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Pese a que pasaron más de 15 años entre ambas reformas introducidas en Ganancias, algunos puntos hacen pensar que se trata de la misma modificación
29/06/2015 - 14:05hs

Cuando el senador Miguel Ángel Pichetto (FpV) afirmó en el Congreso que la denominada "tablita de Machinea" era un "engendro", cualquiera hubiese asegurado que la Ley del Impuesto a las Ganancias nunca más iba incluir algo similar en su texto. 

En aquella sesión de diciembre de 2008 se puso fin a una reforma introducida nueve años antes por el gobierno de la Alianza y que había sido ideada en un momento complicado del país por el entonces ministro de Economía, José Luis Machinea.

¿Por qué había sido tan discutido el cambio realizado bajo la presidencia de Fernando De la Rúa? Porque lo que se pensó como un ajuste para los que más ganaban, terminó perjudicando a los salarios medios.

Sin embargo, muchas veces las cosas no salen como uno desea y aquello que alguna vez se escribió con la mano puede ser borrado con el codo.

Esto fue precisamente lo que pasó con el impuesto. En este caso, el mismo partido político -que fue el abanderado del cambio- terminó reviviendo al "Frankenstein" que creyeron haber sepultado hacía unos años.

Claro está que los protagonistas fueron otros. En efecto, ahora la decisión llegó de la mano del actual ministro de Economía, Axel Kicillof, que fue quien comandó la última reforma en Ganancias e involucró -una vez más- a las deducciones.

El organismo que llevó adelante la medida fue la AFIP, que a principios de mayo lanzó la resolución general 3.770 que puso en marcha una nueva "tablita". 

Si bien hay puntos que coinciden, los especialistas consultados por iProfesional identificaron también diferencias sustanciales entre las propuestas que introdujeron Machinea y Kicillof."No nos une el amor sino el espanto"Entre los puntos en común, se puede mencionar el hecho de que las dos se aplican a un grupo determinado de personas.

La medida implementada por el ex ministro de De la Rúa afectaba principalmente a aquellos sujetos cuyos ingresos superaban los $91.000 anuales, a quienes se le otorgaba una reducción en las deducciones que podían computar.

En tanto, en la última reforma introducida por Kicillof se aplica con exclusividad a aquellos empleados en relación de dependencia o jubilados que obtuvieron entre $15.000 y $25.000 brutos en el período enero-agosto 2013.

Esta situación no sólo deja afuera del beneficio a quienes superan los $25.000 brutos (y que no hayan reducido sus ingresos en períodos posteriores), sino que tampoco contempla a los autónomos, que deben calcular el impuesto con deducciones que llevan más de dos años sin reformas.Otra de las similitudes se puede resumir con la frase "no nos une el amor sino el espanto", de Jorge Luis Borges, ya que un punto que las iguala es que ambas generan inequidades.

En efecto, uno de los problemas que generaba la medida impuesta por Machinea era que tener un mayor sueldo no era sinónimo de cobrar más.

Así, por ejemplo, quien recibía una remuneración bruta de $8.500 terminaba cobrando $6.200 por efecto del impuesto, mientras que un empleado que percibía $8.000 se hacía de más de 6.250 pesos.

Mariana Díaz Bustamante, gerente del departamento de Impuestos de SMS - San Martín Suárez y Asociados, aclaró que "la función básica de la famosa 'tablita de Machinea' era reducir los montos de las 'deducciones personales' para calcular cuánto se debía pagar por el impuesto a las Ganancias sobre los sueldos".

Es decir, que limitaba el valor a detraer en concepto de mínimo no imponible y cargas de familia como cónyuge, hijos y padres, entre otros conceptos."La tabla -que buscaba ser un mecanismo para cobrar impuestos más altos a quienes más ganan- terminó volviéndose en contra de quienes recibían un salario promedio", concluyó la especialista de SMS.

En el caso de la tablita de Kicillof, las consecuencias son más negativas, ya que se basa en la reforma introducida por el decreto 1.242.

Ocurre que, al liberar del gravamen a quienes percibieron menos de $15.000 brutos entre enero y agosto de 2013, muchos de los que lograron sueldos superiores en dicho período terminaron cobrando menos a raíz del impuesto. Incluso, en algunos casos, hasta por debajo de los que habían sido beneficiados con la medida.

