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Revancha de la clase media: dólar ahorro y turismo se llevan siete veces más que automotrices

"¿Cómo las divisas que necesito para industrializar el país las van a gastar sectores pudientes?", afirmaba Kicillof. La realidad le jugó una mala pasada
27/07/2015 - 10:13hs
Revancha de la clase media: dólar ahorro y turismo se llevan siete veces más que automotrices

Si algo quedó claro es que la administración kichnerista hoy no cuenta con los dólares suficientes para "bancar" una recuperación de la industria y poder propiciar al mismo tiempo la reedición de un "mini boom" de consumo, que ayude a allanar el camino hacia las elecciones. 

Uno de los termómetros clave es el ritmo de aprobación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), el registro que fue declarado ilegal por la Organización Mundial del Comercio pero que hasta fin de año seguirá funcionando a modo de "cerrojo" para regular las compras al mundo. 

En diálogo con iProfesional, el presidente de la Cámara de Importadores (CIRA), Diego Pérez Santisteban confirmó que “el otorgamiento de las DJAI viene a un ritmo muy lento. No estamos viendo la misma fluidez que sí observamos entre abril y el arranque de junio”. 

Santisteban agregó que “desde mediados del mes pasado y hasta estos últimos días, las aprobaciones se han demorado mucho. Incluso, importadores que no tenían problemas, que habían presentado todos sus planes de negocios en tiempo y forma, y que habían sido aprobados por Comercio Interior, ahora se encuentran con que no pueden obtener los permisos”. 

“Hay muchas empresas que precisan diez DJAI y están recibiendo la aprobación de apenas cinco o seis. Esto hace imposible tener previsibilidad cuando los importadores hoy son los principales proveedores de la industria nacional”, afirmó el titular de la CIRA. 

Estas limitaciones tienen lugar a pesar de la fuerte recuperación de las liquidaciones por parte de cerealeras, que desde el arranque de junio llevan ingresados unos u$s4.700 millones, un 11% más que el acumulado en igual lapso del año pasado. 

Sin embargo, ni la mayor afluencia de los “sojadólares”; ni las necesidades electorales; ni la batería de swaps, bonos y obligaciones negociables que durante el primer tramo del año activó Alejandro Vanoli al frente del BCRA, fueron suficientes para garantizarles a las industrias esas divisas tan necesarias para hacer frente a las compras de insumos, componentes y bienes de capital del exterior. 

Dólares para ahorrar, viajar… ¿y producir?La contracara de los vaivenes que deben padecer las empresas, es la que viven los ahorristas y turistas argentinos, que hasta el momento no han tenido ni una sola traba, ya sea al intentar comprar divisas como al momento de adquirir pasajes o paquetes al exterior

Así, en la recta final de este segundo mandato de Cristina Kirchner, se da la situación paradójica de que el tan comentado proceso de “reindustrialización” se ha quedado sin billetes verdes para poder seguir operando con normalidad, mientras que una clase media pudiente (tal como la definiera Kicillof) no encuentra dificultades para dolarizar sus ahorros, vacacionar en el Caribe o ir de shopping por Miami. 

A la hora de analizar a cuánto ascendió la “factura” que debió afrontar el BCRA, pagando con sus reservas la mayor demanda de particulares durante el primer semestre del año, se observa que: 

• La entidad tuvo que convalidar operaciones de “dólar ahorro” por unos u$s3.300 millones. 

Además, debió resignar unos u$s2.550 millones por gastos con tarjeta en moneda extranjera. 

A esto hubo que sumarle unos u$s1.750 millones por la compra de pasajes y paquetes. 

Así las cosas, los argentinos succionaron” de las arcas del Central un total de u$s7.600 millones entre enero y junio.  

El agravante es que en julio se está profundizando esta tendencia. 

Por un lado, en las tres primeras semanas, el “dólar ahorro” ya superó la marca de todo junio. 

Paralelamente, la demanda de viajes al exterior para estas vacaciones de invierno se disparó un 60% en las agencias líderes, como es el caso de Despegar.

Esta mayor salida de argentinos preocupa al Gobierno porque inevitablemente implicará un salto en los gastos con tarjeta que se reflejará en los saldos en los próximos días.

Esto es así ya que, por cada u$s100 que gasta un argentino para hacer turismo, más de u$s60 se destinan a hacer shopping, mientras que sólo los u$s40 restantes están vinculados con pasajes u hoteles. 

Considerando que por todos esos conceptos el BCRA cedió u$s7.600 millones en el primer semestre, esto implica que, en promedio, la administración kirchnerista destinó a particulares unos u$s1.300 millones cada 30 días, un monto de divisas casi siete veces superior al que reciben ramas industriales consideradas estratégicas. 

Tal es el caso de las terminales automotrices, que tuvieron que negociar a lo largo de cuatro meses para que el Gobierno les habilite apenas u$s38 millones extra por mes como parte del cupo para “bancarimportaciones de autopartes y de vehículos

En la actualidad, este sector recibe una cuota de apenas u$s199 millones a repartir entre todas las empresas, apenas un 15% de lo que el Central destina a ahorristas y turistas.

A esto se suma un “pucho” extra de u$s85 mensuales pero que únicamente lo pueden destinar a cubrir planes de inversión. 

Según Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb, “hoy la falta de dólares es una de las grandes dificultades que atraviesa esta industria, porque derivó en importantes problemas de stock”. 

