El Gobierno porteño anunció que no prorrogará el convenio del juego firmado entre la Ciudad y la Nación, destacando que tiene como objetivo no comprometer a una próxima administración con un nuevo acuerdo.

El cuestionado vínculo entre la Comuna y la Nación por el juego, con el empresario Cristóbal López en el centro de la escena -y de las críticas de la oposición en la Ciudad- caerá entonces por su propio peso con esta decisión.

En un comunicado de prensa, el gobierno de Mauricio Macri señaló que no prorrogará el acuerdo para "no comprometer a la próxima administración con un nuevo convenio cuando faltan seis meses para el cambio de autoridades" y al mismo tiempo, con el objetivo de "recuperar las potestades, competencias y recursos relacionados con la actividad".

La decisión de dar de baja el convenio celebrado el 30 de octubre de 2003 entre el por entonces jefe comunal Aníbal Ibarra y el expresidente Néstor Kirchner "fue comunicada por el Instituto de Juegos y Apuestas porteño a Lotería Nacional", aseguró la administración porteña.

"Los fundamentos son no comprometer a la próxima administración, la necesidad de consolidar la autonomía porteña y recuperar para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la totalidad de las potestades, competencias y recursos relacionados con el juego", enfatizó el comunicado, según un cable de Noticias Argentinas.

El convenio vence en diciembre próximo y la decisión de Macri de descontinuar ese acuerdo debe ser comunicada con 120 días hábiles de anticipación.

El juego, que tiene en la Argentina al empresario Cristóbal López -cercano a la Casa Rosada- entre sus principales referentes, se había convertido en un tema espinoso en las últimas semanas para el Gobierno porteño, con Macri respondiendo a los embates de sus adversarios políticos en la carrera por la presidencia, pero también en su propio espacio, el PRO.

Ocurre que en la reciente interna del oficialismo porteño, esta cuestión terminó por convertirse en una piedra en el zapato para Macri, que pretende mudarse este año a Balcarce 50, cuando la senadora y precandidata a jefa de Gobierno por el PRO, Gabriela Michetti, pidió "poner una absoluta restricción al juego" en la Ciudad.

Es más, Michetti prometió librar esa batalla en caso de vencer en las primarias al jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien apadrinado por Macri terminó alzándose con la victoria y será el candidato del PRO en los comicios generales del próximo 5 de julio.

Los comentarios de Michetti generaron una rápida reacción de Macri, quien enfatizó en ese momento: "Al juego le pusimos límites desde el primer día de gobierno".

La polvareda armada por el debate sobre el juego en el seno del PRO generó, por ejemplo, que Sergio Massa, rival del jefe de Gobierno porteño en la carrera presidencial, saliera a recordar el convenio que el macrismo firmó con Cristóbal López a fines de 2013 y que fue refrendado por la Legislatura comunal.

Se trata de una exención impositiva que la Ciudad concedió a firmas del empresario (se trataba de una deuda de unos 2.000.000 de pesos) a cambio de un aumento del canon que percibe la Ciudad, según destacó el líder del Frente Renovador.

La oposición en la Ciudad también advirtió sobre una presunta "falta de control en el sistema de tragamonedas, de casinos y de las carreras, porque no hay una entidad que regule al casino controlando lo que tiene que pagar".