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Alejandro Melamed: "A la gente le gusta trabajar para empresas y no en empresas"

Alejandro Melamed: "A la gente le gusta trabajar para empresas y no en empresas"
04/06/2015 - 10:10hs
Alejandro Melamed: "A la gente le gusta trabajar para empresas y no en empresas"

Por más de 20 años, su casa fue una especie de "consultorio laboral" improvisado, informal, por el que pasaron desde sus amigos, colegas y conocidos hasta los compañeros de colegio y amigos de sus hijos. Es que, estar con Alejandro Melamed, y no pedirle algún consejo sobre la carrera profesional es, sencillamente, un desperdicio.

Tras 17 años en Coca Cola -donde además de ocupar posiciones en Europa llego a ser vicepresidente de RRHH para Latinoamérica Sur-, tres en Molinos Rio de la Plata, ocho como consultor en la firma Arthur Andersen, cuatro libros publicados y una amplia trayectoria como profesor universitario en la UBA, Salamanca y Di Tella, Melamed se acaba de embarcar en un nuevo desafío.

"Estaba en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Por distintas razones, lo fui postergando, pero existe la crisis existencial de la mediana edad, donde uno se plantea de que va a trabajar sus próximos 20 años. Y la verdad es que no me veía todo ese tiempo en una corporación, sentía que ya era demasiado accesible y conocido para mí. Soy de las personas a las que siempre les gusta buscar nuevos desafíos y la consultoría me pareció que era una manera distinta de reingenierizarme", cuenta el ejecutivo.

"ensuciarse" las manos en alguna empresa, ver que es lo que allí sucede y después volver a la consultoría. Le hizo caso y, si bien inicialmente era un periodo más corto, durante 20 años se dedicó a trabajar adentro de las organizaciones.

Así, pese a estar en una zona de confort, habiendo logrado muchas cosas, en una empresa global y con una marca tan fuerte como Coca Cola, y haciendo un trabajo que le encantaba y apasionaba, se dio cuenta que necesitaba un cambio, un desafío.

"Por primera vez en mi vida, después de más de 25 años, no quiero ni jefes ni colaboradores. Quiero un modelo nuevo y diferente de trabajo en el cual poder trabajar en alianzas", enfatiza durante la charla con iProfesional en su flamante y tranquila oficina de Belgrano, desde la cual disfruta, por ejemplo, volverse caminando a su casa.

"Creo -completa- que estamos en la era de la flexibilidad y la misma tiene que darse para todo. Por eso, en esta nueva concepción, tener costos, socios o colaboradores fijos no es bueno."

En este proceso de cambio, Melamed entendió que "a la gente le gusta trabajar para las empresas y ya no en las empresas".

Y, con esta idea, es que armó una estructura muy liviana que se adapta en función de las necesidades y se dedica a trabajar para las empresas, brindando servicios que se focalizan en cuatro nichos:

  • Conferencias motivacionales
  • Coaching a los nuevos directores de Recursos Humanos
  • Coaching ejecutivo para los número uno de las empresas
  • Desarrollo de la marca personal

Puntualmente sobre el último servicio, Melamed explica que "hay muchas personas que están buscando su propio destino, que no saben de qué quieren trabajar los próximos años pero que no quieren seguir haciendo lo que hoy hacen. Por eso, es necesario ayudarlas a construir una marca personal para posicionarse en el mercado, es decir, no para conseguir un empleo sino para generar empleabilidad."

Así, en función de los requerimientos de cada cliente, es que genera las alianzas necesarias, ya se con amigos, colegas, ex jefes, ex colegas, proveedores, ex clientes. "El desafío me encanta. Es compartir mi experiencia. Y me posibilita volver a mis primeras épocas laborales y conocer diferentes empresas, tanto locales como regionales, y sus distintas realidades", dice.

Empresas más humanas

A quien lo haya escuchado o leído alguna vez, no debería llamarle la atención el nombre de su emprendimiento: Humanize Consulting.

Es que Melamed es un convencido de que las compañías necesitan "humanizarse". De hecho, este fue el leitmotiv de su segundo libro, "Empresas (+) humanas - Mejores personas, mejores empresas" (Editorial Planeta 2010).

"Humanizar la organización es la posibilidad de generar un contexto donde los empleados se sientan bien. Si la gente está bien, la empresa también lo está, pero muchas veces la humanización es lo que falta. El único valor competitivo de las compañías es su gente, aunque a menudo suele olvidarse", enfatiza.

Y añade: "Es un círculo vicioso. Si no le prestas atención, la gente se desmotiva, no produce resultados, y, al final del día, la empresa no cumple con sus metas y objetivos. Es, básicamente, al revés: cuanto mejor trates a la gente, mejores resultados vas a lograr."

De hecho, Melamed se planteó como uno de los principios de su consultora trabajar solo en aquellas empresas que muestren sentido de transcendencia y un compromiso real de trabajar en consecuencia.

Reconquistar a los jóvenes

El consultor y experto en management y liderazgo considera a su vez que en la actualidad existe una especie de decepción de los jóvenes con las grandes empresas, porque todos tienen un papá, tío o primo que en algún momento fue desvinculado.

De hecho, cuenta que entre sus alumnos de la universidad, "más del 65 % no quiere trabajar en una multinacional, prefieren una Pyme o el desarrollo de un proyecto personal."

"Hoy pesa mucho el goce y el disfrute del trabajo. Lo laboral es solo una parte de la vida, y ni siquiera es la más importante. De hecho, en una entrevista lo primero que muchas veces te preguntan es cuando se pueden tomar vacaciones", remarca.

Ante esta situación, Melamed se muestra convencido en la necesidad de "volver a enamorar a los jóvenes a partir de propuestas que tengan un propósito y un sentido, es decir, que ellos vean que hay algo trascendente en su contribución dentro de la organización, un aspecto en el que están cada vez más interesados."

¿Su consejo final?: Intentar construir una marca personal, "que no sea la gran multinacional nuestro apellido". Irse bien de las empresas, dejando las puertas bien abiertas, porque en el mundo corporativo todo circula. Y nunca creerse que uno es el dueño, sino que está en un determinado lugar al servicio de y en algún momento deja de estarlo para prestar servicios en otro.

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