Así es como este sector, que en 2013 se encaminaba a tocar el récord de 1 millón de unidades patentadas, este año apenas podrá aspirar a comercializar 600.000 vehículos, el peor registro desde el año 2009

Si se considera el caso de los fabricantes de electrónica, el “trato preferencial” del Gobierno hacia los ahorristas y turistas también queda a la vista.

Hasta junio, todas las firmas ubicadas en Tierra del Fuego recibían apenas u$s233 millones, una cifra baja considerando que abastecen casi el 100% del mercado de celulares y televisores y cerca de un 90% en el caso de computadoras portátiles. 

Según los últimos datos del Ministerio de Industria de Tierra del Fuego, la falta de divisas derivó en un primer trimestre crítico en materia de producción, generando desplomes del 40% tanto en la producción de LCD como de teléfonos

Por ello, el Gobierno se vio obligado a incrementar el cupo a partir de julio y llevarlo hasta los actuales u$s300 millones mensuales. 

Así y todo, los particulares aspirancuatro veces más de dólares que lo que reciben las empresas fueguinas

Peor situación atraviesan los fabricantes de motos, mercado que se derrumbó tras la devaluación de enero del año pasado, la introducción del impuestazo y la imposición de cupos de divsas. 

Según datos de la Asociación Argentina de Motovehículos, durante enero y junio se llevan patentadas unas 195.000 unidades, lo que implicó un desplome de casi 40% respecto al mismo período de 2013, es decir, antes de que se aplicaran todas estas regulaciones

Este sector recibe un cupo de apenas u$s30 millones mensuales. De esta manera, todos los meses el Banco Central está destinando a turistas y ahorristas un monto de dólares 43 veces superior al que recibe la industria de motovehículos

En el caso de otro sector clave como es el de maquinaria agrícola, la diferencia es abismal: a fines de junio, el Ministerio de Industria pasó a habilitarles a un grupo de empresas -entre las que figuran John Deere y Agrale-, una cuota mensual de u$s19 millones para "bancar" importaciones de piezas, partes y equipos

Según un trabajo de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales, esta rama de actividad hoy está trabajando al 60% de su capacidad, con "perspectivas desalentadoras" para lo que resta del año.

A continuación, un comparativo que refleja el trato “preferencial” que tienen particulares y los cupos mensuales con los que se deben conformar algunas industrias (ver cuadro). 

¿Y los dólares para las “torres de petróleo”?

El hecho de que, como afirman desde la CIRA, todas las empresas fabriles instaladas en el país utilicen al menos un insumo importado, genera que cualquier demora en la entrega de las DJAI -por parte de la Secretaría de Comercio- o de los dólares -por parte del Banco Central- repercuta en diversas ramas de actividad. 

Según el experto, esto explica, en gran medida, la mala performance de la industria, que acumula 22 meses consecutivos de caídas. 

En este contexto, las importaciones vienen desplomándose a un ritmo del 15%, alcanzando en los primeros seis meses del año el registro más bajo desde 2010

Según el directivo, la vuelta de las restricciones no afecta a un rubro en particular, sino que el abanico de actividades alcanzadas es muy amplio: “Hemos detectado demoras en diversas ramas de actividad. Hay faltantes de materias primas y equipamiento de todo tipo, de productos tecnológicos y hasta de insumos destinados a la obra pública”. 

Incluso, Santisteban afirmó que “las trabas están alcanzando a empresas que proveen con bienes de capital a YPF para la explotación de Vaca Muerta”. 

Esta escasez de billetes verdes, que impide “bancar” importaciones clave para el aparato productivo, resuena entre los industriales, que todavía recuerdan al ministro Axel Kicillof cuando hace un par de años, en un intento por justificar el cepo cambiario, había prometido más dólares para sostener la actividad productiva y menos para costear algunos gustos de los argentinos

“¿Cómo las divisas que necesito para hacer torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes puedan comprar bienes de lujo?", afirmaba, envalentonado, el funcionario.

Durante su exposición, fue más allá y llamó a "cuidar los dólares para que se dirijan a las importaciones fundamentales y así mantener el proceso de industrialización" porque, advirtió, el "mayor riesgo" es que los mismos "terminen malgastándose en productos de consumo suntuoso".

Sin embargo, el cuadro actual no podría ser más diferente: el nuevo récord que acaba de alcanzar el “dólar ahorro” en lo que va de julio, sumado al boom de viajes que está teniendo lugar en estas vacaciones de invierno, son una muestra evidente de cómo la estrategia oficial intenta privilegiar la estabilidad financiera, en detrimento de la industria.  

Paradojas del modelo, ese mismo Gobierno que llamaba a "no ahorrar" y a incentivar el consumo, es ese mismo que ahora niega divisas a la industria y pone en primer lugar a quienes atesoran o hacen shopping en el exterior.

Desde la consultora Economía & Regiones, destacaron que “si el Ejecutivo coloca a los ahorristas y turistas en el primer lugar de la fila es porque prioriza la estabilidad cambiaria por sobre el nivel de actividad”. 

“Vendiendo dólar ahorro, el BCRA intenta contener las expectativas de devaluación y reducir el valor del blue y la brecha cambiaria, para preservar la estabilidad financiera y llegar con más calma a fin de año”, recalcaron desde la consultora. 

El problema es que, aun dejando a la industria sin dólares para dirigirlos hacia los particulares, nada parece suficiente para garantizar la pax cambiaria. La divisa informal, descontrolada y por encima de los $15, fue una prueba de ello.