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Según un informe privado, en los primeros cuatro meses del año la demanda de blancos se expandió un 29%, frente al 11% que crecieron los tintos
29/06/2015 - 19:01hs

El consumo interno de vinos mostró un repunte del 8% en los primeros cuatro meses del año, alcanzando los 3.088 millones de hectolitros.

"El alza se explica, fundamentalmente, por su abaratamiento en comparación con otras bebidas y por la recuperación relativa de los salarios", según detalla un informe de Abeceb. 

El repunte en el mercado interno observado en lo que va del año estuvo apalancado por el abaratamiento relativo de este producto en relación a otras bebidas como las cervezas y gaseosas.

Si bien esto se ha venido observando desde mediados de 2012, la tendencia se acentuó a partir del segundo semestre de 2014: entre julio del año pasado y marzo de 2015 los precios de los vinos se incrementaron un 10,7%, versus un aumento de casi 22% de las cervezas. También incidió favorablemente la leve recuperación registrada en el salario real, que está dando cierto impulso al consumo interno en general. 

La mejor performance fue registrada por los varietales que exhibieron una mejora del 13%, mientras que las otras variedades que son las de mayor consumo interno, crecieron el 8%.  

En cuanto a la demanda por color, el consumo de tinto creció 9%, por lo que alcanzó a representar casi el 77% del consumo total, mientras que el de blanco mostró un aumento menor, del 5%. 

Sin embargo, la consultora detalla que "en el segmento de vinos varietales, la tendencia es la opuesta, ya que en esta variedad el consumo de vino blanco creció a una tasa del 29% contra el 11% del tinto". 

De esta forma, la demanda interna revirtió la caída de 4,1 por ciento sufrida en 2014. En aquella oportunidad, la baja estuvo explicada tanto por los vinos sin mención varietal (-4,8%), como también por los gasificados (-32,0%) y los varietales (-1,1%). 

Desde Abeceb aclaran que "la recuperación se asocia a la baja base de comparación de 2014. De hecho, la apreciación cambiaria y el aumento de los costos logísticos (dado que la producción se concentra lejos de los puertos de exportación) continúan afectando la competitividad de la industria. Así, a pesar del reciente repunte de las ventas externas, la rentabilidad de los exportadores seguirá comprometida, dificultando la colocación de estos productos en el exterior". 

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