El impuesto que grava a los 0km y motos de media y alta gama llega hoy a su fin. La medida deberá ser renovada o, de lo contrario, volvería a regir la base mínima imponible de diciembre de 2014.

Aunque el deseo de las empresas sería que este impuesto se elimine, decisión que está muy lejos de ser realidad, es necesario que por lo menos se actualice la base mínima imponible ya que con el aumento que vienen teniendo los autos cada vez son más los modelos afectados.

El último cambio, realizado en diciembre pasado, tuvo una actualización del 15% en la base mínima imponible. De esta manera, a partir de los $280.000 del valor de venta al público de un auto, empiezan a ser afectados.

Las consecuencias son notables en el mercado ya que la primer escala termina incrementando un 50% el costo del vehículo, mientras que la segunda lo afecta hasta el 100%, afectando no solo a las marcas premium sino también a las masivas. 

Por otro lado, la definición del impuesto es fundamental para el mercado ya que son muchas las marcas que están presentando modelos y el precio depende de las deficiones que se tomen en el Gobierno.

También en los concesionarios se detuvo en las últimas semanas la facturación, atentos a que cualquier cambio deje fuera o dentro del alcance a determinados modelos.

La cuenta regresiva está en marcha y cualquier resolución podría implicar cambios rápidos los salones de venta, ya que, por ejemplo, hay 35 versiones de 0km que hoy tienen un valor de entre $275.000 y $280.000, lo que significa que las marcas los contienen para que no los afecte el impuesto.