argentina”. 

A este importante anuncio luego se sumó Renault  y hasta Mercedes Benz, que anticiparon sus planes de dar pelea en esta categoría con sus propios modelos de “chatas”. 

El ascenso de las pick-ups está explicado, básicamente, por la variable precios, dado que, al ser consideradas un bien de capital, no se ven alcanzadas por el impuestazo. 

Al tomar en cuenta las cuatro camionetas más vendidas del país, se observa que, desde abril de 2013 –cuando la industria se encontraba en pleno boom de ventas-, estos modelos se encarecieron un 69% promedio, siendo la Amarok de Volkswagen la que menos subió (ver cuadro). 

Este incremento de los valores de venta al público de las pick-ups se movió incluso por debajo de los autos y SUV de marcas masivas. 

En efecto, si se consideran los diez vehículos más vendidos del mercado se observa que, en los últimos dos años, los precios acumularon un alza promedio de más del 75%. 

Entre los que menos se encarecieron figuran el Ford Fiesta KD (+52%), mientras que el modelo que lideró el ranking de alzas fue el Clio Mio de Renault (+97%), tal como se observa en el siguiente cuadro: 

Esta dinámica que experimentaron los precios de pick-ups, así como los autos y SUV de marcas generalistas, fue muy inferior al fuerte salto que exhibieron los importados de gama media y de lujo. 

En base a la guía oficial de ACARA, se observa que algunos de los modelos más vendidos registraron un ajuste promedio del 165% en los últimos dos años (ver cuadro). 

Al trazar una radiografía, se observa que algunas líneas que antes eran muy exitosas en términos de ventas, como es el caso del Audi A3, ya cuestan casi 300% más que en abril de 2013, es decir, en momentos previos a la irrupción del impuestazo y de la devaluación de enero de 2014.

Este combo quebró la tendencia que se había dado durante años, por la cual eran los autos grandes y de alta gama los que más crecían en patentamientos. 

En este entonces, la suba de precios de los 0km se movía por debajo del índice inflacionario real, al tiempo que el atraso cambiario permitía que  los vehículos que cotizaban en dólares fueran quedando cada vez más baratos en términos de salarios.  

Así fue como en 2013 los autos de lujo llegaron a representar el 4% del volumen total de ventas. 

Sin embargo, tras la irrupción del impuestazo y de la devaluación del año pasado, su participación se desplomó, a punto tal que hoy ostentan un market share menor a 1,6%. 

Como contrapartida, las automotrices de marcas generalistas comenzaron a poner más foco en potenciar sus modelos medianos y de buen equipamiento, dado que muchos de los compradores que antes apuntaban al segmento de alta gama migraron hacia opciones más económicas

Así fue como se afianzaron alternativas como Ford Focus, Toyota Corolla, Renault Fluence o Citroën C4 Lounge, especialmente tras la última actualización de la base imponible del impuestazo, que le permitió a las marcas ofrecer más confort sin riesgos de caer dentro del tributo. 

Sin embargo, hoy por hoy, el segmento de los autos chicos y más económicos es el que está explicando el grueso de la demanda. 

No es para menos: los diez modelos de menor precio y que figuran en el ranking de los más vendidos –grupo que incluye al Vokswagen Gol, Peugeot 207, Fiat Palio y Chevrolet Classic, entre otros-, ya se “adueñaron” del 35% del mercado en lo que va del cuatrimestre. 

Cabe destacar que, hasta abril de 2014, este segmento representaba el 28% de las ventas totales. 

En parte, los modelos más chicos vuelven a tomar la "posta" porque la dinámica de precios llevó a que, para acceder a un 0Km de mayores dimensiones, hoy haya que desembolsar más de $160.000.

Pero volver a los autos más chicos no implica resignar lujo o confort, y esta es otra tendencia clara.

Se observa que, aun en época de "vacas flacas", las versiones preferidas no son las "base", porque el cliente cada vez valora más el nivel de equipamiento. De modo que la tecnología y la seguridad han pasado a ser variables muy determinantes entre los argentinos a la hora de elegir su 0km.

Esto llevó a que modelos compactos y entry level hoy pasen a tener opcionales antes reservados a los vehículos de gama media, como sistemas multimedia, sensores de estacionamiento o techo solar. 

El caso más relevante es el del Volkswagen Up, que ofrece versiones con espejos retrovisores con ajuste eléctrico y hasta pantalla táctil con GPS incorporado. Como contrapartida, la opción más básica, con poco equipamiento, dejó de importarse porque prácticamente no tenía demanda.  

"Esta es la nueva tendencia entre muchos compradores. Prefieren resignar un poco de espacio pero contar con opcionales de confort y seguridad que hasta hace poco estaban limitados a autos de otras categorías", concluyó el gerente de ventas de uno de los mayores concesionarios Volkswagen. 

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