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Nunca es tarde: cómo volver a la universidad después de los 40 años

Diez consejos para que los "estudiantes maduros" puedan retomar su formación profesional y conseguir un nuevo título universitario
06/05/2015 - 17:49hs
Nunca es tarde: cómo volver a la universidad después de los 40 años

La enfermera Coleen Cunningham, con veinte años de una prestigiada carrera en su haber, se encontró a los 46 años en una encrucijada. Sentía que ya había agotado su rol y quería expandir sus horizontes con un nuevo título universitario. 

Según relató la mujer a la cadena BBC, no renunció a su puesto de trabajo pese a haberse matriculado en un programa de especialización de tiempo completo. Claro, tuvo la chance de continuar trabajando entre tres y cuatro días por semana.

"Fue duro y tuvo su costo", contó la enfermera, y recordó que muchas veces se perdió eventos en la escuela de sus hijos, y no los acompañó por estar viajando o trabajando. "Estaba en una misión", afirmó.

Pero a los 59 años, Cunningham tiene un empleo que le encanta. "Creo que el trabajo se está poniendo mejor y mejor", apuntó a la BBC.

Estudiar en la mediana edad tiene una serie de retos específicos, desde hacer malabarismos con las clases y un trabajo a tiempo completo, hasta manejar a los hijos y las responsabilidades del hogar. Sin embargo, eso no impide que la gente lo consiga.

En EE.UU., por ejemplo, la matrícula universitaria para personas de 25 años o más aumentó un 41% de 2000 a 2011, según el centro estadounidense nacional de estadísticas sobre educación. Estos "estudiantes maduros" representan uno de cuada cuatro universitarios en ese país, aseguró la BBC.

Para colaborar con aquellos que después de los 40 quieren retomar los estudios, la cadena consultó a expertos con los que delineó una serie de consejos básicos.

1. Considera si tienes lo que se necesita. Tres cosas: dinero, tiempo y determinación. "Debido a compromisos familiares, conyugales o de otra índole, puede que no tengas todo el tiempo que necesitas", señaló Julia Chung, planificadora financiera de la firma JYC Financial en Langley, en Canadá.

2. Un verdadero acto de malabarismo. "Si estás fuera de la escuela desde hace mucho, puede que te tome más tiempo adaptarte a estudiar y aprender. Reserva más tiempo de lo que necesitas y sé realista sobre cómo eso afectará el equilibrio de tu vida".

3. Inscribirse en una clase en un instituto local o universidad puede ser algo rápido, pero incorporarse a un programa avanzado es un compromiso mayor, así que probablemente se requerirá de seis a 12 meses para hacer todo el proceso. Para un título superior quizás sea necesario aprobar un examen de admisión. Es fundamental investigar los programas y fechas de admisión, presentar la solicitud, buscar ayuda financiera, etc.

4. Las consideraciones de fondo. Antes de llegar a los aspectos prácticos, hay algunas reflexiones que conviene hacer.¿Buscas un título adicional para lograr una promoción? ¿Un aumento? ¿Satisfacción personal? ¿Aumentarán tus ingresos? ¿Valen la pena? "La evidencia no es concluyente en cuanto a la rentabilidad financiera de estudios a medio tiempo", apuntó Claire Callender, profesora de educación superior en el Instituto Birbeck y UCL en Londres.

5. Considerar las alternativas. ¿Se puede conseguir la formación requerida con una clase en particular o en un curso, en vez de un título completo? Cierto tipo de experiencias, como trabajos a medio tiempo o voluntariados, pueden ser igual de provechosos.

6. Tanto en la casa como en la oficina, hay personas que se verán afectadas por la decisión de volver a estudiar. Es importante comunicar la determinación al jefe. "Muchas compañías grandes ayudarán financieramente, si el campo de estudio es relevante al empleo y al empleador. Puede que pongan condiciones a su contribución. Entre ellas, aceptar continuar trabajando en la misma compañía durante un cierto período después de la graduación", indicó a la BBC Brett Evans, director de la firma de asesoramiento financiero Atlas Wealth Management en Southport, Australia. Y parte del trabajo de preparación será explicarle a la familia que vale la pena invertir ese tiempo y ese dinero, preparándolos para la posibilidad de una reducción de ingresos.

7. Llevar un registro de gastos. En muchos casos es posible deducir de impuestos la matrícula, los libros y otros gastos, así como también el interés en préstamos a estudiantes. Consultar a un profesional sobre este tema no está demás.

8. No escatimar tiempo y esfuerzo en el trabajo, que debe seguir siendo la prioridad. "No estudies durante el horario laboral, ni permitas que eso afecte tu rendimiento", indicó Evans. "Y no esperes poder meter todo en una sesión de estudio antes de una tarea o examen como cuando estabas en la universidad. Ahora que estás trabajando, es necesario planificar", agregó.

9. Cuidarse: no importa lo locos que sean los horarios, es necesario descansar y hacer ejercicio."Parece obvio, pero estas cosas son realmente difíciles para la mayoría de la gente", dijo Chung, y sentenció: "Ignorar esto es ponerte en peligro de fracasar".

10. Planificar por adelantado. Si es posible, comenzar a ahorrar de inmediato, ya sea por el pago de la carrera como para enfrentar menos dificultades financieras durante la cursada. ¿Y por qué no planear algo especial para compartir con la familia después de la graduación?

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