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Nuevos dominios "apestosos" inquietan a las empresas y a celebridades

Está abierto el registro parcial de .sucks para compañías dueñas de marcas que podrían ser víctimas del abuso digital de registros
13/05/2015 - 17:26hs
Nuevos dominios "apestosos" inquietan a las empresas y a celebridades

¿Extorsión o queja genuina? Dos caras de una misma moneda, cuya delgada línea confunde su primordial objetivo, si es que lo tiene. 

Según Johan Berard, CEO de Vox Populi, empresa que lanzó el dominio .sucks, su objetivo es altruista. Dar una voz de queja a los consumidores, y una oportunidad para encontrar valor en la crítica, para las empresas.  

Ahora sí, su valor: 2.500 dólares, 100 veces más caro que un dominio regular. ¿Extorsión encubierta, detrás de una intimidación a una posible difamación? ¿Por qué alguien querría decir en internet que alguien o alguna empresa “apesta”? ¿Extorsión o queja genuina?

Lo cierto es que desde febrero, los denunciadores "online" cuentan con una nueva herramienta para hacerse escuchar: los dominios .sucks (que hace referencia a que algo apesta, en inglés), lo que ha encendido alarmas entre compañías o personas populares, preocupadas por su imagen pública.

Desde fines de marzo está abierto el registro parcial de .sucks para compañías dueñas de marcas que podrían ser víctimas del abuso digital de dominios y  el 1 de junio estará abierto a los usuarios en general.

Así, cualquiera que pague a Vox Populi, que tiene los derechos del dominio, puede hacerlo.

Entonces, ¿cómo reaccionar? ¿Quién podría verse realmente atacado por esta nueva amenaza?

La respuesta es que todas las empresas deberían tener una estrategia defensiva ante estos dominios, pero especialmente, aquellas compañías multinacionales que cotizan en bolsa, a las que una campaña de desprestigio podría afectar su performance en los negocios.  

También, pueden verse comprometidas las personas con alto grado de popularidad, por ejemplo, los que ocupan cargos políticos o celebridades.

Y ahora sí, ¿estamos a salvo? Ni por un instante. 

Las reglas de juego cambiaron. La tecnología introdujo un cambio de paradigma, antes el control era de las empresas, hoy el control pasó a manos del consumidor: o mejor dicho, del nuevo “prod-sumidor”. 

Así como las empresas que han entendido esto supieron capitalizar y convertir en un activo esta oportunidad; las que no lo han hecho están a la merced de un arma de doble filo: la crítica y queja genuina, y la guerra sucia online.

En el momento en que ingresamos al mundo digital, no hay manera de quedar ajenos a esta potencial problemática. 

Los riesgos se multiplican a medida que las redes sociales van tomando poder y las leyes no han podido mantenerse al día con respecto a los avances tecnológicos para poder protegerlas.

Con lo cual, si hay alguien que quiere hablar mal de una empresa o persona, seguramente encontrará un camino para hacerlo.

La pregunta aquí es si ese camino estará allanado. Tener una estrategia defensiva ha dejado de ser una opción. Quienes no entiendan este potencial riesgo, estarán a la merced no solo de consumidores malintencionados, sino de especuladores que querrán sacar dinero a partir de una debilidad.

Una correcta estrategia defensiva va mucho más allá de comprar un dominio. Google, Facebook, Twitter, Wikipedia, Linkedin, blogs, medios, todos son canales igualmente vulnerables que pueden ser utilizados para desprestigiar a una empresa/persona.

La pregunta es, ¿vas a dejar que alguien más ocupe tu lugar? 

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