En la recta final por las elecciones generales, los disntintos candiatos hacen lo posible por afianzar la intención a voto. Con el dólar casi planchado, la inflación bajo aparente control, el discurso del macrismo debió abandonar las banderas ortodoxas de "devaluación y ajuste", como las recetas para solucionar la crisis económica.

Así el PRO optó por el "gradualismo". Por un lado, el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, consideró este jueves que en la Argentina "no hay que devaluar, hay que tener un plan de Gobierno", y rechazó un ajuste del gasto social.

"El que habla de reducir el gasto social vive en otro país", sostuvo el funcionario porteño, quien a la vez sostuvo que "probablemente el Gobierno tenga éxito en llegar a las elecciones sin devaluar. No hay que devaluar, hay que tener un plan de Gobierno, un plan económico que es lo que la Argentina no tiene desde hace muchos años".

En declaraciones radiales, Frigerio aseguró: "el entramado social está debilitado. La situación social es lo más preocupante, porque está todo atado con alambre".

A su criterio, "en la Argentina se derrocha mucho. El gasto público es regresivo, hay mucha corrupción, el gasto social que va a los que menos tiene lo tenes que aumentar, la situación social de la Argentina es muy delicada".

En este mismo sentido, el ex presidente del Ciudad, Federico Sturzeneger,  quien expuso en el III Latam Economic Forum, a beneficio de la Fundación de Acción Social de Jabad y La Fundación Sí, expresó: "desde el PRO no vemos grandes cambios en el valor del dólar".

Las palabras de Sturzeneger cobran revelancia ya que el diputado es uno de los referentes económicos de Mauricio Macri. "Es preciso evitar situaciones donde el dólar se abarate mucho, mucho porque eso ha sido muy malo y tenemos que mantener un tipo de cambio competitivo", reconoció.

Hace apenas 8 meses él mismo había pedido una devaluación del 40 o 50% luego de las elecciones de octubre es este año. Ahora, con las PASO casi encima, Sturzenegger cambió el discurso y afirmó que si Mauricio Macri gana las elecciones presidenciales, el nuevo gobierno se tendrá "que preocupar más por una apreciación del peso que por una devaluación porque van a ingresar muchos dólares por el cambio de expectativas".

El diputado por el PRO destacó que no hay grandes desequilibrios macroeconómicos y por lo tanto no hace falta hacer un drástico ajuste fiscal como muchos proyectan, solo hay que hacer más eficiente el gasto público que llega a 40% del PBI".

Sturzenegger advirtió acerca del riesgo argentino, que está dado por una falta de instituciones creíbles, y dijo que eso "se ve cuando un bono de YPF paga un 9% anual y un bono de la brasileña Petrobras, con todos los problemas que tiene, paga el 4,5% anual".