Díaz Bustamante recordó que dicha norma "había generado ya una inequidad que repercutía más fuertemente sobre aquellos que en ese entonces apenas superaban el mínimo de $15.000".

De esta manera, no sólo no se corrigieron los problemas generados por el decreto 1.242, sino que -por el contrario- fueron potenciados.

Así, hoy pueden convivir empleados que ganan $100.000 por mes y no pagan, con otros que reciben salarios de $30.000 y deben hacer frente al tributo.Otro de los factores que las iguala es la escala. Fernando Álvarez, socio del estudio AVR - Álvarez Roperti Venegas, destacó que la que se aplica en la actualidad es la misma que diseñó el ex ministro de Economía.

El especialista sostuvo que "la ya inmortalizada 'tablita de Machinea' consistió en dos cosas distintas: por un lado, creó un sistema en virtud del cual a mayor nivel de ingresos anuales del contribuyente, las deducciones personales a computar iban disminuyendo por escalones o tramos salariales".

Y aclaró: "La otra parte consistió en modificar la escala de alícuotas, alterando el diseño histórico de los tramos". En aquel momento se eliminaron algunos peldaños y se elevó el monto inicial del primero.

El experto resaltó que con esa modificación se perdió progresividad. "Es decir, quedó una tabla que generó una curva más chata y más comprimida, con un piso y un techo más bajo que la entonces vigente".

Sin embargo, para Álvarez, "la frutilla del postre" fue que "no se actualizaron los montos de los tramos desde el año 1999, con lo cual se magnifican los efectos nefastos señalados".Los puntos que las diferencianA simple vista, uno de los aspectos que difieren entre las dos tablitas es la cantidad de tramos que existen en cada una de ellas.

Según Díaz Bustamante, en el esquema ideado por Machinea las reducciones se aplicaban en seis casos distintos, en base a sus ingresos anuales:

- Hasta $91.000: computaban el 100% de las deducciones.

- Entre $91.000 y $130.000: disminuían en un 50%.

- Entre $130.000 y $195.000: se reducían en un 70%.

- Entre $195.000 y $221.000: descendían en un 90%.

- Más de $221.000: no computaban.

Por el contrario -tal como diera cuenta iProfesional-, el nuevo esquema establecido por Kicillof tiene por lo menos el doble, ya que no sólo divide a los empleados que ganaban entre $15.000 y $25.000 en 2013 en seis tramos, sino que también fija la misma cantidad para los asalariados que realizaron tareas en la región patagónica.

Por otro lado, existe una clara diferencia en cuanto al efecto que generaba cada una. Mientras que la tablita de Machinea tenía uno inmediato, no ocurre lo mismo respecto de la implementada por Kicillof.

Así, por ejemplo, la decisión de hacer horas extras podía hacer que un empleado superara los $91.000 anuales que había fijado el gobierno de De la Rúa y, en definitiva, terminaba perjudicado. En cambio, en la actualidad eso no sucede.

Esto es así por un motivo: la medida implementada por el actual Ministro de Economía está atada a lo que sucedió en un período de tiempo determinado.

Es decir, que el hecho de pagar más o menos impuesto no está relacionado en un primer momento por los ingresos que se obtienen en el presente, sino con los salarios recibidos entre enero y agosto de 2013.

De esta manera, si una persona ganó menos de $15.000 en aquel lapso (y, por ende, quedó eximido de Ganancias) el total de las horas extras quedarán en sus bolsillos. Por el contrario, el grupo de trabajadores que tiene que afrontar el pago del gravamen, debe hacer un esfuerzo mayor para recibir la misma cantidad de pesos.

Por último, otro de los aspectos que diferencia a estas dos medidas es el "contexto". Así lo explicó Álvarez, que recordó que las medidas de la Alianza fueron aplicadas directamente sobre la Ley del Impuesto a las Ganancias.

Por el contrario, el kirchnerismo introdujo primero cambios en la norma y "continuó" bajo este marco normativo, al que luego le sumó un nuevo "parche" con similitudes a los eliminados anteriormente.

El especialista sostuvo que "a la 'tablita Machinea' se le han agregado el decreto 1.242 y la resolución general 3525, que han introducido inequidades de todo tipo y color, y que generaron situaciones insólitas".